Son momentos de confusión y miedo para los ucranianos, que se debaten entre quedarse en sus ciudades pese al riesgo o huir a otros países cuando han pasado nueve días desde el ataque de Rusia al país y la guerra continúa. La periodista argentina Sol Macaluso se encuentra informando desde el terreno y ha tenido que vivir el drama de la separación familiar en primera persona cuando las familias de su guía, Max, y su cámara, Stephan, decidieron marcharse en busca de un lugar seguro. La comunicadora también barajaba abandonar el país por aquel entonces y se trasladó con ellos a la ciudad ucraniana de Belz, cerca de la frontera con Polonia, por lo que Stephan le pidió que se llevara a su hija pequeña, Dana, a España. Finalmente la reportera decidió quedarse en el país y ha sido una de sus compañeras, Martina, la que ha acogido a la niña en Barcelona. Mientras, la familia de su cámara permanecía en la frontera intentando encontrar un lugar al que ir y donde quedarse, para lo que la periodista lanzó un llamamiento que ha respondido el pianista James Rhodes.
"El magnífico James Rhodes se hizo cargo del hotel de esta noche en Alemania y de los vuelos hacia Barcelona mañana. Me conmueve en extremos la solidaridad en momentos así. Me conmueve que con su ayuda logremos poner a salvo otra familia ucraniana más, nuestra familia ahora también. GRACIAS", escribía Sol el miércoles, tras haber explicado que su compañera Martina, quien tenía a Dana en Barcelona, también acogería a los otros cinco parientes del cámara. "Profundamente agradecida por su ayuda, por cambiar la realidad de la familia de mi Stephan, ojalá se pudiera hacer lo mismo con todas y cada una de las familias. Gracias James", insistía la reportera.
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Los padres de la niña se han quedado en Ucrania e iban a reencontrarse tras la marcha de la pequeña puesto que por el trabajo del cámara se habían separado: él acompañaba a la periodista y a su equipo por el país, ejerciendo de traductor e intermediario con los ucranianos, y su mujer se había quedado en el lugar a 40 kilómetros de Kiev donde habían estado resguardados en un primer momento. Ahora volvían a la capital a luchar para defenderla en medio del caos que ha producido la invasión rusa: "Además, sus padres aún están en un refugio en la capital, pero ellos no quieren abandonar la capital. Es todo muy sensible y complicado", contaba en directo a Patricia Pardo.
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"Esta noche, sin dudas, Max y Stephan dormirán con el corazón dividido en mil pedazos: la tranquilidad de saber que tu familia está en un lugar seguro, y la tristeza de haberse tenido que separar", decía unos días antes, cuando decidía quedarse junto a su cámara para seguir informando desde la ciudad fronteriza de Leópolis. Como ellos más de un millón de personas han huido de Ucrania para buscar refugio en los países vecinos. Los que se han quedado en el país, tal y como Macaluso ha informado, se debatne entre la búsqueda de comida y la compra de armas para defenderse en caso de necesidad.