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Luis Figo y Helene Svedin forman una de las parejas más sólidas del mundo del deporte y la moda. Un matrimonio de anuncio, como constatan estas fotografías del pasado domingo 13, la víspera del día de San Valentín. Fueron tomadas en el barrio de Salamanca de la capital, cerca del domicilio conyugal. Junto al exjugador del Real Madrid y la modelo sueca aparecen dos de sus tres hijas: la mayor, Daniela, de casi veintidós años, que está estudiando la carrera de Medicina en Navarra —y que este mes protagoniza la portada de ¡HOLA! Fashion—, y la pequeña, Stella, que alcanzará la mayoría de edad en diciembre. A la reunión familiar también se sumó el modelo Beltrán Lozano, primo del Rey Felipe VI y novio de Daniela desde hace año y medio. La única ausente fue la hija mediana de Luis y Helene, Martina, que se encuentra realizando sus estudios universitarios de Farmacología y Fisiología en Londres.
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Crisis de pareja
A tenor de estas imágenes, es fácil llegar a la conclusión de que el exfutbolista portugués y la modelo sueca han formado un matrimonio modélico. Pero también es cierto que hasta las parejas más sólidas atraviesan sus baches, y esta, sellada hace veinte años, no es una excepción. Según ha podido saber ¡HOLA!, Figo y Svedin han estado casi dos semanas viviendo separados. De hecho, el exjugador no ha pernoctado en el domicilio conyugal, sino en el hotel Wellington, como prueban algunas de las fotografías que acompañan estas líneas. El entorno próximo a la pareja nos explica que Luis y Helene se han enfrentado a una crisis y que han estado luchando por salvar su matrimonio. Este cese de la convivencia habría servido para que ambos se hayan tomado un paréntesis en su relación y hayan reflexionado sobre su futuro en común.
“La convivencia nunca es fácil, pero encontramos el equilibrio. Hay que seguir trabajándolo día a día para que la llama no se termine nunca”, nos confesaba el exfutbolista en 2019
Pero no todo son malas noticias: Figo y Svedin estarían logrando resolver sus diferencias, tal y como muestran estas imágenes familiares y los mensajes de amor que ambos se han dirigido a través de las redes sociales. “Un día lleno de diferentes emociones. Feliz día de San Valentín”, ha publicado el exfutbolista este pasado lunes, lo que ha provocado la respuesta de su mujer: un sencillo, pero romántico emoji en forma de corazón blanco. Antes del Día de los Enamorados, Figo ya compartió una fotografía con su mujer durante sus vacaciones navideñas en la estación de esquí de Baqueira Beret.
‘Darlo todo y un poquito más’
El pasado mes de septiembre, Helene Svedin nos habló así de su relación con el jugador portugués y de su vigésimo aniversario de casados: “Lo celebramos de una manera especial. ¡No era para menos! ¡Veinte años! ¡Toda la vida juntos!”. Dos años antes, el matrimonio también posó para ¡HOLA! y nos desveló el secreto de su amor: “Darlo todo y un poco más. Es el día a día, estar ahí el uno para el otro, apoyarse en los respectivos proyectos…”, se sinceraba Helene en nuestras páginas. Por su parte, Luis nos apuntaba: “La convivencia nunca es fácil, pero creo que encontramos el equilibrio durante todos estos años. Hemos encontrado la fórmula del respeto, el amor y la pasión, y hay que seguir trabajándolo día a día para que la llama no se termine nunca”. Y parece que ninguno de los dos está dispuesto a que esa chispa se apague nunca.
El matrimonio estaría logrando resolver sus diferencias, según muestran estas imágenes familiares y los mensajes de amor dirigidos a través de las redes sociales
Veinticinco años de amor
Luis Figo y Helene Svedin se conocieron en Barcelona, en 1996, meses después de que el jugador portugués se incorporarse al Barça. Un lustro después, el 30 de junio de 2001, cuando su hija Daniela ya tenía dos años, la pareja dio el ‘sí, quiero’ en una ceremonia religiosa celebrada en el Algarve portugués. La familia no tardó en aumentarse, ya que su segunda hija, Martina, nació en febrero del año siguiente. El exfutbolista y la modelo ya celebraron la llegada de la benjamina, Stella, en diciembre de 2004. Ahora que sus hijas empiezan a volar en solitario, son ellos los que luchan por mantenerse unidos.