Tras diez años de conciertos y cuatro discos en el mercado, Mikel Izal, creador y vocalista de Izal, uno de los grupos de más éxito del panorama nacional indie, se despide de la banda que creó hace doce años. Izal ha dejado desolados a todos sus fans al anunciar el fin de esta corta carrera de manera “indefinida” tras la presentación de su última gira Hogar. Mikel se separa de sus amigos Alejandro Jordá, Emanuel Pérez (Gato), Alberto Pérez e Iván Mella, cerrando una de las etapas más intensas de su carrera, llena de éxitos pero también con alguna polémica.
-Escucha el nuevo 'single' de IZAL, su primer material inédito tras dos años
La fama no ha sido algo fácil de llevar para este chico nacido en Pamplona, que creó su banda entre amigos, salió de un pequeño garaje y acabó haciendo giras internacionales y dándose un gran baño de masas. “Han sido doce años de una enorme y maravillosa intensidad. Cinco álbumes y cientos de conciertos que nos han hecho vivir experiencias que jamás hubiéramos imaginado cuando en 2010 iniciamos esta aventura. Y todo os lo debemos a vosotr@s. Os vamos a echar de menos, pero hasta que eso ocurra, nos vemos en los conciertos. En unos conciertos inolvidables”, así reflexionaba en su perfil público el músico sobre la despedida. Ahora deja claro que no se va ir sin pensar sobre el lado más oscuro de la fama.
El joven ingeniero de telecomunicaciones, que empezó a hacer música en la intimidad de su habitación, contando tan sólo con sintetizadores, y llegó a lo más alto de la popularidad, ha querido liberarse de todos los fantasmas antes de decir adiós. Reflexiona en su último disco, sobre cómo vivió la crisis personal que tuvo que afrontar en la primavera de 2018. Varias usuarias de redes sociales aseguraron que habían sido acosadas por el cantante adjuntando pantallazos de sus conversaciones con él, lo que generó un intenso debate sobre su comportamiento y sobre si se podía considerar acoso. En Hogar, su último álbum, cuenta sin tapujos lo que sintió entonces.
Izal respondió a la polémica con un comunicado: “No hay nada de gracioso, entretenido e ingenuo en esos textos acusadores. Hoy me hacen pasto de las llamas a mí, mañana a quién sabe. Por supuesto, niego rotunda y categóricamente cualquier acto de acoso, violación o actividad de carácter físico y sexual no consentida”. Aunque ninguna de las acusaciones llegó a los tribunales, hoy reconoce que lloró mucho: “Lloré de rabia, de incomprensión, de vulnerabilidad y por una situación de injusticia profunda. Cuando sufres un trauma tan grande se convierte en el centro de tu universo y tú solo lo agrandas" y confiesa en El País: “Todavía no lo he superado. Espero que sea pronto. Pero de aquello queda mucha desconfianza y el ver que no eres tan libre como lo que tú pensabas”.
El Meiuqèr, el primero de los temas que saca en su nuevo disco, Mikel lo dedica a recordar la polémica que le rodeo hace cuatro años. Así reza en su letra: “Todo un año de duda y silencio, de resaca, látigo y sal. De luchar, de jugarme la vida, matando a mentiras a toda verdad”. Aprovecha también para dar las gracias, por todo el apoyo que recibió de los que estaban a su lado: “Reconozco que aún vive el miedo, me susurra que nunca se irá. / Pero habéis conseguido asustarlo, ya no grita tanto, ya no duele igual”. En el título del tema, la palabra Réquiem escrita al revés, este poeta de treinta y nueve años, que también ha triunfado en sus dos incursiones dentro del mundo de la literatura, dice adios a una etapa.
El próximo mes de marzo Izal dará su último concierto en el WiZink Center de Madrid, esa es la cita en la que la banda pondrá el punto y final, una esperada catarsis con la que Mikel parece querer dejarlo ya todo colocado y en su sitio para emprender nuevas aventuras en solitario.