Lo llaman el encantador o susurrador de caballos. Santí Serracamps es considerado uno de los mejores domadores de equinos. Es una estrella en esa técnica y cuenta con amigos y admiradores de la talla de Cayetano Martínez de Irujo. Sin embargo, no se siente el protagonista de sus espectáculos: “El animal es el protagonista de mis shows , yo solo estoy en la pista para ayudarlos”, explica Santí, que está terminando un documental sobre su vida y escribiendo un libro.
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Lleva toda su vida preparándose para dominar este arte: “Por las tardes, al terminar la escuela, cogía mi bici y me iba a las cuadras de mis padres a jugar y aprender de los caballos, hasta que me quise dedicar a ellos”, recuerda. “Empecé a estudiar a fondo los caballos salvajes , cómo se relacionaban… Aprendí que lo más fácil para ellos es intentar comunicarse con su lenguaje. Yo no he inventado ninguna disciplina, solo intento hablar su mismo lenguaje”.
Viaja por todo el mundo enseñando su doma, pero, hace unas semanas, fue noticia por un vídeo de Instagram. Recibió críticas de algunas entidades de protección animal tras compartir en esa red social unas imágenes de él, en Dubái, viajando en un coche de golf conducido por un orangután. “Me criticaron sin saber lo que decían. No me siento animalista, pero sí un gran amante de los animales. Vivo para ellos, para protegerlos y salvar sus derechos”, apunta Santí, que estaba visitando un centro de protección de animales en Emiratos Árabes. “Esos primates conducían un vehículo eléctrico como parte de un juego para tener su mente entretenida. Son animales rescatados de personas que no los tienen en las condiciones justas, pero, como nacieron y se criaron entre humanos, necesitan el calor y el juego humano», explica. «Solo sé una cosa: si fuera un animal, si pudiera elegir, viviría en ese centro de Dubái, sin cercados eléctricos, con juegos, distracciones y playa…”.