Desde hace una semana, el nombre de Ainhoa Armentia ha dejado de ser anónimo para ocupar cientos de titulares en la prensa nacional e internacional. Su rostro ya no es ajeno para la opinión pública después de que el pasado 19 de enero se publicaran unas fotografías en las que aparecía dando un paseo de la mano con Iñaki Urdangarin. De la noche a la mañana, esta vitoriana de 43 años y con dos hijos se ha convertido en una de las mujeres más buscadas del país. Al día siguiente de que salieran a la luz las imágenes, acudió a su puesto de trabajo, en el despacho de abogados Imaz&Asociados, ubicado en el centro de la capital alavesa, y donde conoció al cuñado de Felipe VI. Con aparente serenidad, con paso firme, sin esconderse, ha acudido cada día puntual a la oficina rodeada de una nube de medios de comunicación que la han perseguido y ante los que no ha hecho declaraciones salvo para pedir respeto para su familia.
Esta madre de dos hijos de 17 y 13 años se presenta en una red social laboral como analista contable. En la descripción que hace de sí misma asegura tener "habilidad para enfrentar situaciones de desafío y superación. Alta capacidad de relación, trabajo, entusiasmo y energía. Emprendedora, polivalente y resolutiva". Estudió Administración y Gestión en el Instituto Ciudad Jardín, un centro de referencia en Álava en Formación Profesional, y ha completado su formación con varios cursos. En 2019 se incorporó al bufete Imaz&Asociados donde se dedica a la "atención y asesoramiento al cliente, gestión y presentación de modelos fiscales, facturación, contabilidad y relación con las diferentes administraciones". Tiene competencia básica en euskera y competencia profesional completa en inglés. Antes de este empleo fue administrativa en varias empresas de Vitoria.
- Todo lo que ha ocurrido desde que se publicaron las fotos de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia
Fue en marzo de 2021 cuando Iñaki Urdangarin entró a trabajar como consultor en este despacho en el que coincide con Ainhoa. De momento, cada uno accede por su cuenta al portal donde se encuentra ubicada la empresa. También salen por separado y no bajan a la calle a la hora de la comida. Mientras el exjugador de balonmano dijo al día siguiente de que se vieran las fotografías que "es una dificultad que gestionaremos con la máxima tranquilidad y juntos", Ainhoa no ha hecho comentarios públicos, a pesar de estar literalmente asediada por micrófonos. Sin embargo, y aún con toda la presión mediática, en ningún momento se la ha visto apresurando el paso, bajar la cabeza o taparse la cara. Siempre ha llegado con aparente tranquilidad, muy educada, en ocasiones dando los buenos días y asegurando que no tenía nada que decir, de manera tajante. Solo este lunes, antes de afrontar una nueva jornada laboral decidió aprovechar la presencia de los medios para pronunciarse y decir con gran rotundidad: "Os pido por favor que respetéis la intimidad de mi familia". Horas más tarde, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin emitieron un breve comunicado a la Agencia Efe en el que anunciaban que "hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial".
No es la primera vez que se sepa que Ainhoa Armentia se enfrenta al objetivo de una cámara de televisión. Hace tres años, concedió una entrevista con el medio local Gasteiz Hoy en el que hablaba de los Carnavales. Ella era una de las organizadoras de la comparsa del colegio Urkide, al que acuden sus hijos, y como miembro de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) dirigió unas palabras a la televisión durante el desfile, al que acudió disfrazada. "A disfrutar a tope de la carroza, de los desfiles, de los trajes...", dijo con gran naturalidad donde mostró su entusiasmo.