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raquel perera posa para hola en la naturaleza

A besos con mi nuevo calendario

‘Ve a donde te sientas celebrada’,me dijo, y me fui de vuelta a mí misma

4 de enero de 2022 - 15:01 CET4 ene 2022 - 15:01 CET

Con el tiempo sumergido, el 2021 ingresa en el viejo calendario.

Inevitable hacer balance. Una rápida vista atrás nos encoge cuando sentimos la pérdida de los que ya no están, y la tristeza del disparo de aquellos sueños rotos.

Y con la misma rapidez rescatamos la alegría del tiempo compartido con los que sí están y una gran satisfacción por todos los logros conseguidos .

Las emociones se columpian desordenadamente cuando un año acaba y empieza otro.

Hay una leve tranquilidad al comprobar que el nuevo año nos da la oportunidad de hacer la lista de los propósitos (la mayoría reciclados de años anteriores).

Deseos que irrumpen con mucha fuerza, apelotonándose entre nuestras nuevas rutinas y hábitos. Lo ideal es que todos terminen siendo sólidos y se queden a vivir con nosotros y no acaben enterrados en nuestra frustración o pereza.

Es importante que nos marquemos objetivos reales y que las expectativas también lo sean.

Para que te hagas una idea, el 25% de las personas no logra cumplir sus propósitos durante la primera semana de enero. El 77% renuncia después de la primera semana y un 40% lo hace al cabo de 6 meses. Sólo un 8% de las personas cumple sus propósitos durante todo el año.

Si te has propuesto dejar de fumar, perder peso, ahorrar más dinero o viajar más, te deseo mucha voluntad y compromiso contigo para alcanzarlo.

Yo hoy me quiero detener en un único propósito: lograr ser la persona que quieres llegar a ser.

Para ser la persona que quieres llegar a ser tienes que actuar desde este momento como si ya lo fueras.

Todos queremos ser muchas cosas pero, sobre todo, queremos ser buenas personas. Yo no conozco a nadie que quiera ser mala persona.

“Todos queremos ser muchas cosas pero, sobre todo, queremos ser buenas personas”

Todo lo que queremos alcanzar lo visualizamos dentro del marco de la honestidad, la nobleza y la bondad.

Sin embargo, si analizamos los renglones diarios por los que escribimos nuestro destino, nos encontramos con numerosos pasos que damos en contra de lo que realmente queremos ser.

Queremos envejecer sin arrugas, tener éxito en nuestras relaciones personales y en nuestra vida profesional, ser admirados y halagados. Estamos pendientes de que nuestro ego no muera de hambre, y que nuestro orgullo no muera de sed. Queremos comprar cosas y acumular sin medida toneladas de enseres materiales para continuar subrayando la falsa creencia de soy lo que tengo… Vamos pisando y empujando a quienes se pongan por delante de nuestro egoísmo.

Vamos atropellando todo lo que realmente valoramos por no llegar tarde al placer inmediato. Somos capaces de desmontar en un segundo nuestro sistema de valores con tal de no sentir esa víscera diciéndonos que algo está mal en nosotros. Vamos tapando y parcheando cualquier indicador o notificación de nuestra incomprendida conciencia.

Cada día debemos tomar miles de decisiones desde que nos levantamos. El truco está en dejar a un lado la impulsividad y el miedo. Cuando nos encontremos delante de una situación donde debemos actuar, paremos unos minutos y hagamos el ejercicio de pensar cómo actuaría en ese momento la persona que queremos llegar a ser. Ahí vas a obtener la respuesta correcta, la que te conecta a ti, y así cada día en los próximos 365 días que te restan del año. Sin apenas darte cuenta, estarás acariciando cada vez más a la persona en la que sueñas convertirte.

Porque, amigos, en realidad lo que realmente queremos todos es que nos recuerden como bellísimas personas cuando ya no estemos aquí. Lo que realmente nos importa es llegar al corazón de las personas a través de nuestra autenticidad en el amor. Eso es lo que realmente perseguimos todos. Ese es el propósito para cualquier día y año de nuestra vida: elevar este propósito a la conciencia diaria es lo que hace vencernos a nosotros mismos.

Pregúntate cuál es la línea invisible que te separa de la persona que quieres ser y crúzala con determinación y entusiasmo.

“Todo siempre empieza por ti. Sonríete cada día en el espejo. Conquístate y enamórate de ti”

Todo siempre empieza por ti . Sonríete cada día en el espejo. Conquístate y enamórate de ti. Si las cosas no te salen bien, perdónate e inténtalo de nuevo con la sonrisa, el esfuerzo y la esperanza de calar con tu amor en tu propio corazón y en el de los demás.

Realmente nos movemos por objetivos. Empieza a revisar tu lista, pero no olvides que nuestro objetivo final es no tener malas notas de comportamiento al finalizar el viaje de la vida. ¿Qué vas a hacer hoy para ser esa persona que quieres ser ?

Comienza un nuevo año y eso siempre trae un poco de magia a nuestras vidas.

Te deseo un feliz viaje en el 2022. Nos encontramos en www.terapiaunclick.com

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