Patricia Conde y Carlos Seguí parecen haber enterrado el hacha de guerra. Tras años de una dura batalla legal en los tribunales, la polifacética presentadora y actriz y su exmarido, que son padres de Lucas, de ocho años, parecen haber olvidado los motivos de su enfrentamiento, han hecho las paces y ahora tienen una estupenda relación.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Así se desprende del largo encuentro que mantuvieron en un restaurante de Madrid, donde la también modelo y el empresario mallorquín estuvieron junto a su hijo, sentados en la misma mesa y compartiendo risas y una amena conversación. Cinco horas después, Patricia y su hijo, Lucas, se fueron por un lado, y Carlos, por otro.
Sin embargo, este encuentro marca un antes y un después en la relación del exmatrimonio, que, tras un divorcio muy complicado, en el que mantuvieron, como decíamos, un duro enfrentamiento judicial, con cruces de demandas por la custodia del pequeño y con acusaciones de malos tratos psicológicos incluidas, parecen haber entendido que esta es la mejor solución por el bien de su hijo en común.
Patricia y Carlos se casaron en junio de 2012, en La Granja de Esporles, propiedad mallorquina perteneciente a la familia Seguí. Un mes después de la boda, la guapa vallisoletana daba la noticia de que esperaba un hijo y, apenas año y medio después del enlace, anunciaron su separación mediante un comunicado. En ese momento, el hijo de Patricia tenía nueve meses.