Los inicios pocas veces son fáciles, pero si tienes suerte te dará para disfrutar del éxito y de grandes historias. Es lo que le ha pasado a Manuel Alejandro, el mejor compositor de música española de la historia de nuestro país, de 89 años. El artista ha compuesto para los más grandes cantantes españoles como Rocío Jurado o Julio Iglesias, y es el autor de algunas de sus canciones más famosas, por ejemplo Lo mejor de tu vida, Es el viento, Como una ola o Señora. Pero cuando comenzaba de la mano de Raphael, sus recorridos no eran para nada glamurosos puesto que le acompañaba al piano por todos los clubs de alterne de Madrid, en donde se encontraban con problemas con frecuencia: "Ellas nos daban besos y los chulos se enfadaban y nos esperaban para pegarnos", ha recordado el artista sobre sus comienzos. No fue hasta la canción "número veintitantos" que cambió el recorrido de su carrera juntos, que no fue otra que Yo soy aquel.
- Raphael y su compositor fetiche, Manuel Alejandro, ponen en pie al Teatro de la Zarzuela
Una canción que tenía un origen mucho más romántico en la historia de amor del artista y su mujer, Purificación Casas. Tal y como le ha contado Manuel Alejandro a Pablo Motos, toda su carrera ha estado llena de canciones que escribía pensando en su mujer, incluso cuando tenía que ser de desamor era imaginando qué pasaría si ella ya no le quisiera. "La primera canción que le dediqué fue Yo soy aquel, yo la escribí en el 65 y salió en el 66", ha comentado el compositor, que se ha emocionado mucho al recordar a su esposa, fallecida en marzo de 2021 a causa del covid. "Ella era divina", ha dicho, tras confirmar que pasaron 57 años juntos viviendo "el día a día".
- Fallece Purificación Casas, mujer del compositor Manuel Alejandro
Manuel Alejandro es además el padrino de Alejandro Sanz, pero no se habían visto desde el bautizo del artista hasta el pasado año. Cinco décadas en las que el artista ha continuado su trabajo como compositor, aunque a él le gusta más llamarse "escribidor de canciones", mientras que el cantante se convertía en el éxito que es ahora. El letrista ha contado además el especial significado que tiene el trabajo que hicieron juntos: "Era la primera vez que me veía en persona o me tocaba. Además, la última canción, la que le he escrito, Y ya te quería, fue la última canción que mi mujer escuchó en mi maqueta. Porque no llegó a oírla en la voz suya".
El boli del que salen los éxitos
Otra de las divertidas anécdotas que ha contado Manuel Alejandro, uno de los artistas más talentosos de nuestro país, ha sido la de su boli, con el que ha escrito todos los éxitos que llevan su nombre. Se trata de un esferográfico con cuerpo metálico que le ha acompañado durante toda su carrera y que, en un momento de mala suerte, cayó al agua y parecía haberse perdido para siempre. "Estaba viviendo con Julio [Iglesias] en Indian Creek y me iba todos los días al embarcadero a leer y a anotar cosas y se me cayó por uno de los huecos del madero. El canal de Julio tiene una anchura que pasan trasatlánticos, y se ve que hay cieno de siglos. Y se me cayó y seguramente se hundiría. Pero el tío llamó a un equipo de buzos hasta que lo encontraron", ha explicado el letrista ante los aplausos del público.
Pero no fue la única, como es natural en tantos años de carrera, hubo otra menos aparatosa pero también reseñable: "Una vez lo perdí en un hotel grande, y yo creía que alguien me lo había quitado y entonces se lo dije al director del hotel. Y el día antes de irme reunió a toda la plantilla que todos serían expulsados si no aparecía el bolígrafo Parker dorado", y finalmente reapareció.