De una inminente boda al desmentido de la misma. En una semana en la que las nupcias entre Silvio Berlusconi, de ochenta y cinco años, y Marta Fascina, de treinta y dos, han hecho correr ríos de tinta, el propio ex primer ministro ha zanjado la cuestión mediante un comunicado: “La relación de amor, estima y respeto que me une a la señora Marta Fascina es tan profunda y sólida que no hay necesidad de formalizarla con matrimonio”.
Sin embargo, en la misma nota, Berlusconi ha anunciado que sí habrá una “fiesta del amor” con sus hijos y amigos para celebrar su unión con la diputada de Forza Italia, que no se ha separado de su lado desde hace dos años. Según el Corriere della Sera, la celebración, sin valor legal, solo afectivo, tendrá lugar el 19 de marzo.
De acuerdo con la prensa italiana, la decisión viene motivada por la oposición de los cinco hijos de Berlusconi (dos, con su primera mujer, Carla Dall’Oglio, y tres, con la segunda, Veronica Lario) a la boda y los problemas que acarrearía el futuro reparto del patrimonio de su padre. Berlusconi está considerado el quinto hombre más rico de Italia, con una fortuna de 6.700 millones de euros, según Forbes.