Con una breve nota el matrimonio formado por la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha dado comienzo a una nueva etapa en su vida al anunciar que han decidido "interrumpir su relación matrimonial" días después de que salieran a la luz unas fotografías del exdeportista con Ainhoa Armentia, su compañera de trabajo en el despacho de abogados Imaz&Asociados. "De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin", han comunicado a la agencia EFE.
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- ¿Dónde está la infanta Cristina?
Doña Cristina e Iñaki Urdangarin se conocieron en el verano de 1996, durante los los Juegos Olímpicos de Atlanta. Lo suyo fue un auténtico flechazo y, tras vivir sus primeros meses de noviazgo con la mayor discreción posible, la Casa Real anunció su compromiso. Fue el 29 de abril de 1997. Unos días más tarde, el 3 de mayo, la Infanta y su prometido se mostraron juntos, por primera vez, ante toda España mientras paseaban de la mano por los jardines de Zarzuela. "Hace algún tiempo que decidimos casarnos", dijo doña Cristina, con un traje de chaqueta blanco. "La boda será en Barcelona, aunque todavía no sabemos la fecha ni dónde será", añadió. En aquel momento, la Infanta confesó qué le había enamorado de Iñaki. "Su forma de ser". Él, por su parte, resaltó la "amplia calidad humana" de doña Cristina.
La boda se celebró el 4 de octubre de 1997 en la catedral de Barcelona y su 'sí, quiero' fue la culminación de un cuento de hadas. Doña Cristina estaba radiante con un traje firmado por Lorenzo Caprile y joyas de gran valor histórico y sentimental para la Familia Real española. Tras pedir la bendición a su padre con un leve movimiento de cabeza, la infanta Cristina le daba el sí quiero a Inaki Urdangarin. Don Juan Carlos se emocionó visiblemente y los aplausos de los invitados se fusionaron con el clamor de la calle, de los miles de ciudadanos que se agolparon a lo largo de todo el recorrido que hizo el cortejo nupcial. El banquete nupcial se sirvió en el Palacio de Pedralbes, donde se comenta que el entonces Príncipe de Asturias hizo el siguiente comentario a sus amigos más íntimos: "El próximo... soy yo".
La ceremonia, a la que asistieron unos 1.500 invitados entre miembros de las casas reales, representantes de las instituciones del Estado y de la sociedad civil, dio paso a los años más felices del matrimonio con la llegada de sus hijos. El 29 de septiembre de 1999 la pareja daba la bienvenida a su primogénito, Juan, en la clínica Teknon, de Barcelona, y Urdangarin explicaba ante la prensa su emoción por haber estado presente en el parto. "He vivido muchas cosas muy bonitas con la infanta pero nunca nada como estos diez minutos que nos han cambiado la vida". Además, daba detalles sobre la elección del nombre. "Es un nombre oportuno, bonito y solemne, y que nos dice muchas cosas. El abuelo de la infanta se llamaba así, el Rey también y mi padre".
El matrimonio tuvo la fortuna de revivir la experiencia de la paternidad en tres ocasiones más. El 6 de diciembre del año 2000 nacía Pablo Nicolás. "Ha sido maravilloso", aseguraba Iñaki. El 30 de abril de 2002 venía al mundo Miguel. "La primera reacción de Juan y Pablo fue de curiosidad. Lo han aceptado muy bien", contaba Urdangarin sobre la llegada del nuevo miembro a la familia. El 5 de junio de 2006 la felicidad del matrimonio se completaba con la pequeña Irene, ya que "cumple con todas las expectativas del planteamiento de familia que nos habíamos hecho".
Los bautizos de sus hijos, sus veranos en Mallorca con don Juan Carlos y doña Sofía, la boda de don Felipe y doña Letizia... el matrimonio era la viva imagen de la felicidad en todas sus apariciones públicas, sin embargo, la implicación de Iñaki Urdangarin en el Caso Nóos marcaría un nuevo rumbo en su relación. En 2009 se fueron a vivir a Washington y dos años después, al regresar a Barcelona, la Casa del Rey decidió relegar a Urdangarin de la actividad oficial. Su última aparición fue el 12 de octubre de 2011 con motivo del Día Nacional y unas meses después, el 29 de diciembre, quedaba oficialmente imputado por corrupción.
En 2013, coincidiendo con el proceso juficial, la infanta Cristina se estableció en Ginebra (Suiza) con sus cuatro hijos mientras que Urdangarin repartía su tiempo entre la ciudad suiza y Barcelona, donde mantenía su residencia para poder atender las necesidades de su defensa en el proceso judicial del caso Nóos.
El 12 de junio de 2018, tras un juicio en el que doña Cristina también estuvo imputada, pero salió absuelta, Urdangarin fue condenado a cinco años y diez meses de cárcel. Después de cumplir una primera parte de su condena en la prisión de Brieva (Ávila), en marzo de 2021, Urdangarin fue trasladado a la cárcel de Zaballa (Álava) tras serle concedido el tercer grado penitenciario. Después de unos meses en los que tuvo que pernoctar en prisión, finalmente ha conseguido poder dormir todos los días de la semana en la casa de su madre en Vitoria.
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La infanta Cristina, por su parte, sigue viviendo en Ginebra. Allí continúa con su trabajo y cuida de su hija pequeña, Irene, que estudia en un colegio de la ciudad suiza. El entorno de doña Cristina ha asegurado a ¡HOLA! que las fotografias de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia no han pillado por sorpresa a la Infanta. "Ella ya lo sabía. Está bien y tranquila. Solo le preocupan sus hijos", han señalado.
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