nuria march hola 4048© Pepe Botella

Posa para ¡HOLA! en la capital británica, donde ultima

EXCLUSIVA: Nuria March nos desvela los detalles de su boda con el financiero Don Johnston, en Londres, y nos habla por primera vez de su relación

‘Serán dos días. El 10 de junio tendrán lugar la ceremonia civil y una ‘welcome party’ muy divertida para los invitados. Y el 11 es la celebración. Hemos decidido separar estos momentos para disfrutar de la boda con la familia’


24 de febrero de 2022 - 14:26 CET

“Es una nueva etapa en mi vida que trae novedades y nuevos proyectos, ¡cómo no voy a estar ilusionada! Después de cuatro años, estoy muy contenta de ver cómo va evolucionado nuestra relación. No me esperaba que fuésemos tan compatibles y que encajasen tan bien nuestras vidas”, nos dice Nuria March, en conversación desde Londres, inmer­sa en los preparativos de su boda con su prometido, el financiero estadounidense George Donald Johnston III. En su caso, el destino jugó sus cartas. Una cita a ciegas, presentados por unos buenos amigos… y funcionó. El amor los sorprendió cuando no lo espe­raban, como en la mejor de las historias románticas, y, ahora, esos mismos amigos serán los padrinos de su enlace. La pareja se está ocupando con mimo de cada detalle para que sus invitados, aproximadamente un centenar, llegados de varias partes del mundo, puedan disfrutar de dos inolvidables días en Londres. Aunque su idea original había sido casarse en la finca que el financiero posee en Vermont, al noroeste de Estados Unidos, la capital británica es también una ciudad muy especial para ambos. Allí viven los tres hijos de Don —como lo llaman sus amigos— y allí también estudia el hijo de la novia, Jaime Martínez-Bordiú, un brillante universitario de Economía, Historia y Relaciones Internacionales de veintidós años.

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El 10 de junio tendrá lugar la íntima ceremonia civil, reservada a los más allegados y una celebración en familia; también está prevista una fiesta de bienvenida para los invitados. La gran celebración será al día siguiente, el 11 de junio. Nuria es una de las empresarias de la comunicación en el sector del lujo más destacadas y una de las mujeres más elegantes de nuestro país, y Don es financiero, banquero de inversión y consejero de tres empresas del Ibex 35, muy ligado profesionalmente desde siempre a España. Este será el tercer matrimonio para Nuria. Y la cuenta atrás para su día más especial ya ha comenzado.

Portada Hola 4048© Hola

—¿Te imaginas ya el día de tu boda con Don? 

—Como cualquier novia… Emoción, nervios e ilusión.

—¿Cómo se cruzó él en tu vida?

—Nos presentaron unos amigos comunes que apostaban por que encajásemos, y así ha sido. Nos divertimos mucho hablando de la ‘cita a ciegas’.

—¿En qué momento llegó y qué te ha aportado?

—En aquel momento, estaba muy enfocada en mi vida profesional y no me esperaba que surgiese una relación. Don me ha contagiado su vitalidad y me ha dado la energía para afrontar nuevos retos profesionales y potenciar mis aficiones.

—¿Y el amor te pilló desprevenida?

—Yo estaba feliz en aquel momento y eso es lo que atrajo a Don. Cuando estás bien contigo misma es cuando más preparada estás para darte a otra persona.

“Don es un hombre lleno de vida y muy disfrutón. Lo más importante para él son su familia y sus amigos. Tiene una carrera profesional brillante, pero sabe disfrutar de su tiempo libre. Ha vivido por todo el mundo”

—Se habla de George Donald Johnston III, pero poco se sabe de él. ¿Qué puedes contarnos sobre tu futuro marido? 

—Es un hombre lleno de vida y muy disfrutón. Lo más importante para él son su familia y sus amigos. Tiene una carrera profesional brillante, pero sabe disfrutar de su tiempo libre. Ha vivido por todo el mundo.

—Estás estos días en Londres, supongo que inmersa en los detalles de vuestra boda. 

—Como en cualquier boda, el detalle lo es todo… y organizar la boda a larga distancia desde Madrid es muy complicado. ¡Queremos asegurarnos de que los invitados disfruten del viaje a Londres!

—También habrás podido reunirte con tu hijo, Jaime, que estudia allí. 

—Jaime viene mucho a casa, pero en cuanto puedo me escapo a verle, a veces incluso en el día. Ahora estamos aquí organizando todos los detalles de la boda y Jaime está muy involucrado.

—¿Y cómo van esos preparativos? ¿Los llevas con nervios o con calma?

—¡Creo que tenemos todo bajo control! Aunque esta semana ha sido clave para ultimar algunos detalles importantes antes de enviar la invitación. Claro que hay nervios, pero estamos disfrutando mucho con los preparativos.

© Pepe Botella

—¿Qué es lo más importante para ti a la hora de organizar la boda?

—Que los invitados que viajen desde otros países para compartir este momento estén tan contentos como nosotros.

—Ya se va acercando la fecha, Nuria, que ¡HOLA! adelantó. El once de junio… 

—Es una boda de dos días. El once de junio es la celebración, pero el día anterior se celebrarán la boda civil y una welcome party muy divertida para los invitados.

—¿Londres tiene un significado especial para vosotros? 

—Don ha vivido aquí una gran parte de su vida y yo he viajado mucho por trabajo. Nos encanta la ciudad y ahora, que nuestros hijos están aquí, ¡todavía más!

Será el tercer matrimonio para la empresaria, madre de un hijo, Jaime Martínez-Bordiú, de veintidós años, que estudia Economía, Historia y Relaciones Internacionales, en Londres

—¿Qué os hizo cambiar de opinión? Porque en un principio iba a ser en la finca que Don posee en Vermont, al noroeste de Estados Unidos. 

—Vermont está lejos y la logística se estaba complicando demasiado para muchos de nuestros invitados… Es una lástima porque a nuestros amigos les hacía mucha ilusión visitar ese estado precioso y poco conocido. La familia de Don es de allí y él siempre dice que su corazón está en Vermont. Un explorador francés dio el nombre Vert-Mont (montaña verde) a esta región, en mil seiscientos cuarenta y siete. Don me ha contagiado su amor por esos paisajes, ¡espectaculares en otoño! Pasamos los veranos ahí y aprovechamos para desconectar y hacer deporte en familia. A mí me encanta tocar la guitarra y a Don montar sus barbacoas todos los días (¡es un plan muy americano!).

—Lo que sí teníais claro desde el principio es que sería este año.

—Siempre elegimos dos mil veintidós para no arriesgarnos a tener que posponerla. Una boda conlleva mucha organización, sobre todo, cuando se hace en otro país.

—¿Cuáles son los escenarios?, ¿dónde tendrá lugar la ceremonia y dónde la celebración?

—No lo saben ni nuestros invitados, ¡es una sorpresa que no puedo desvelar!

© Pepe Botella

Lloré de alegría

—¿Será una boda pequeña o con muchos invitados? 

—Desgraciadamente, hemos tenido que reducir mucho la lista, ya que los espacios que hemos elegido mantienen unas restricciones muy estrictas…

—¿Y de mañana o de tarde?

—Una cosa es la boda y otra la celebración con nuestros amigos. Hemos decidido separar estos momentos para disfrutar de la boda con la familia.

—Habréis elegido ya a padrinos y testigos.

—Los padrinos serán una pareja de amigos íntimos, que son quienes nos presentaron. Los testigos serán nuestros hijos. No habrá damas de honor a la americana, ¡pero seguro que Don pondrá su toque!

“Mi hijo, Jaime, y yo tenemos una relación maravillosa, le encanta verme feliz. Será quien me lleve a la ceremonia civil y se encargará de hacer un ‘speech’ a la americana en la celebración”

—Nuria, te encanta la música, estará muy presente…

—A Don y a mí nos encanta bailar y tenemos una gran sorpresa para nuestros invi­tados.

—El hecho de haberte casado antes significa que la experiencia es un grado, es decir, que la organización, los detalles… ¿Lo vives con más tranquilidad o no tiene nada que ver?

—Al casarte en la madurez se viven las cosas de otra forma, con más aplomo y entereza. Al tener nuestras vidas ya hechas y nuestros hijos mayores, es una manera diferente de emprender una nueva vida.

—¿Alguna vez se te había pasado por la cabe­za que te volverías a casar?

—No había pensado en ello, pero a mí me encanta el compromiso y, al casarnos, me da impulso para crear juntos un nuevo futuro.

© Pepe Botella

—¿Cómo recuerdas el día de la pedida de mano? 

—Sabía que me lo pediría, ya que lo teníamos más o menos hablado, pero fue muy emocionante cuando, un día, al volver de la oficina, se arrodilló y me entregó el anillo. Lloré de alegría.

—Siempre has estado considerada una de las mujeres más elegantes de nuestro país, quizá, esto te presione a la hora de encontrar el vestido.

—Todas las novias nos volvemos locas buscando un vestido, pero yo tengo la suerte de contar con el apoyo de grandes diseñadores que me quieren y cono­cen mi estilo.

—Recientemente, estuviste en los desfiles de alta costura de París, ¿buscabas inspiración?

—La elegancia que desprende París siempre es una inspiración. Fue una maravilla acudir al desfile de Stéphane Rolland.

“A Don y a mí nos encanta bailar y tenemos una gran sorpresa para nuestros invitados”

—¿Quién diseñará tu vestido nupcial?, ¿ya lo tienes claro?

—Tengo claro en quién confío, aunque no habrá solamente un vestido, puesto que hay más de una celebración.

—¿Nos puedes dar alguna pista sobre cómo es? 

—Sí, te puedo dar una pista: ¡no será blanco!

—¿Te gustaría sorprender o prefieres ir a lo segu­ro? 

—No quiero sorprender, quiero ser yo misma y sentirme a gusto.

—Y para conseguir esto, ¿tienes decidido desde el principio lo que quieres o te has dejado aconsejar?

—No tengo nada decidido y me estoy dejando aconsejar. En la moda me inspira la elegancia de figu­ras como Audrey Hepburn y Grace Kelly, las silue­tas de los años cincuenta y el trabajo de diseñadores españoles como Cristóbal Balenciaga y Manuel Pertegaz.

© Pepe Botella
“Compartimos afición por todos los deportes, la música y el baile. Esquí, tenis, bicicleta…”, nos dice Nuria, vestida en este reportaje por Fórmula Joven El Corte Inglés.

Jaime, el otro hombre de su vida

—El otro hombre de tu vida, tu hijo, Jaime, ¿está feliz por ti?

—Jaime y yo tenemos una relación maravillosa, le encanta verme feliz.

—¿Qué papel especial has guardado para él el día de la boda?

—Jaime será quien me lleve a la ceremonia civil y se encargará de hacer un speech a la americana en la celebración.

—Está estudiando Economía en una prestigiosa Universidad de Reino Unido, ¿hacia donde encamina sus pasos?

—Jaime estudia Economía, además de otras ciencias sociales, como Historia y Relaciones Internacionales. Se gradúa este año y, como todos los jóvenes, esta evaluando sus próximos pasos.

“No quiero sorprender, quiero ser yo misma y sentirme a gusto. No tengo nada decidido y me estoy dejando aconsejar. Pero puedo dar una pista del vestido: ¡no será blanco!”

—¿De qué te sientes más orgullosa al verlo? 

—Mi hijo es una persona con la cabeza muy bien amueblada, muy maduro y sabe lo que quiere, está muy centrado en su carrera y estoy muy orgullosa de todo lo que ha conseguido.

—¡Y te parecerá que ha crecido muy rápido, tiene ya veintidós años…!

—He disfrutado muchísimo de su infancia y de su educación. Ahora que es más mayor, me divierto mucho con él y con sus amigos. Jaime y yo tenemos una relación muy especial…

—A lo mejor ahora hasta él es quien te aconseja…

—Nadie me conoce tan bien como Jaime y me apoya muchísimo en todas mis decisiones. Tenemos mucha complicidad y cuidamos mucho el uno del otro.

—¿Tiene buena relación con Don?

—A Don y Jaime les une un interés por la historia y por la economía, ya que los dos han estudiado carre­ras parecidas. Se admiran mutuamente y tienen una relación buenísima. Don le aconseja mucho sobre su futuro profesional.

—Los hijos de Don son también mayores.

—Don tiene tres hijos maravillosos con los cuales me llevo muy bien. He podido conocer muy bien a Alex, que dejó Madrid el año pasado para lanzar Glorify, una plataforma digital que promueve la espiritualidad cristiana. Su hijo mayor, Kyle, trabaja en private equity, y su hija, Pamela, es paramédica y madre de dos preciosos niños a los que adoro.

© Pepe Botella
“Lo único que no compartimos, de momento, es su gran afición por la pesca con mosca; es un gran aficionado y yo no he pescado jamás”, prosigue la empresaria, considerada una de las mujeres más elegantes de nuestro país, que mantiene su estupenda silueta de los años en los que trabajó como maniquí.

—Conoces a una persona también por cómo es en familia.

—Es un magnífico padre y solo ver lo maravillosos que son sus hijos ya dice mucho de él.

—¿Cómo estás viviendo este amor de los cincuenta? Será diferente a otros amores de otros momentos de tu vida.

—Es muy diferente, la madurez, la serenidad y la independencia hacen que sea una relación mas sólida y real, una amistad y un compromiso.

—Una buena pareja forma un buen equipo, ¿vosotros lo sois?

—Somos amigos y nos queremos, luego cuidamos el uno del otro a la vez que nos damos espacio y respetamos los gustos de cada uno.

—¿Qué aficiones, por ejemplo, compartís juntos?

—Todos los deportes, la música y el baile. Esquí, tenis, bicicleta… Lo único que no compartimos, de momento, es su gran afición por la pesca con mosca; es un gran aficionado y yo no he pescado jamás.

“Los padrinos serán una pareja de amigos íntimos, que son quienes nos presentaron. Los testigos serán nuestros hijos”, nos dice Nuria, que lleva cuatro años de relación con el inversor estadounidense

—¿Vuestro noviazgo ha sido en la distancia?

—Cuando conocí a Don, ya se había mudado a Madrid. Aunque trabaja en España, viaja a menudo para ver a su madre en Florida o para ir a sus viajes de pesca.

—Es estadounidense, pero tiene vinculación con España, entonces.

—Siempre ha estado vinculado a España profesionalmente, además, adora nuestro país y le apasionan nuestras costumbres.

—Y ahora, una vez casados, ¿dónde viviréis? 

—En Madrid, aunque viajaremos todo lo que sea posible.

—¿Te sientes ilusionada por el camino que vas a emprender ahora? 

—Claro que sí, al ser de distintos países, nos aportamos muchas novedades y aprendemos mucho el uno del otro.

© Pepe Botella
“Don ha vivido en Londres una gran parte de su vida y yo he viajado mucho por trabajo. Nos encanta la ciudad y ahora, que nuestros hijos están aquí, ¡todavía más!”, asegura Nuria, que está muy centrada en su trabajo.

—¿Estamos ante una nueva Nuria March?

—La misma, pero llena de energía…

—¿Cómo es tu vida hoy?

—Estoy muy centrada en mi trabajo, ya que el sector del lujo está despegando después de la pandemia. La gente quiere vestirse, cuidarse y viajar de nuevo y eso está impulsando mi sector, el de lifestyle. Me esfuerzo mucho en asesorar a mis clientes, consolidar mi marca personal y mejorar mi comunicación a través de las redes sociales.

—¿Echas de menos algo de tu etapa de maniquí? ¿Qué aprendiste de aquellos años?

—Aprendí mucho sobre la industria de la moda y sobre los medios de comunicación. Es una experiencia que me ha servido de base a lo largo de mi carrera profesional y que informa todas mis estrategias de asesoramiento y posicionamiento de marca.

Apoyo incondicional

—¿En qué has ganado con el paso de los años?

—Saber lo quiero y lo que no quiero, apreciar lo que tengo. Estos últimos años han sido muy duros para todos.

—¿Y qué es lo que quieres?

—Quiero estabilidad y que nadie me rompa el equilibrio.

“Don tiene tres hijos maravillosos con los cuales me llevo muy bien. He podido conocer muy bien a Alex, que dejó Madrid el año pasado; Kyle es el mayor, y Pamela, que es madre de dos preciosos niños a los que adoro”

—¿Cuáles son las claves para poder estar tan estupenda a los cincuenta y cinco?

—Dormir bien, hacer ejercicio y cuidarme mucho a base de tratamientos con cremas y comida sana. Y, también, reírme mucho.

—¿Sigues manteniéndote en forma practicando mucho deporte?

—Sí, la edad no perdona y el deporte es esencial.

—¿Y te estás cuidando de manera especial para tu día?

—Sí, estoy con la cuenta atrás, cuidándome más que nunca.

© Pepe Botella
Nuria está muy centrada en su trabajo, ya que el sector del lujo “está despegando después de la pandemia. La gente quiere vestirse, cuidarse y viajar de nuevo y eso está impulsando mi sector, el de ‘lifestyle”.

—¿Serías capaz de definirte en pocas palabras?

—Leal, honesta y muy sincera.

—Tu mejor plan para desconectar del mundo.

—Me encanta tocar la guitarra y mis clases de canto.

—Lo que más te hace reír.

—Don me hace reír muchísimo.

“¿Dónde será la ceremonia y la celebración? No lo saben ni nuestros invitados, ¡es una sorpresa que no puedo desvelar!”

—¿Cuál es la lección más importante que has aprendido?

—Que la felicidad depende de uno mismo y que solo uno es responsable de sus actos.

—¿Qué te ilusiona hoy en día?

—Que me estoy embarcando en una etapa completamente nueva con el respaldo total de nuestros hijos.

—¿Qué esperas de tu vida junto a Don?

—Acompañarnos y envejecer juntos. La complicación de nuevos matrimonios es la compatibilidad con los hijos y contamos con el apoyo incondicional de todos ellos, lo que nos hace muy felices.

TextoMARTA GORDILLO
Fotografía y realizaciónPEPE BOTELLA
EstilismoJOSÉ HERRERA
Maquillaje y peluqueríaESTRELLA ELORDUY
AsistentesADRIÁN COBEÑA Y ALBERTO VIEITES
JoyasYANES
VestuarioEL CORTE INGLÉS
LocalizaciónHOTEL ROSEWOOD DE LONDRES
FloresREBEL REBEL

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.