Santi Millán ha protagonizado la última entrega de Planeta Calleja, el programa de Jesús Calleja en Cuatro, y se ha sincerado sobre diversos aspectos de su vida privada. El actor, que sigue al frente del formato Got Talent en Telecinco, ha viajado hasta Etiopía con el aventurero y durante su ruta por el país africano ha sacado su lado más personal. Ha narrado la dura experiencia que vivió al inicio de la pandemia, cuando su padre falleció por coronavirus. "Solo yo pude despedirme de él", ha dicho con mucho dolor. También ha hablado de su mujer, la realizadora Rosa Olucha, y de sus dos hijos adolescentes, Marc, de 16 años, y Ruth, de 14. "Hemos tenido crisis graves, pero siempre han sido una oportunidad. Ahora estoy viviendo el abandono del nido", ha asegurado.
El intérprete, de 53 años, ha reconocido que pasó "mucho miedo" porque vivió la pandemia "en primera persona". "Mi padre murió de covid. Mi padre enfermó en la primera ola, en los primeros días, en ese momento en el que realmente no sabes absolutamente qué está pasado. Yo pude entrar con mi padre al hospital y pude quedarme con él porque era dependiente (tenía Alzheimer). Estuve una semana con mi padre en la habitación, día y noche. No había ni geles hidroalcóholicos ni mascarillas... y murió allí", ha recordado con emoción. "Es una situación complicada, dura, sobre todo, por las circunstancias, porque por naturaleza tú sabes que si todo va bien, tú verás morir a tu padre, eso es ley de vida, pero mi madre no lo pudo ver, mis hermanos tampoco... yo tuve la suerte de poder estar con él hasta el último día", ha añadido.
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"Lloré mucho", ha confesado, pero ha intentado hacer el duelo de la mejor manera posible y refugiándose en el humor. "Es muy importante el humor como herramienta para tirar para adelante, es básico, las cosas son como son y después está cómo te las tomes tú. En nuestra sociedad vivimos de espaldas a la muerte, la ignoramos, vivimos y creemos que somos eternos. Y pienso que es un error. Porque la gente cree que ser consciente de la muerte te hace vivir peor la vida y yo creo que es al contrario. Ser consciente de que te vas a morir te hace que disfrutes cada minutos de la vida", ha asegurado.
Para el actor su familia ha sido clave en este proceso. Está casado con Rosa Olucha desde 2009 y tiene dos hijos, Marc y Ruth. "Estoy en un momento muy divertido, en el momento del abandono del nido. Tú has estado a su servicio y llega un momento que te dicen: 'Ya está, que me voy", ha contado al aventurero. Pero cree que debe ser así porque "la función de un padre es hacer independientes a sus hijos cuanto antes". Además, ha dejado claro que sus hijos no le han coartado la libertad en ningún momento. "Fue una decisión mía consciente y meditada de lo que suponía. Ha sido una elección personal. El problema es que mucha gente idealiza la paternidad y no es perfecta, pero es que yo creo que tiene que ser así", ha asegurado.
Con gran sinceridad, ha revelado que su matrimonio no ha sido siempre un camino de rosas. "El buen rollo con mi mujer es a ratos, como en todas las familias, pero yo creo que tenemos una relación muy buena porque, sobre todo, tenemos una relación de amistad, de familia", ha manifestado. Llevan juntos dos décadas y en estos años "hemos pasado muchas crisis y hemos pasado crisis graves", pero han sabido salir de ellas bajo el lema de "la crisis es una oportunidad". Y ha explicado cómo han resuelto todos esos baches. "Una crisis grave la resuelves intentando empatizar, poniéndote en la posición dle otro. Tienes que hacer el ejercicio de pensar que igual el que está equivocado eres tú. Entonces, desde ese planteamiento, la escucha es más activa, es diferente. Porque cuando tu escuchas pensando que tienes la razón, no escuchas, simplemente estás esperando a que se calle, para decirle: 'No'. Cuestiónate siempre, porque el concepto de verdad no es absoluto. Tú tienes tu verdad y yo tengo la mía".