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La actriz surcoreana Kim Mi-soo fallecía "repentinamente" el pasado 5 de enero los 29 años. Aunque las causas de la muerte no han sido reveladas, la productora Landscape Entertainment ha pedido a la prensa internacional que por favor no publique falsos rumores o especulaciones para que sus allegados puedan llorar en paz. "La familia está desconsolada por la repentina y triste noticia", escriben en el comunicado. La también modelo, que tuvo un papel secundario en la serie Snowdrop, donde daba vida a la activista estudiantil Yeo Jung-min, se dio a conocer en Lipstick Revolution, Kyungmi's World y en el drama Hi Bye, Mama!. Además, la intérprete ya había empezado a rodar Kiss Six Sense, una nueva ficción de Disney+ que ha cancelado su rodaje en señal de duelo.
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Kim, que nació el 16 de marzo de 1992, aunque los medios coreanos dicen que tiene entre 30 y 31 años por los diferentes métodos de cálculo, consiguió su popularidad gracias a Snowdrop, un melodrama romántico ambientado en el contexto del movimiento prodemocracia de 1987. La serie ha provocado una gran controversia en torno a su precisión histórica, la elección de canciones y la representación de los norcoreanos. De hecho, se informó que los patrocinadores de la ficción han retirado su apoyo y se ha mandado una petición al presidente de Corea del Sur en la que supuestamente se ha reunido más de 300.000 firmas para que cancelen el proyecto.
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Kim, a quien también se le conocía como Kim Misu, es conocida en nuestro país por un un episodio de Rumbo al infierno, la serie de Yeon Sang-ho que se estrenó el pasado mes de noviembre en Netflix. En la primera temporada de esta adaptación del webtoon, formato de historieta digital creado en Corea del Sur, homónimo del director de Train a Busan, la intérprete se ponía en la piel de una integrante del culto de la Nueva Verdad, una secta que intervenía en un mundo donde demonios y criaturas diabólicas llegan para arrastrar al infierno a determinadas personas.
