El mundo de la arquitectura está de luto por la pérdida de uno de sus grandes referentes. Ricardo Bofill Levi, que tenía 82 años, ha fallecido la mañana de este viernes en Barcelona, ciudad en la que nació y en la que desarrolló gran parte de su carrera profesional, en la que ha estado activo hasta el último momento. Además de su extensa trayectoria profesional, el éxito también le sonrió en lo personal. De sus matrimonios con Annabelle d'Huart y Serena Vergano nacieron sus dos hijos, Pablo y Ricardo Emilio, respectivamente. Este último, que hablaba hace dos años para ¡HOLA! de su discreta vida actual, alcanzó una gran popularidad mediática a comienzos de la década de los 90 gracias a su matrimonio con Chábeli Iglesias. Posteriormente compartió su vida con la cantante Paulina Rubio.
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Será dentro de dos semanas, concretamente los próximos 26 y 27 de enero, cuando el prestigioso arquitecto será despedido por familiares, amigos y admiradores de su trabajo. El homenaje tendrá lugar en la sede del estudio en el que ha estado creando sin parar durante décadas. Hay que remontarse a 1963 para situarnos en la fundación de su propio taller de arquitectura, ubicado en la antigua fábrica de cemento de Sant Just Desvern y del que actualmente están al mando sus dos hijos con la intención de emular el Renacimiento, cuando los estudios de arte duraron generaciones. Poder trabajar diariamente con su padre, según Ricardo, le ha dejado importantes lecciones entre las que destaca "la disciplina militar cuando tienes que prepararte para proyectos".
Para Ricardo y Pablo, el gran legado que deja su padre no es solo su extensa obra sino el equipo humano que ha creado en su taller. Bofill Levi, que tiene en su haber la Cruz de San Jordi, el Vittorio de Sica Architecture Prize y es Doctor Honoris Causa por la Universidad francesa de Metz y la de Hamburgo (Alemania), apostó desde el principio por rodearse de un equipo heterogéneo e internacional en el que no solo hubiese arquitectos. Así, tenía a su lado al crítico literario Salvador Clotas, al poeta José Agustín Goytisolo o a la economista Julia Romea. También estaba cerca su hermana Anna, con la que compartía profesión aunque ella era a su vez música. Su característico espíritu transversal lo mantienen sus hijos, quienes desarrollan proyectos de ciudades inteligentes para diferentes partes del mundo como China, Rusia o la India.
Sus obras más reconocidas
Nacido en 1939 en la ciudad condal, Bofill, hijo del también arquitecto Emilio Bofill y Benessat, ha desarrollado una amplia carrera arquitectónica (alrededor de mil obras en cuarenta países) marcada por la innovación y el riesgo. En sus inicios profesionales creó conjuntos de vivienda colectiva como los conocidos Walden 7 y la Muralla Roja, ambos situados en Barcelona. Tiempo después se encargó de las infraestructuras de la terminal 1 del Aeropuerto del Prat además de poner su sello en la sede corporativa de Shiseido Ginza en Tokio y en la de Cartier en París. Además, ha trabajado proyectos más actuales como la Universidad Mohammed VI con sedes en Ben Guerir y Rabat. Siempre cuestionando el pensamiento dominante en la arquitectura, ha dejado varios proyectos en curso.