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Lleva la interpretación en su ADN, pero es ahora cuando Belén Écija se ha asentado como actriz. A sus veintisiete años, la mayor de las hijas que Belén Rueda tuvo durante su matrimonio con el productor Daniel Écija ha desempeñado su papel “de mayor peso” en la serie Madres –donde, por cierto, ha trabajado con la suya, la protagonista de El internado–. Por otro lado, durante estos meses de pandemia, ha logrado afianzar su relación con el asesor financiero Jaime Sánchez, con quien empezó a salir hace tres años. Prueba de ello, la pareja ha realizado su primer posado en la fiesta de Glowfilter, la firma de cosméticos de la influencer Marta Lozano, además de hablar con ¡HOLA! de todo: de su trayectoria, su familia y su novio, con naturalidad y espontaneidad.
© Leticia Díaz de la Morena–Durante esta pandemia, has crecido mucho como actriz. Por ejemplo, has grabado la serie Madres, donde haces el papel más importante de tu carrera.
–De los personajes que he interpretado, es el que más peso tiene. Pero sí es verdad que el papel de La valla era más bonito. El de Madres es más cañero y creo que no va a caer tan bien, porque crea controversia en la serie y es distinto. Lo veremos en la nueva temporada, que creo que saldrá a finales de marzo o principios de abril.
–¿Te gusta hacer de malvada o prefieres de chica buena?
–Malvada, malvada. Me encantaría hacer de una psicópata o de una chica con algún trastorno mental. Me parece un reto divertidísimo.
–En la serie también trabajas con tu madre. ¿Has coincidido mucho con ella en las grabaciones?
–En una secuencia solo y fue en la tercera temporada. Fue una grabación muy bonita. Es una sensación extraña porque ella está pendiente de que yo esté cómoda. Creo que ella estaba más incómoda que yo.
“Grabar con mi madre es bonito, pero es una sensación extraña, porque ella está pendiente de que yo esté cómoda. Creo que está más incómoda que yo”
–¿Y ella te da consejos o te deja que vueles libre?
–Si yo se lo pido, sí. Si no, no. Me ayuda bastante para los castings y me da las réplicas, que es guay. A veces, me pongo más tensa con mi madre que con amigas porque ella se pone en una posición de madre, pero es bonito.
–¿Y tu madre es muy crítica contigo?
–No.
–¿Cómo es ser hija de Belén Rueda?
–Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como en todo. Es verdad que en España es un poco perjudicial en muchos sentidos porque somos muy juiciosos… Ya de primeras, ser actor es poco natural… Pero poco a poco. Al final, con trabajo se demuestra todo y no hay comparaciones que valgan.
© Gtres–¿Ves las películas de tu madre?
–Siempre veo todas sus películas, aunque cada vez menos porque ahora estoy menos en casa. Pero antes, cada vez que había un estreno, lo vivía con muchísima pasión y energía.
–¿Qué películas te gustan de ella?
–Me encantó Los ojos de Julia. También Mal ajeno, aunque no tuvo mucha… Pero es increíble. Por supuesto, El orfanato y Mar adentro… Y Perfectos desconocidos, que es diferente.
–¿Cómo es Belén Rueda como madre?
–Superbuena. Es como Lucía de Los Serrano, pero menos dura. Cero dura. Pero que no me oiga que luego se hace la dura (ríe).
–Te acompaña tu novio a esta fiesta.
–Sí, Jaime ha venido esta noche conmigo y estamos muy bien, la verdad –mira a su novio–. A tope. Pasamos muchísimo tiempo juntos.
–¿Ya compartís casa?
–No, pero prácticamente todos los días viene a la mía. Y yo a la suya. Estamos intentando vivir juntos, pero es complicado.
–¿A qué se dedica él?
–Es asesor financiero.
© Leticia Díaz de la Morena –¿Cómo congeniáis dos mundos tan diferentes como los vuestros?
–Eso es un poco marrón, aunque luego lo pasamos bien. Pero, de primeras, si tu novio no está metido en este mundo, es muy complicado, porque meter a alguien en showrooms o en este tipo de fiestas…
–También te ayudará a que no se te vaya la cabeza.
–De eso ya se ha encargado mi familia desde que nací (ríe). Con mi padre, es imposible, aunque creo que también es lo que nos unió.
–Tu chico y tú fuisteis amigos antes de empezar vuestra relación. ¿Cómo os conocisteis?
–Le conocí cuatro años antes de estar juntos… Hace siete años. Era el mejor amigo de una de mis mejores amigas. Por entonces, él tenía novia y yo estaba a mi bola, soltera. Estaba viviendo mi mejor vida… Un día, vino a tomar unas copas a mi casa. Me pareció una persona increíble y un amigo increíble. Incluso, le contaba mis ligues…
“A mi madre la veo muy bien, porque su novio es maravilloso, superbueno. Le da muy buenos consejos y tiene los pies muy en la tierra. Es joven, pero es maduro”
–¿Perdona?
–Sí, sí. Total, total (ríe). Le contaba mis cosas completamente.
–¿En qué momento la situación se convirtió en relación sentimental?
–Como él tenía novia y yo soy superrespetuosa, nunca me lo había planteado… Un día me dijo que ya no tenía novia y, a la semana siguiente, me lo volvió a decir porque yo ni me acordaba. Entonces, ahí empezamos a ligar.
–¿Quién dio el primer paso?
–Él, él (ríe). Él dice que yo, pero fue él. Cada uno tiene su versión de la historia.
–¿Te ves casándote pronto?
–Uy, no sé… No pienso en eso. Pienso más en lo de irnos a vivir juntos. Para mí, es más importante que la boda. La convivencia es todo y casarse, un papel, aunque luego todo es muy bonito. Pero tener hijos es lo importante, que es cuando la cosa cambia.
–En tu caso, ¿llegará antes la boda o la maternidad?
–La boda, la verdad. Me apetece antes que tener hijos, que luego se complica todo (ríe).
© Leticia Díaz de la Morena
© Leticia Díaz de la Morena–¿Cómo es Belén Rueda como suegra?
–Muy buena. A veces, vacila más de la cuenta, pero Jaime ya está acostumbrado. Están casi todo el día juntos.
–Tu madre también está enamorada. ¿Cómo la ves tú?
–Genial, porque el novio de mi madre es maravilloso. Es superbueno. Le da muy buenos consejos y tiene los pies muy en la tierra. Es joven, pero es maduro… Tiene valores.
–Además de Madres, ¿tienes algún otro proyecto profesional?
–Estoy con un proyecto propio, que es más complicado. Es algo audiovisual que he creado yo con dos socias…
–¿Una productora?
–Es que no es exactamente. Es parte de… Va a ser algo muy grande, pero de momento… No quiero hablar todavía de ello.
–Ahora trabajas como actriz, pero empezaste detrás de las cámaras.
–Sí, como auxiliar de dirección y producción.
–Encima, en la serie Velvet.
–Sí. Fueron mis primeras prácticas.
–¿Qué recuerdos guardas de esa época con Paula Echevarría?
–Paula es un amor y Miguel Ángel Silvestre también. Todo el mundo era superagradable. Además, mi jefe de entonces ha estado en Madres como ayudante de dirección. Siempre me ha cuidado mucho.
© Leticia Díaz de la Morena
