En la ficción, las mujeres de la familia Crawley jamás bajaban a las cocinas de Downton Abbey. Las amas y señoras del castillo solo se movían por la planta noble y tenían casi vedado el acceso a los fogones y las otras zonas de trabajo del personal de servicio. En la realidad, Lady Fiona Carnarvon, mujer de George Herbert, octavo conde de Carnarvon, disfruta cocinando e intercambiando secretos culinarios con el chef de Highclere Castle, el escenario donde se rodó la exitosa serie de televisión.
“Me encanta cocinar y también tenemos un equipo muy hábil en las cocinas del castillo”, explica Lady Fiona, que, desde hace veinte años, está casada con el conde de Carnarvon y, desde 1999, es el alma de Highclere, una de las mansiones de campo más grandes, bellas y famosas de Inglaterra: una casa con mil trescientos años de historia, 300 habitaciones y más de 2000 hectáreas de jardines, bosques y granjas.
“La comida y la cocina están en el corazón de todas las culturas y de todas las familias, así que me gusta incluir esto en mis libros”, añade la aristócrata en conversación con ¡HOLA! Lady Fiona acaba de publicar en Reino Unido Seasons at Highclere. Gardening, growing and cooking through the year at the real Downton Abbey (Penguin Random House), una obra en la que revela sus consejos de jardinería y sus recetas favoritas para las diferentes épocas del año: desde un sencillo pícnic familiar hasta una gran cena formal en el Comedor de Estado. Entre sus platos de cabecera para esta fechas figuran la lasaña de setas salvajes, la sopa de zanahoria y jengibre, la crema de apio y manzana, y los vegetales de invierno al curry.
Vivir como una condesa
La condesa de Carnarvon define la tarea de ser ama de casa de este palacio como “un privilegio y una responsabilidad” y como una vida “extraordinariamente ocupada”. Cuando se casó con George Herbert, al que llama cariñosamente Geordie, también se casó con esta inmensa propiedad, que originariamente fue la residencia de los arzobispos de Winchester y que la familia Herbert adquirió en 1679. El aspecto actual del castillo, de estilo victoriano, es obra del famoso arquitecto sir Charles Barry, el mismo que construyó el palacio de Westminster, en Londres.
“Hemos pasado unas fiestas tranquilas. El 2021 fue un año desafiante en términos de salud mental y financiera y creo que todos estamos bastante cansados”
“Si no construyes castillos en el aire, no construirás nada en la tierra”, dice la aristócrata, citando al autor francés Víctor Hugo. Ella y su marido, que es ahijado de la Reina de Inglaterra, tenían grandes sueños para Highclere y los han hecho realidad. Julian Fellowes, creador de Downton Abbey, es amigo de toda la vida de los condes y, cuando empezó a escribir la serie de televisión, lo hizo pensando en el castillo de Highclere como escenario principal. Fiona y George Herbert no dudaron en aceptar la propuesta de Fellowes y fueron verdaderos visionarios. El éxito de la ficción británica superó todas las expectativas.
La primera temporada de la serie se rodó en Highclere en 2010. Fue tal el éxito, que siguieron otras cinco temporadas vistas por más de 270 millones de espectadores en todo el mundo. La primera película se estrenó en 2019 con elogios de la crítica y una gran recaudación en taquilla. A comienzos de 2022, los Crawley volverán a la gran pantalla con una secuela, que ya tiene título oficial: Downton Abbey: A New Era . La serie y la película han atraído a millones de visitantes en esta última década —más de 100.000 al año, además de unos 15.000 niños en edad escolar—, aunque estos dos años de pandemia están castigando duramente la economía del castillo y poniendo a prueba el ingenio de los condes de Carnarvon.
Un castillo en tiempos de pandemia
Tras el estallido de la crisis sanitaria, Highclere tuvo que cerrar sus puertas. “Fue como caer de los acantilados blancos de Dover y golpear con bastante fuerza sobre los guijarros antes de que tuviéramos tiempo de abrir el paracaídas”, reconoce la condesa. El año pasado, solo pudieron abrir la casa al público durante tres meses y a menos del 60 por ciento de su capacidad habitual. Eso les obligó a despedir a un tercio de su personal. También tuvieron que pedir dos préstamos para cuadrar las cuentas de la mansión. Además, vendieron algunos bienes.
Mientras el conde se ocupa de la administración de la propiedad y se mantiene fuera de los focos, la condesa es el rostro de Highclere. Pero también tiene una gran mente para los negocios. La mayor de seis hermanas de una familia adinerada de Fulham, en el oeste de Londres, Lady Fiona estudió inglés y alemán en la universidad de Saint Andrews —la misma donde se formaron el príncipe Guillermo y Kate Middleton— y luego trabajó como contable. Hablamos con ella sobre su nuevo libro, sobre Downton Abbey, sobre lo complicado que es dirigir una propiedad como esta —y más en tiempos de pandemia— y sobre cómo se pasan las fiestas en una de las casas más grandes y bellas de Inglaterra.
—Condesa, ¿cuál es la mayor dificultad de dirigir una casa con trescientas habitaciones?
—Siento alegría de tener algo de experiencia en la gestión del castillo. Lo he reparado y reformado tantas veces que es como un viejo amigo y ahora me dice lo que necesita. Los desafíos dependen sobre todo de la época del año y, también, de los eventos que estemos haciendo. Hemos tenido algunas ideas brillantes en términos de encontrar nuevos roles para varias salas del castillo en esta época particular de su vida.
—¿Conoce todas las salas y habitaciones o aún le queda alguna por descubrir?
—Estoy bastante segura de que conozco la mayoría de las habitaciones del castillo, aunque todavía me encuentro con sorpresas.
—¿Cuál es su rincón favorito de Highclere?
—Las salas de Estado e incluso las habitaciones, reflejando distintas capas de historia e historias diferentes. Me encanta compartir todo esto con los visitantes. En mi opinión se trata de encontrar lo que todos tenemos en común, especialmente en el mundo precario de hoy. Mi sitio favorito es la Gran Torre…, pero tendremos algunas noticias de última hora en dos mil veintidós en términos de un proyecto increíble, Friends of Highclere. Tendrá su propio sitio web (www.friendsofhighclere.com), donde espero poder recibir a amigos que quieran explorar con audacia la propiedad y llegar donde nadie ha llegado antes.
—Mucha gente confunde ficción y realidad y se refiere a Highclere como Downton Abbey. ¿Le divierte esa confusión?
—Hemos tenido tanta suerte de ser parte del viaje de Downton…, de hecho, por supuesto, de ser Downton Abbey. Creo que Downton ha hecho que los eventos históricos cobren vida. Hemos tratado de compartir historias reales a través de la ficción.
—Los Crawley volverán pronto con una nueva película de Downton Abbey. ¿Ya ha podido verla?
—Estoy segura de que la nueva película dará mucho placer. Le encantará a todo el mundo.
—¿Qué platos le gusta cocinar en estas fechas? ¿Cuáles son sus favoritos?
—He reflejado mi pasión por la cocina de temporada en Seasons at Highclere. Es la mejor y la más amable para que todos vivamos en este hermoso planeta. El curry de verduras de invierno es un buen recurso y también preparo muchas sopas. El bizcocho de limón me queda muy sabroso con una taza de té.
“Se supone que no debemos hablar de dinero o política en la mesa. Sin embargo, discutimos con frecuencia sobre la relación que tenemos con aquellos que ocupan posiciones de poder”
—¿Cómo ha celebrado estas fiestas?
—Un año más, las hemos pasado tranquilos. Dos mil veintiuno fue un año desafiante en términos de salud mental y financiera y creo que todos estamos bastante cansados. En estas fechas, necesitamos alejarnos de los ordenadores y los horarios y, en cambio, dar largas caminatas.
—Como buena anfitriona que es, ¿hay algún tema de conversación prohibido en su mesa?
—Tradicionalmente, se supone que nunca deberíamos hablar de dinero o política. Sin embargo, la discusión de la relación de todos nosotros con aquellos en posiciones de poder está presente con bastante frecuencia.
—¿Cuál es el mejor regalo que se le puede hacer a una condesa?
—Una planta. Puedo caminar junto a ella y recordar así un regalo glorioso.
—En Highclere hay de todo: desde obras maestras de la pintura hasta momias. ¿Qué causa más sorpresa al visitante?
—Creo que la conexión de la casa con el primer evento mediático mundial, el descubrimiento de Tutankamón, es una gran atracción (George Herbert, V conde de Carnarvon, financió la excavación de la tumba del Rey egipcio). Muchos visitantes nos dicen cuánto han disfrutado oyendo esa historia.
—¿Cómo ha afectado la pandemia al funcionamiento del castillo?
—La pandemia ha sido catastrófica para nosotros, al igual que para muchos otros negocios de hostelería y patrimonio en todo el mundo. Hemos estado cerrados la mitad de dos mil veintiuno y gran parte del año anterior. Sin embargo, ahora estamos abiertos y organizando eventos y recibiendo invitados en pequeños grupos y manteniendo protocolos que deben ser correctos. Creo que en los próximos dos o tres años la pandemia se relajará, pero también creo que es sensato reconocer el camino que tenemos por delante.