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Mientras el caso de Novak Djokovic sigue su curso y las investigaciones continuan para determinar si juega o no en el Open de Australia, que se celebrará del 17 al 30 de enero en Melbourne, su familia sigue al pie del cañón en su defensa y han comparecido en rueda de prensa desde Serbia para mostrar su indignación ante el trato recibido por el tenista. El número uno del tenis mundial podría ser deportado de Australia por no cumplir con los requisitos sanitarios impuestos para acceder al país durante la pandemia. Aunque el juez Anthony Kelly revocó la decisión de anular el visado de Djokovic, argumentando que al tenista no se le había dado suficiente tiempo para responder y consultar con sus abogados, las autoridades de inmigración tiene aún la posibilidad de impedir al jugador serbio que juegue el primer Grand Slam de la temporada en caso de considerarlo una amenaza para la seguridad sanitaria de sus ciudadanos.
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Novak Djokovic no se ha vacunado contra el covid, pero alega que contrajo dicha enfermedad recientemente. Sus abogados aseguran que contrajo el virus el 16 de diciembre, con un primer test positivo. La vacuna es obligatoria para entrar en Australia, pero hay exenciones temporales para las personas que aunque hayan contraído el covid en los últimos seis meses. La defensa de Djokovic alega que el torneo australiano dio por válido haber pasado la enfermedad, pero eso no es lo que exige el gobierno australiano. Sin embargo, el hecho de que el campeón de 20 Grand Slams asistiera a un acto el mismo día de su supuesto positivo, el 16 de diciembre, y al día siguiente acudiera a una ceremonia organizada por la Federación de Tenis de Belgrado en el Novak Tennis Centre, donde se le pudo ver sin mascarilla mientras participaba en una entrega de premios con jóvenes tenistas serbios, ha puesto en entredicho su defensa.
Entretanto su familia encabeza las protestas en pleno juicio con el gobierno australiano. Los padres del serbio, Srdjan y Dijana, y su hermano pequeño Djordje hablaron desde Serbia para exponer la "tortura" que ha sufrido durante el tiempo que ha estado retenido en Australia. Tanto ellos como su esposa Jelena han sido siempre el gran apoyo del tenista.
Su padre Srdjan, uno de sus más férreos defensores, está casado con su mujer Dijana con la que posee una pizzería y se dedica a gestionar parte de la fortuna de su hijo, Fue tenista de mesa y un gran esquiador en su juventud y encabeza las protestas en favor de su hijo. En su última comparecencia aludió que Novak "es una roca mental, nunca ofendió a nadie, siempre trata de ayudar, no al contrario. Tiene tanta fuerza mental que estoy seguro de que saldrá más fuerte de esta, todavía le quedan por ganar 10 Grand Slams". Sorprendentes son sus declaraciones en las que compara a su hijo con Jesucristo o se refiere a él como el "Espartaco del mundo libre". Después de que le fuera retirada la visa al jugador llegó incluso a pedir que la reina Isabel interviniera en el caso.
Dijana, la madre del tenista de origen croata, expuso que "Novak no hizo nada en contra de las leyes australianas, pero fue maltratado de la forma que hemos visto, y conoceremos más detalles pronto". "“Hemos pasado por momento muy complicados. Hubo un momento que no sabíamos si estaba bien, no podíamos hablar con él. Novak no tuvo ni su teléfono móvil, no sabíamos si estaba enfermo o qué sentía. Toda madre entenderá lo que sentí en momentos así, esta ha sido la mayor victoria de su carrera", declaró.
Djordje, el hermano menor de Djokovich, quiso mostrar su agradecimiento a la gente que les ha apoyado, a la justicia y señaló que no se trata de una cuestión deportiva: "Se trata de que se cumpla la justicia y la verdad. Ha sido un proceso realmente difícil para la familia, queremos que se acabe para poder dormir. No es una cuestión de tenis".
Djokovic está casado desde hace siete años con el gran amor de su vida Jelena Ristic, su novia desde la adolescencia, con quien tiene dos hijos, Stefan, de siete años, y Tara, de cuatro. Tras dejar su trabajo, se puso al frente de la Fundación Novak Djokovic, para la educación de los niños más desfavorecidos de Serbia. Durante estos días ella también le ha mostrado su total apoyo y lo ha hecho con una romántica fotografía y un mensaje en un día muy importante para ellos, ya que este 7 de enero celebran la Navidad los cristianos ortodoxos. "Es Navidad para nosotros. Mis deseos para todos es que estéis felices, sanos, seguros y con vuestras familias. Ojalá estuviésemos juntos hoy, pero mi consuelo es que al menos estamos sanos y que creceremos a partir de esta experiencia", comienza Jelena para después agradecer todo el apoyo que ha recibido su esposo. "Gracias, querida gente de todo el mundo por utilizar vuestra voz para mandar cariño a mi marido. Estoy respirando hondo para calmarme y encontrar gratitud (y comprensión) en este momento por todo lo que está pasando. La única ley que deberíamos respetar todos a través de todas las fronteras es amor y respeto por los demás seres humanos. Amor y perdón nunca es un error, sino una fuerza poderosa. Os deseo lo mejor", sentenció.
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