El destino quiso que se conocieran con las canciones de Enrique Iglesias como música de fondo, y de ese primer encuentro se cumplen diez años en este 2022. Una década en la que Ana Boyer y Fernando Verdasco han vivido con ilusión cada día, han formado una bonita familia con la llegada de sus dos hijos —Miguel, que en marzo cumple tres años, y Mateo, que acaba de cumplir uno— y se han convertido en inseparables. Tanto que juntos han sumado kilómetros de vuelo como para dar la vuelta al mundo muchas veces. Y es que, desde el momento en que se enamoraron, tuvieron claro que siempre que pudieran estarían unidos. Por eso, la hija de Isabel Preysler y sus hijos acompañan al tenista a la gran mayoría de países en los que juega. Ellos son el mejor talismán del deportista, que, a sus treinta y ocho años, sigue jugando al más alto nivel, dando lo mejor de sí partido a partido.
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En una de sus últimas visitas a España, días antes de San Valentín, Ana y Fernando han protagonizado para ¡HOLA! su posado más romántico, con las joyas de las colecciones Diamond, Rainbow y Three Wishes, de Rabat, y nos han hablado de cómo es su vida ahora, el secreto de sus cinco años de matrimonio, cómo los ha cambiado ser padres de dos hijos y han recordado cómo fue el día que se conocieron y qué impresión se llevaron el uno del otro.
—Ana, ¿cómo has comenzado el año?
—Muy bien. Tuvimos la suerte de poder empezar el año en Miami, en familia, así que fue un buen comienzo.
—¿Eres de las personas que empiezan enero con nuevos propósitos y sueños por cumplir?
—Normalmente, no me suelo poner propósitos para empezar el año. Soy más de ir poniéndomelos a lo largo del año, a medida que los vea claros.
—Este dos mil veintidós se cumplen diez años desde que Fernando y tú os conocisteis, ¿qué recuerdas de aquel primer encuentro? ¿Fue un flechazo?
—Fernando me pareció un chico simpatiquísimo y atractivo, pero, realmente, no llegué a conocerlo bien hasta más adelante, cuando ya nos vimos más veces.
“Compartimos absolutamente todo y siempre hemos pensado que juntos somos más fuertes”
—Si alguien te dice en ese momento que acabaría siendo el padre de tus dos hijos, ¿te lo habrías creído?
—Yo creo que era muy joven en ese momento para habérmelo creído, porque lo último en lo que estaba pensando entonces era en tener hijos. Pero seguro que no me habría sorprendido, porque Fernando fue siempre maravilloso.
—¿Cuándo te diste cuenta de que era el hombre de tu vida?
—Es muy difícil decir un momento. Es algo que fue pasando progresivamente a lo largo del tiempo.
—¿Cómo dirías que habéis evolucionado como pareja?
—Hemos evolucionado mucho y nos hemos ido adaptando el uno al otro. Creo que nos hemos compenetrado muy bien y hemos compartido todos nuestros proyectos de futuro.
—Este año también celebráis el quinto aniversario de vuestra boda, en Mustique, ¿qué balance haces?
—Estos años se nos han pasado muy rápido. ¡No me puedo creer que ya hayan pasado cinco! Hago un balance buenísimo y no podemos estar más agradecidos por tener a dos hijos tan preciosos.
—Dentro de poco es San Valentín, ¿qué soléis hacer?
—No solemos celebrarlo mucho. A veces, vamos a cenar o al cine, pero nos quedamos encantados con un plan de peli en casa también.
—¿Quién es más detallista de los dos?
—Yo creo que los dos somos detallistas. Nos gusta mucho cuidarnos el uno al otro y por eso tenemos siempre muy en cuenta los detalles y fechas importantes.
—Entonces, ¿nunca se os ha olvidado una fecha?
—Tenemos buena memoria y ¡hasta ahora no se nos ha olvidado nada!
—¿Guardas con especial cariño alguna joya que te haya regalado?
—Tengo varias muy especiales que guardo con muchísimo cariño y que me recuerdan a momentos que hemos vivido. Por ejemplo, un anillo con el que me sorprendió durante la semana de nuestra boda.
—Con Fernando has recorrido ya más de medio mundo, ¿cuál es el lugar más mágico para vosotros?
—Habiendo viajado tanto, tenemos recuerdos muy especiales de muchísimos sitios. Mustique, donde nos casamos, siempre será muy especial. También Estados Unidos, en un viaje en el que nos enteramos de que estaba embarazada, o nuestras primeras vacaciones con Miguel, en Vietnam.
“Fernando y yo hemos evolucionado mucho como pareja y nos hemos ido adaptando el uno al otro. Creo que nos hemos compenetrado muy bien y hemos compartido todos nuestros proyectos de futuro”
—Los niños viajan siempre con vosotros, ¿en cuántos países han estado ya? ¿Lleváis la cuenta?
—Al principio la llevábamos, pero ya la hemos perdido. Antes de cumplir un año, Miguel había estado como en veinte países distintos y como en treinta ciudades.
—¿Cómo se entretienen en los aviones?
—Están tan acostumbrados a viajar que lo llevan muy bien y, en general, no nos podemos quejar de cómo se portan. Miguel está empezando a entretenerse con alguna película y los dos se llevan también algún juguete.
—Seguís viviendo en Doha, pero venís a menudo a Madrid, ¿es fácil la logística de estar entre dos países?
—Seguimos viviendo en Doha y a Madrid venimos a visitar a nuestras familias cuando podemos. Viajamos tanto que ya no se nos hace difícil pasar de unos países a otros.
Reunión familiar en Miami
—Decías que la pasadas Navidades habíais estado todos en Miami, ¿cuánto tiempo hacía que no os reuníais?
—Hacía varias Navidades que no nos habíamos juntado todos. Nos hemos ido viendo en distintos momentos, pero no todos a la vez, así que ha sido una suerte que este año nos hayamos podido reunir y ha sido divertidísimo.
—Tu madre habrá estado muy contenta por veros a todos juntos, ¿estaba emocionada?
—¡Claro! A ella le encanta tenernos a todos juntos y, sobre todo, es que lo pasamos fenomenal cuando estamos reunidos.
—¿Cómo ves a tu hermana Tamara con todo lo que está logrando y con Íñigo a su lado?
—La veo muy feliz y es imposible estar más orgullosa de ella.
—Supongo que también habrán sido una fechas difíciles porque os habréis acordado mucho de tu abuela.
—Muchísimo. La echamos tantísimo de menos...
“Nuestros hijos y los de mi hermano Enrique, que tienen edades parecidas, se divierten muchísimo juntos y juegan un montón”
—Tu hijo Mateo ha cumplido su primer año en Miami, ¿era la primera vez que estaba con sus primos pequeños, los hijos de Enrique?
—Tuvo la oportunidad de estar con ellos el marzo pasado, así que ya se conocían.
—Tus hijos y los de Enrique tienen edades parecidas, seguro que forman una pandilla divertida.
—Se divierten muchísimo juntos y juegan un montón.
—Cómo es tu madre como abuela, ¿les consiente mucho o es estricta?
—Le encanta pasar tiempo con sus nietos. Es la más cariñosa del mundo. Todo lo estricta que era con sus hijos lo ha dejado de ser con sus nietos. Los consiente un montón y se adoran.
—¿Ha empezado Mateo ya a dar sus primeros pasos?
—Me parece que le queda poco, pero aún no los ha dado.
—¿Miguel y Mateo están muy unidos o tienen las típicas peleas de hermanos?
—Están unidos y se ve que quieren estar todo el tiempo juntos, pero también son un poco brutos y se pelean.
—A Miguel parece que le gusta el tenis, ¿a Mateo también?
—A Miguel, hoy en día, le gusta mucho el tenis, y a Mateo parece que también le interesa, aunque es muy pronto para decirlo porque todavía es muy pequeño.
—¿Cómo dirías que eres como madre? ¿Quién es más estricto de los dos, Fernando o tú?
—Intento hacerlo lo mejor posible y transmitirles día a día los valores que considero importantes en la vida. No sé cuál de nosotros dos es más estricto, porque creo que cada uno lo es con determinadas cosas…, pero, tal vez, Fernando lo sea un poco más.
—¿En qué os ha cambiado la vida ser padres?
—¡En absolutamente todo! Tus prioridades cambian, la forma de pasar tu tiempo libre es distinta, no es tan fácil encontrar momentos para dedicarte a ti mismo, etcétera.
—¿Os gustaría ampliar la familia en el futuro?
—No sabemos aún.
Habla Fernando
—Fernando, ¿cómo se presenta este dos mil veintidós para ti?
—De momento se presenta bien, gracias. Empiezo el año con muchas ganas y ojalá lleguen muchas cosas buenas en este dos mil veintidós. En lo que al tenis respecta, tengo ganas de poder volver a dar mi cien por cien, después de las lesiones que he tenido.
—Nos decías, en diciembre, que este año querías recuperar tu nivel de juego, después de una temporada complicada por la pandemia y por haber tenido que operarte en dos ocasiones, ¿cómo te estás viendo en las pistas?
—Me estoy viendo mejor y he conseguido hacer una pretemporada muy buena, que llevaba dos años sin poder hacerla.
—Tienes ya treinta y ocho años, eres de los veteranos en las pistas, ¿eso te hace ser más exigente aún con tu juego?
—Creo que lo más importante es encontrarse bien con uno mismo, que tu cuerpo responda bien cuando le metes altas cargas de entrenamiento y partidos y estar con mucha motivación.
“Me acuerdo perfectamente de cuando nos conocimos, pero hasta casi un año después no nos volvimos a ver… Luego me costó lo suyo conquistarla”, confiesa Fernando
—¿Ves pronto tu retirada o aún no piensas en ello?
—Prefiero estar centrado ahora en dar mi cien por cien este año y el tiempo dirá cuándo me tengo que retirar.
—Cuando llegue el día, ¿te gustaría seguir vinculado al mundo del tenis?
—Cuando llegue el momento, veré qué opciones tengo y ahí decidiré qué camino coger.
—Ana y tú tenéis vuestra firma de gorras, ¿os habéis planteado seguir juntos en el mundo del diseño?
—Cocowi era un sueño-hobby que quería materializar desde hace muchos años, ya que, desde niño, siempre me encantó usar gorras. Creo que hemos conseguido hacer una colección muy divertida y ojalá gusten mucho. El mundo del diseño siempre me ha encantado.
—Hacéis un tándem perfecto y compagináis bien vuestra vida personal y el trabajo, algo que no es fácil para muchos matrimonios, ¿cuál crees que es vuestro secreto?
—Creo que nuestro secreto es que, además de ser mi mujer, es mi mejor amiga. Compartimos absolutamente todo y siempre hemos pensado que juntos seremos más fuertes en todo lo que hagamos.
—¿Os ha cambiado mucho la vida ser padres?
—¡Ser padres creo que le cambia la vida a todo el mundo!
—¿Cuál es tu momento favorito del día con tus hijos?
—No hay un momento específico… Me encanta pasar tiempo con ellos, en el desayuno, jugando, yendo de paseo… Todo lo que sea compartir momentos con ellos para mí ya es algo especial.
—¿Quién crees que se parece más a ti y quién a Ana?
—Creo que los dos tienen cosas de Ana y cosas mías.
—Dentro de poco es San Valentín, ¿te gusta sorprender a Ana en las fechas especiales?
—Siempre me gusta, sí.
“Creo que nuestro secreto para compaginar bien nuestra vida personal y profesional es que, además de ser mi mujer, Ana es mi mejor amiga”, nos cuenta el tenista
—¿Te consideras un hombre detallista?
—Sí, mucho. Siempre me ha gustado serlo.
—Este dos mil veintidós se cumplen diez años del día que os conocisteis, en un concierto de Enrique, ¿qué recuerdas del aquel primer encuentro?
—Claro que me acuerdo perfectamente. Ahí fue cuando nos conocimos personalmente por primera vez, pero hasta casi un año después no nos volvimos a ver.
—Luego, ¿te costó conquistarla?
—Sí, me costó lo suyo —dice riendo—.
—¿Qué es lo que más te sorprendió de Ana cuando ya la empezaste a conocer mejor?
—Su forma de ser… Nunca había conocido a una persona con tanta madurez, sensatez y personalidad, además de cariñosa y buena persona. ¡Lo tenía todo!
—Como madre, ¿qué es lo que más destacas de ella?
—¡Todo! Es una madre ejemplar.
—Echando la vista atrás y repasando todo lo que habéis vivido juntos, ¿qué momentos han sido para ti los más importantes de vuestra historia de amor?
—El principio de nuestra relación, nuestras primeras vacaciones juntos, nuestra boda y el nacimiento de nuestros dos hijos.