El famoso fabricante de whisky escocés Glenfiddich ha conseguido un hito: ha adaptado sus camiones de reparto para que funcionen con un biogás de bajas emisiones elaborado a partir de productos de desecho de su propio proceso de destilación de whisky, como parte de una iniciativa de sostenibilidad de ciclo cerrado. Usando una tecnología única, desarrollada en la última década por su empresa matriz, William Grant & Sons, la destilería transforma sus residuos de producción en un gas de combustible ultrabajo en carbono (ULCF) que produce un mínimo de dióxido de carbono y otras emisiones nocivas. Se convierte así en la primera destilería que procesa en su misma fábrica el cien por cien de sus desechos para después hacer con ellos un revolucionario combustible para sus camiones de reparto.

Hallan una nueva y sorprendente fuente de energía en los excrementos de vaca

En Reino Unido, se están llevando a cabo sorprendentes investigaciones para convertir los excrementos de vaca en una fuente de energía para pilas recargables de tamaño AA. La cooperativa láctea Arla junto con la empresa GP Batteries han llevado a cabo esta iniciativa, que podría ser la solución a la crisis energética, ya que aseguran que un kilo de excremento puede producir 3,75 kilovatios a la hora, lo que equivaldría a tener una aspiradora funcionando cinco horas. La empresa ya ha conseguido utilizar los desechos de sus granjas para generar energía para su flota de camiones.

Obras de arte que te dejarán helado

Hay personas a las que no les importa pasar frío en paisajes gélidos si se trata de hacer obras de arte, y eso le ocurre a Pasi Widgreen, un arquitecto y artista finlandés capaz de hacer impresionantes figuras de animales en lagos congelados. Una de sus últimas creaciones ha sido un gigantesco zorro, de 90 metros, con el que decoró el lago Pitkäjärvi, en el sur de Finlandia. Para hacer sus dibujos utiliza tan solo su imaginación y una pala, con la que va haciendo surcos en el hielo y moviendo la nieve. Un arduo trabajo para un resultado efímero, ya que en cuanto vuelve a nevar sus obras desaparecen. También en Alemania encontramos a otro artista del hielo, el pintor Michael Yu, quien, con una escoba, cuerdas y un gancho de hierro, ha dibujado en un lago del estado de Brandemburgo la flor de la vida (abajo).