Lindsay Lohan ha sido, posiblemente, una de las actrices más prometedoras de su generación. El talento de una estrella que en parte ha estado empañado por su rebeldía. Y ahora, tras años distanciada del mundo del cine vuelve a lo grande, con un compromiso con Netflix para rodar tres películas. La popular pelirroja alcanzó la fama cuando tenía tan solo once años con la conocida película Tú a Londres y yo a California, donde el público pudo disfrutar de su interpretación por partida doble dando vida a Annie y Hallie, dos traviesas gemelas que deciden intercambiar sus alocadas vidas al conocerse por sorpresa en un campamento de verano. Después de este filme, los éxitos se fueron sucediendo para la interprete, desde su época como niña Disney, con títulos tan destacados como Freaky Friday o Devuelveme mi Suerte, hasta su etapa más adulta, cuando la actriz rompió todos los esquemas con su papel de Casy en Chicas Malas, un filme que es considerado por los expertos de la industria cinematográfica como la película de culto adolescente por excelencia de la década de los 2000.
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A pesar de que la vida profesional le sonreía y la fama no paraba de crecer, llegando a trabajar con estrellas de Hollywood de la talla de Meryl Streep, la faceta personal no se desarrollaba de manera tan idílica: problemas familiares, continuas salidas nocturnas, donde nació su mediática amistad con Britney Spears y París Hilton, consumo de sustancias, desencuentros con los directores de sus películas o múltiples conflictos con sus parejas sentimentales eran los titulares que marcaban el ritmo de su vida y que llevaron a la actriz a estar atrapada en un espiral autodestructiva. Una situación de la que parecía complicada poder salir. Tras unos años de turbulencias, la que fue protagonista de Herbie a tope decidió tomar de nuevo las riendas de su vida y apartarse temporalmente del mundo de la interpretación. Lindsay Lohan comenzaba de cero, una nueva oportunidad enfocada en su recuperación y alejada del foco mediático que le permitiría regresar con más fuerza que nunca.
Precisamente, y para el regocijo de todos sus admiradores, la espera ha llegado a su fin. Ha sido la propia actriz quien a través de sus perfiles sociales ha desvelado y oficializado esta buena nueva: un acuerdo con Netflix para ponerse en la piel de la protagonista en sus próximas producciones. Una noticia que tuvo tan buena acogida por parte de los fans que de las dos películas iniciales se pasaron a tres. Sin duda, una vuelta al cine por la puerta grande. A pesar de que aún sobrevuelan muchas incógnitas entorno a este nuevo proyecto, poco a poco se van filtrando y conociendo más detalles acerca de él: su título es Falling for Christmas. En ella Lindsay Lohan dará vida a una joven heredera malcriada que tras sufrir un accidente de practicando esquí pierde todos sus recuerdos. La clásica película de romance navideño, un género en el que la intérprete ya ha demostrado moverse como pez en el agua, y que estará disponible en el próximo mes de diciembre.
Un momento dulce para la actriz tanto en lo profesional como en lo personal, ya que ha conseguido la estabilidad que tanto ansiaba al lado de su actual pareja Bader Shammas, con el que no duda en presumir de amor en ocasiones tan especiales como el día de San Valentín. Pese a llevar tres años juntos y estar comprometidos desde hace uno, apenas se conocen datos sobre él pues prefiere mantener un perfil anónimo. Entre la información que ha trascendido cabe destacar que trabaja como financiero en una empresa internacional con sede en Dubái. Fue precisamente en dicho emirato donde se conocieron, pues la actriz decidió pasar en su capital parte de su tiempo de retiro y recuperación.