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En medio de un momento lleno de cambios comienza a perfilarse una nueva etapa para Iñaki Urdangarin. Tres años y medio después de comenzar a cumplir su condena a seis años y tres meses de cárcel por el caso Nóos, la juez de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao le ha concedido la libertad condicional, que ha entrado en vigor este miércoles 2 de marzo. Fue la Junta de Tratamiento de la cárcel la que propuso concederle la libertad condicional una vez cumplidos dos tercios de la condena, momento al que ha llegado en el primer trimestre de este 2022. De este modo, el exjugador de balonmano dejará de estar sometido al régimen de semilibertad que seguía en la prisión alavesa de Zaballa.
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Han pasado justo doce meses desde que el cuñado de Felipe VI fuese autorizado por Instituciones Penitenciarias para cumplir el resto de su condena en régimen de semilibertad en la sección abierta de la prisión de Zaballa, situada a aproximadamente 14 kilómetros de Vitoria, una ciudad a la que está estrechamente vinculado ya que es el lugar en el que viven su madre, Claire Libaert, y también dos de sus seis hermanos. Su buen comportamiento y el cumplimiento del programa para presos por delitos económicos le permitieron en junio que se le aplicara el artículo 86.4 del Reglamento Penitenciario, mediante el cual fue eximido de la obligación de tener que dormir en la cárcel. A partir de entonces solo iba un día a la semana gracias a la modalidad de control telemático y también fue autorizado para poder salir de España por motivos laborales.
Desde que llegó al País Vasco hace un año, Urdangarin reside en la casa de su madre y está trabajando como asesor empresarial en el bufete de abogados Imaz & Asociados, especializado en operaciones mercantiles, tributarias y laborales. Ahora además combina su labor en el despacho con unas prácticas no remuneradas en el FC Barcelona, equipo del que formó parte entre 1986 y 2000 y en el que ahora desarrolla su carrera como jugador de balonmano el segundo de sus hijos, Pablo. El que fuera duque de Palma ha realizado un curso de 'coaching' que requería un mes de prácticas que está desarrollando en la formación blaugrana tal y como ha confirmado Enric Masip, adjunto y asesor del presidente del club, Joan Laporta.
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Urdangarin ingresó en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila) el 18 de junio de 2018 tras ser condenado por el Tribunal Supremo por malversación, prevaricación, fraude a la Administración, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. En septiembre de 2019 salía por primera vez de prisión para comenzar su labor como voluntario dos veces por semana en el Hogar Don Orione, ubicado en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón. Un año y medio más tarde finalizaba su trabajo en este centro dedicado a apoyar a personas con discapacidad. En enero de 2021, solo un mes antes de poner fin a esta etapa, se flexibilizaba su régimen penitenciario para pernoctar en el Centro de Inserción Social Melchor Rodríguez García y comenzaba a tener un fin de semana libre al mes.
Los planes de Urdangarin y Ainhoa Armentia
El 2022 le está trayendo a Iñaki Urdangarin numerosos cambios en todos los aspectos. Además de obtener la libertad condicional, la infanta Cristina y él han decidido interrumpir su matrimonio. "De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto", aseguraban en un comunicado conjunto. El texto se hacía público escasos días después de que salieran a la luz unas fotografías de Urdangarin paseando de la mano de Ainhoa Armentia, una compañera de trabajo en el despacho de abogados. Desde entonces ambos siguen afianzando su relación tal y como demuestra el hecho de que acuden juntos a clases de yoga o las imágenes de Ainhoa saliendo del domicilio familiar del exduque de Palma que muestra en exclusiva la revista ¡HOLA!