Tras vivir una gran noche con su familia en el estreno de su serie documental, Raphael concedió una entrevista a El Objetivo, el programa de Ana Pastor en laSexta, para hablar de este proyecto tan íntimo que puede verse desde este jueves en Movistar+. El artista (Linares, Jaen, 1943) recorrió su excelente carrera profesional y se detuvo en uno de los sucesos más importantes de su vida, cuando tuvo que ser trasplantado del hígado. Con gran sinceridad, el intérprete de Yo soy aquel explicó cuál fue el motivo que le llevó a esa dramática situación en el año 2003. "En ese momento mi vida se iba, además, por una memez absurda que fui aumentando sin darme cuenta y todo por dormir, por dormir, por descansar... y se formó una pelota que pudo costarme la vida", comenzó diciendo.
Raphael aseguró que "no bebía por el hecho de beber". "Yo quería dormir", aclaró, y recordó que aquella pesadilla "empezó en los aviones y después en los hoteles cuando pusieron los minibar". "Y me bebía una, luego dos... y dormía como un lirón, toda la noche, y al otro día podía cantar como los ángeles, bien descansado, pero claro, me estaba pudriendo un órgano vital", reconoció el artista. "Yo he dormido muy mal casi siempre. Últimamente duermo de maravilla, desde que me trasplantaron", puntualizó.
El problema de salud del artista cayó como un jarro de agua fría en su familia. "Fue todo muy dramático porque además había que esperar. Primero a que me tocara el turno y segundo a que ese turno que me tocara me viniera bien, porque no todos valen para todos", explicó. Afortunadamente, Raphael pudo salvarse y se emociona al hablar del donante que le salvó la vida. "Yo tengo la suerte y el honor de haber sido trasplantado por una persona que dio su vida a cinco, lo aprovechamos cinco", dijo con los ojos llorosos.
- Raphael vive una gran noche con Natalia Figueroa, sus tres hijos y Manuela, su nieta mayor
En aquellos momentos tan complicados, el cantante contó con el apoyo incondicional de su mujer, Natalia Figueroa, y sus tres hijos, Jacobo, Alejandra y Manuel. De hecho, Jacobo Martos, su primogénito, recuerda con esta frase cómo fue el día en el que su padre volvió a la vida. "Normalmente los padres vemos nacer a nuestros hijos, pero aquel día vi nacer a mi padre". Raphael, al escuchar de boca de Ana Pastor estas palabras, explicó por qué fue su hijo mayor el primero en verle tras el trasplante. "Como solo podía pasar una persona a la habitación, Natalia, siempre con su certera forma de llevar las cosas, en vez de pasar ella dijo que pasara Jacobo, que era el mayor. Y ahí tienes la escena más importante de mi historia, que es abrir mis ojos y ver los de mi hijo mayor".