Ainhoa Armentia intenta recuperar su discreta vida en Vitoria. Dos semanas después de la publicación de las fotografías junto a Iñaki Urdangarin, la analista contable se esfuerza por hacer vida “normal”: de lunes a viernes acude a trabajar al bufete Imaz & Asociados, donde conoció al ex duque de Palma, pero los fines de semana los pasa con sus dos hijos adolescentes. En los últimos días, Ainhoa se ha centrado en su faceta más personal y cotidiana, haciendo quehaceres domésticos y ejerciendo de madre de su niño pequeño, con el que demostró tener una relación maravillosa de complicidad y cariño. Juntos hicieron varios recados y una parada en la panadería de la que salieron portando una barra de pan.
La nueva compañera sentimental de Urdangarin está intentando pasar desapercibida para los medios de comunicación. El fin de semana, Ainhoa lució un look deportivo de lo más cómodo con gorra incluida. Según ha trascendido, ha abandonado el hogar que compartía con su marido, y se ha ido a casa de su padre, que vive a apenas cinco minutos de su madre (sus padres se separaron hace unos años, pero entre sus pisos apenas hay cinco minutos a pie.). En su familia ha encontrado su apoyo y su refugio, pues la situación que vive no resulta nada fácil.
Lejos de afianzar su relación públicamente, Ainhoa e Iñaki no se han vuelto a mostrar juntos desde la publicación de las imágenes de ambos dando un paseo por las playas de Bidart, en Francia. Los dos han decidido que todavía no es el momento para ser retratados juntos, y buscan refugio en sus respectivas familias, con las que se han encontrado en los últimos días con intención de encontrar el apoyo y la tranquilidad que necesitan en medio del gran revuelo mediático. De lunes a viernes, trabajan juntos. Pero los fines de semana los dedican a los suyos.
La repentina sobreexposición mediática de Ainhoa ha comenzado a pesarle a su familia más directa. Hasta el punto de que Vicente, su padre, ha dejado en los últimos días de tomar sus habituales vinos por el barrio de San Cristóbal donde Armentia se crió junto a su hermana. En este distrito obrero -nada que ver con la zona residencial donde vive la familia Urdangarin- viven todavía sus progenitores. Y allí se ha mudado Ainhoa, la inesperada protagonista de la actualidad, la mujer más buscada de España.