Carolina de Mónaco y sus hijos lo tienen claro. Cuando llega la temporada invernal, su destino favorito es la estación suiza de Gstaad . Los príncipes Pablo y Marie Chantal de Grecia y su familia, al igual que Sir Norman y Lady Elena Foster, sin embargo, son asiduos de la también localidad alpina de St. Moritz. Aunque otros pueblos suizos, como Verbier, también tienen entre sus ilustres visitantes a varios miembros de la realeza —los Príncipes Federico y Mary de Dinamarca, los duques de Cambridge y las princesas Beatriz y Eugenia de York, sin ir más lejos—, Gstaad y St. Moritz ocupan el podio del glamour y el lujo entre los resorts de esquí más solicitados de Suiza.
De Carlota Casiraghi a Madonna
Convertido en refugio invernal del Alberto I de los belgas a principios del siglo pasado, la popularidad de Gstaad fue creciendo gracias a su cercanía con uno de los internados privados más exclusivos del mundo, Le Rosey, uno de los colegios donde estudian los hijos de aristócratas y primeras fortunas del mundo. Situada a 1.000 metros sobre el nivel del mar, alcanza una altura de 3.000 metros en el Glaciar 3000, su gran atractivo son los más de 220 kilómetros de pistas en las que se pueden practicar todos los deportes de invierno, 56 de ellas sólo para principiantes, con las que cuenta. Considerada una de las mejores estaciones para ejercitarse en el esquí de fondo, allí también puede practicarse el esquí glaciar o desde un helicóptero.
En los años 60 fue elegida por la revista Time el it place de la aristocracia europea, convirtiendo a Gstaad en un destino muy apetecible para las estrellas de Hollywood y la jet set internacional. Desde Jackie Kennedy a los actores Roger Moore, Elizabeth Taylor, Julie Andrews y su marido, el cineasta Blake Edwards, Roman Polanski, Jack Nicholson o Michael Jackson se han paseado por este encantador refugio alpino en el que las casas tradicionales de madera conviven con hoteles de gran lujo. Entre ellos, uno especialmente emblemático es el Gstaad Palace, uno de los primeros en ofrecer entre sus reclamos un jacuzzi al aire libre.
Otros hoteles de cinco estrellas, el Park Gstaad y el Alpina, brindan sus propios atractivos a sus huéspedes. El último, además de su spa de renombre mundial y su ecléctica colección de arte, ofrece a sus clientes el traslado a la estación a bordo de un Tesla Model X. El Grand Bellevue, con sus chalets además de suites, cine privado, un exclusivo lounge para el après ski y, por supuesto, spa, ha sido el elegido por Madonna para pasar este año sus vacaciones de invierno rodeada de sus seis hijos.
El bulevar Promenade es el epicentro de las compras, con la presencia de establecimientos de Chanel, Gucci, Louis Vuitton, Cartier o Hermés. En la misma avenida, el bistró Rialto es el habitual de Carlota Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, así como de las hermanas Ecclestone, el diseñador Valentino, Anne Hathaway o Lapo Elkann.
St. Moritz y su clima champán
Probablemente la estación de esquí más famosa y con más tradición del mundo es St. Moritz. Con más de 150 años de antigüedad, su dominio esquiable, llamado Alta Engandina, a 1.856 metros de altura, cubre 350 kilómetros de pistas y casi 60 remontes en varias montañas o zonas distintas y no conectadas entre sí. La estación está situada en Dorf, en cuyas dos calles principales se encuentran las boutiques de las marcas más lujosas y con acceso directo en funicular a las pistas de Corviglia.
Ha sido sede de dos Juegos Olímpicos de Invierno y de Campeonatos Mundiales de Esquí y cuenta con un lago helado en el que se celebran partidos de polo, críquet y hasta carreras hípicas sobre hielo, como sus famosas White Turf, que se han llevado a cabo desde 1907. Pero uno de los principales reclamos para royals y vips de St. Moritz es sin duda el clima —al que llaman clima champán porque es dorado, fresco y seco—, ya que su orientación le permite disfrutar de 322 días de sol y eso, en un país como Suiza, sí que es un auténtico lujo.
Entre sus asiduos, además del mencionado matrimonio formado por Norman y Elena Foster y sus dos hijos, Paola y Eduardo, que cuentan con casa propia (Chesa Futura, un edificio construido por el propio arquitecto británico en el que se reservó un apartamento para su familia), se encuentran los príncipes herederos de Grecia, George Clooney o la supermodelo Claudia Schiffer.
Como anécdota, sus montañas heladas sirvieron de escenario natural a varias secuencias de la película House of Gucci. De hecho, el malogrado Maurizio Gucci, encarnado en la ficción por Adam Driver, poseía cuatro chalets en St. Moritz y su viuda, Patrizia Reggiani (a la que da vida Lady Gaga), mantuvo varias disputas con el heredero de la firma de lujo italiana por estas propiedades.
Junto con su amplia y variada oferta gastronómica —las otras estrellas de estos parajes son las Michelin de sus restaurantes— otros atractivos de St. Moritz son el Pico Pitz Muriel (2.349 metros de altitud), un increíble mirador desde el que disfrutar de espléndidos paisajes, o la Torre Inclinada, que data del siglo XII, tiene 33 metros de altura, es uno de los símbolos principales de la localidad alpina y no tiene nada que envidiar a la famosa Torre de Pisa. Y si los intereses del visitante están más relacionados con la cultura, St. Moritz cuenta con algunas de las galerías de arte más prestigiosas del mundo, el lugar idóneo para grandes coleccionistas.