Obligada por las circunstancias, la familia Urdangarin ha tenido que volver a lidiar con cámaras y micrófonos, y, como siempre, lo ha hecho unida como una piña. Las dificultades no cesan y las preguntas y seguimiento de la prensa tampoco tras hacerse públicas las imágenes más comprometidas de Iñaki Urdangarín con otra mujer y que el matrimonio decidiera ‘interrumpir la relación’.
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Están acostumbrados desde que, el 30 de abril de 1997, la Casa Real anunciara el compromiso de Iñaki con la Infanta Cristina, pero no debe ser fácil. Como tampoco lo fue cuando tuvieron que atravesar los tiempos más duros del caso Nóos, después de los años más felices. Puede que sufran por partida doble, que no aprueben su relación con Ainhoa Armentia, pero ni lo cuentan ni lo demuestran. Iñaki siempre tiene todo el apoyo de su familia pase lo que pase.
No sólo son solo las respuestas, siempre medidas, o los silencios que siguen al “nada que decir”, son también los gestos. Todos aunados, a pesar de las adversidades. Se ve, una vez más, en las imágenes que ¡HOLA! publica en exclusiva esta semana. Urdangarin cogido del brazo o de la mano de su madre, Claire Liebaert, y buscando refugio en sus hermanos y sus sobrinos. Juntos en una escapada de fin de semana.
Primero, dando un paseo por la playa de Garaio, una de las tres de interior del embalse de Ullibarri-Gamboa, muy cerca de Vitoria; y por las zonas arboladas que forman el parque, con 116 hectáreas de superficie. Y, después, haciendo una segunda parada, ya en Guipúzcoa, para almorzar en un restaurante de Zumárraga. La localidad donde están las raíces paternas de la familia desde el siglo XIX. Allí nació Iñaki (15 de enero de 1968) -al igual que su padre, Juan, su abuelo, Laureano, y sus antecesores-, aunque muy pronto se trasladarían a Barcelona. Allí vivió el exduque hasta los 16 años y, de nuevo, al cumplir 18, tras cursar 3º de BUP y COU en Vitoria.
Iñaki es el sexto de siete hermanos: Ana, Clara, Cristina, Mikel, Laura, Iñaki y Lucía. Todos casados y con hijos. En total, 24 nietos para Claire Liebaert, que se quedó viuda de Juan María Urdangarin, ingeniero industrial ligado al sector financiero y a la industria química, el 10 de mayo de 2012. Hace casi diez años, y, después de cincuenta y cuatro de matrimonio. Entonces, Iñaki vivía en Washington, Estados Unidos, y ya había sido imputado en el caso Nóos.
En esta escapada por tierras de Álava y Guipúzcoa, le acompañaron, además de su madre, Ana, directiva de Nestlé y madre de cinco hijos. Es la mayor, y fue ella quien lo acogió en Barcelona cuando fichó por Barça de Balonmano, al igual que haría con su sobrino Pablo, muchos años después. Mikel, casado con tres hijos y director del Club Deportivo Estadio, donde Iñaki acudía a nadar varias veces a la semana, antes de este nuevo giro en su vida. Y Lucía, (la más pequeña), que lleva el nombre de su bisabuela, tiene tres hijos y es secretaria de dirección.
Son los tres hermanos más conocidos -a los que más se ha fotografiado-, pero, en la sombra, hay otras tres hermanas con las que Iñaki también puede contar siempre. Clara, que tiene dos hijos y es profesora en la Universidad del País Vasco; Laura, química y madre de gemelos; y Cristina, que tiene cinco hijos, es médica y reside en EEUU desde hace más de 30 años. Junto a su hermana mayor, Ana, que nunca abandonó Barcelona, es la única que no vive en la capital alavesa. Pero, aún a miles de kilómetros, Cristina siempre está cerca.
La familia no tiene fisuras y la matriarca, Claire Liebaert Courtain,es el centro de todo. Nació el 16 de julio de 1935, en Amberes (Bélgica) y, a sus 86 años, es una mujer con mucho porte, coraje y entereza. El referente de todos y el corazón de los Urdangarin, aunque en el caso de Iñaki, también su pilar y su escudo en los momentos más difíciles.
Claire encara en privado y en público las dificultades, permanece incondicional a su hijo y pase lo que pase, seguirá estando cerca de la infanta Cristina, según dijo ella misma a la prensa estos días. Desde siempre han tenido una buena relación, aunque esta se fue estrechando con la llegada de los momentos difíciles. No es lo mismo ir de visita que compartir los días de verano, las vacaciones de Navidad y otras fechas señaladas durante los últimos 12 años.
A Ainhoa Armentia, Claire no la conoce -lo confirmó sin pronunciar el nombre de la compañera de trabajo de su hijo-… Pero con la infanta Cristina, sí que ha hablado y, por supuesto, entre ellas, todo seguirá igual: “Sí, todo igual, igual”.