La Unión Europea de Radiodifusión ha decidido finalmente vetar a Rusia de la próxima edición del festival de Eurovisión, cediendo así a la presión de varios países pese a haber asegurado unas horas antes que no lo haría por considerar al certamen de naturaleza "cultural" y no política. En el comunicado emitido en la tarde del viernes alegan que la decisión se ha tomado "siguiendo una recomendación" en base a las "reglas del evento y los valores de la UER". "La decisión refleja la preocupación de que, dada la crisis sin precedentes de Ucrania, la inclusión de Rusia en el concurso traería el desprestigio al concurso", han hecho saber.
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La organización asegura haber consultado con sus miembros y recuerda que es una entidad apolítica formada por una serie de cadenas cuyos valores se basan en el servicio público. "Nos mantenemos dedicados a proteger el significado de una competición que anima al intercambio cultural y el entendimiento, además de unir al público y celebrar la diversidad a través de la música y unir a Europa en un solo escenario", han hecho llegar desde la Unión Europea de Radiodifusión, que no ha sido la única organización que ha tomado cartas en el asunto tras el ataque de Rusia a Ucrania.
También la UEFA, que iba a celebrar la final de la Champions League en San Petersburgo el próximo 28 de mayo, ha decidido cambiar de planes y trasladar el partido a París después de una reunión extraordinaria que ha celebrado este viernes. En su comunicado, el organismo ha agradecido a Emmanuel Macron, presidente de Francia, su apoyo en este cambio en un tiempo de "crisis sin precedentes" y ha asegurado que harán esfuerzos en diferentes formas para asegurar el rescate de los futbolistas y sus familias que se encuentren en Ucrania. Además, han confirmado que los próximos partidos entre los equipos rusos y ucranianos tendrán lugar en estadios neutrales hasta nuevo aviso.
Para la UEFA este cambio supone menos shock que para Eurovisión, que en ninguna otra crisis diplomática de Rusia ha decidido intervenir pese a las críticas de los eurofans, puesto que es la tercera vez consecutiva que la final de la Champions tiene que enfrentarse a una relocalización. La primera vez fue en la temporada 19/20, de Estambul a Lisboa; y la segunda de 20/21 de la misma ciudad turca a Oporto, en ambas ocasiones por el coronavirus.
El Comité Olímpico Internacional por su parte ha animado a todas las federaciones a "trasladar o cancelar" las competiciones previstas en Rusia y Bielorrusia, además de pedir que no se exhiba "ninguna bandera" de cualquiera de los dos países ni se interpreten sus himnos durante los encuentros que sí se celebren. También la Fórmula 1 ha cancelado su próximo viaje a Sochi para el Gran Premio de Rusia, y se habla de que Estambul o Jerez puedan ser sus sustitutos. Del mismo modo, la escudería Haas, estadounidense pero con patrocinador y piloto ruso, se enfrenta a una posible caída de la categoría reina.