Probablemente haya sido el día más difícil de su dilatada y brillantísima trayectoria, ese en el que te toca anunciar que una etapa inigualable llega a su fin. Enrique Bunbury, toda una leyenda viva del rock español, dice adiós a los escenarios después de 35 años triunfando sobre los mismos. Lo hace, según ha explicado el protagonista, por los problemas de salud que viene padeciendo desde hace tiempo y que le afectan directamente a la voz. Así lo comunicaba el exlíder de la mítica banda Héroes del Silencio a través de una sincera y emotiva carta, donde cuenta al detalle los motivos que le han llevado a tomar esta "meditada y consciente decisión" que sabía iba a producirse más pronto que tarde. Al parecer, lleva al menos un lustro arrastrando un malestar que le costaba localizar y comprender, dolencia latente que pensó se había diluido tras el parón obligado por el covid.
Así, tras retomar los conciertos, creyó que "las ganas de reencontrarme con el público era una fuerza mucho más poderosa", declara. Nada más lejos de la realidad, puesto que después de la última gira que le ha llevado por México se ha dado cuenta que no lograba recuperase bien. "Desde el momento que salgo de mi casa, un compendio de síntomas y dolores me acompañan", lamenta el artista zaragozano de 54 años. Cuenta que ha recibido diferentes diagnósticos, pero la realidad es que "mi garganta se cierra e irrita", por lo que sus vías respiratorias dificultan el más leve ejercicio y la ejecución de su trabajo. "Lo que normalmente era un placer y un deleite, se ha ha convertido en un fuente de inmenso dolor y sufrimiento", reconoce el premiado cantante, que se despedirá sus fans en los conciertos que tiene pendientes de aquí a septiembre entre Estados Unidos y España.
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A partir de ahora, el intérprete de hits como Lady Blue y Entre dos tierras mira con optimismo el futuro puesto que "se abre ante mí un sinfín de posibilidades", que van desde componer canciones y grabar discos, a pintar y escribir libros de poesía. Una transición vital para la que, sin duda, cuenta con el apoyo de su familia. Por último, Enrique Bunbury manda un mensaje de agradecimiento a todos los que le han acompañado en este maravilloso viaje que comenzó a mediados de los 80, más de tres décadas donde se ha subido a "los mejores escenarios del mundo y algunos de los peores", señala, actuando delante de 25 personas o de 250 mil. "Espero que lo que les pueda ofrecer a partir de ahora les siga interesando mínimamente", concluye el genial e irreverente artista maño, cuya producción y legado en la música de nuestro país tiene un valor incalculable.
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