En los últimos meses, la vida de Bella Hadid ha experimentado varios cambios. A finales del año pasado, abría su corazón y confesaba que llevaba sufriendo “depresión extrema y ansiedad” desde que era adolescente y también comentaba que había dejado de tomar alcohol porque sentía que “no podía controlarse”. Aunque muchos puedan pensar que su vida es perfecta e idílica, detrás de sus medidas perfectas, sus viajes de ensueño y sus lujos la top model no pasaba buenos momentos y vivía en una lucha constante por intentar mejorar su salud mental. Ahora ya más fuerte, tras una etapa de reflexión en la que ha seguido adelante con su trabajo como las modelos más cotizadas del mundo, ha comenzado una nueva batalla que surgió a raíz de un salir a dar un paseo por la gran manzana.
Bella quiere ayudar a los más necesitados ante el frío invierno de Nueva York y por eso ha bajado de las pasarelas a las calles para ponerse manos a la obra repartiendo abrigos a los ‘sintecho’. Ya el pasado mes de diciembre hizo limpieza en su armario para donar parte de su ropa a una organización solidaria y ahora se ha sumado a una campaña para la que, además de trabajar, ha donado una gran suma de dinero. “Hace unas semanas, me desperté en medio de la noche y encargué un montón de chaquetas y abrigos desde mi teléfono. Estaba dando un paseo la noche anterior, hacía muchísimo frío y pensaba en las 50.000 personas y 15.000 niños que están solos en Nueva York, pasando probablemente tres veces más frío que yo y que no tendrían el mismo lujo de volver a casa, a un lugar cálido lo haría yo. Me sentía impotente mientras paseaba y no puedo entender por qué a algunas personas se les reparten ciertas cartas en la vida”, comenzaba diciendo en sus redes sociales.
Tras regresar a su casa, decidió ponerse manos a la obra: “Nadie merece vivir los duros inviernos de Nueva York sin nada que ponerse y sin ningún lugar a donde ir. Llamé a @onewarmcoat @bowerymission y pregunté si podíamos asociarnos para hacer una donación de abrigos juntos”. Tras comenzar haciendo una donación de 25.000 dólares y encargando varias prendas de ropa, decidió además, trabajar codo con codo con la organización, mostrándose como nunca. Con un delantal y ropa cómoda, estuvo clasificando todas las prendas donadas, ordenándolas por tipos y tallas, empaquetándolas y saliendo a la calle para entregarlas en persona a quienes no tienen un hogar en el que refugiarse de las gélidas temperaturas.
Bella muestra así una faceta desconocida hasta ahora, demostrando que detrás del glamour de las pasarelas hay vidas reales, con problemas como todo el mundo y ella ha encontrado una salida para encontrarse mejor ayudando a los demás. Porque perfectamente puede compaginar el estar un día puede luciendo los diseños más codiciados del mundo y al siguiente recorriendo las calles ofreciendo ayuda a los más necesitados.