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El 19 de enero, Kalina de Bulgaria cumplirá 50 años. Pero ese no es el único motivo que tiene para celebrar. “También se cumple el veinte aniversario de mi boda. Así que lo celebraré como se merece”, dice la hija de los reyes Simeón y Margarita, que acaba de comenzar una nueva vida en Sofía junto a su marido, el explorador y aventurero Kitín Muñoz, y su hijo, Simeón Hassan. La princesa está llena de proyectos: trabaja en el museo del Palacio de Vrana, residencia de su padre en la capital búlgara; está preparando con Kitín un viaje a la Antártida y un documental para la Televisión Nacional de Bulgaria; y acaba de conseguir que la “Tbourida” o “Fantasía” -una tradición ecuestre que se practica en el Magreb- sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
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Kalina se siente particularmente orgullosa de ese último logro. Amazona de élite y deportista consagrada a la aventura desde su infancia, la princesa lleva toda su vida enamorada de la “Tbourida”, una tradición marroquí que data del siglo XVI y escenifica cabalgatas militares y rituales ancestrales arábigo-amazighs. “La primera vez que vi la Tbourida yo era una niña, cuando iba a Marruecos con mi padre el rey, a ver al rey Hassan II. Me impactó mucho”, explica, rememorando a los jinetes con sus turbantes, sus ropas drapeadas y sus botas de vivos colores haciendo un manejo acrobático de espadas y armas. “Aquello se quedó grabado en mi corazón de niña”.
En 2004, su marido propuso al rey Mohammed VI recuperar el Moussem de Tan Tan, un encuentro anual de pueblos nómadas del Sáhara que agrupa a más de treinta tribus del sur de Marruecos. Kitín, como embajador de Buena Voluntad de la Unesco, consiguió que este festival fuera declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. “Entonces le dije a Kitín que tenía una idea, que por qué no proponíamos también la Tbourida”. El matrimonio presentó la idea al príncipe Moulay Abdalah, presidente de la Federación Ecuestre de Marruecos y primo del monarca alauí, quien dio todo su apoyo. Kalina y Kitín viajaron a París para defender la idea ante la directora general de la Unesco. “El resultado ha sido feliz”, dice la princesa, que habla con ¡HOLA! sobre todos sus proyectos.
-Princesa, usted ha participado en la práctica del arte ecuestre de la Tbourida. ¿Quién se lo enseñó?
-Yo he montado en el Sáhara con los jinetes de la Tbourida cuando van al Moussem de Tan Tan. Incluso un saharaui me regaló un caballo de esta especialidad. Son animales muy especiales, solo van en línea recta.
-Y ha conseguido que la Tbourida sea declarada Patrimonio de la Unesco. ¿Ha podido hablar con el Rey de Marruecos sobre esta buena noticia?
-Sí, le llamé a Palacio para darle la enhorabuena y las gracias por haberme dado el honor de poder colaborar en este arte ecuestre. También hablé con el príncipe Moulay Abdalah. Estaba feliz.
-¿Echa de menos Marruecos?
-Naturalmente que sí, pero ahora vivo muy feliz en Bulgaria.
-¿Cómo es ahora su día a día en Bulgaria?
-Vivimos entre el Palacio de Vrana y en Tzarska Bistriztha. Desde Vrana trabajo como miembro del consejo, con el director del Museo Parque de Vrana, el señor Shalafof, un experto en la historia de la Familia Real de Bulgaria. Me encanta mi trabajo; estoy feliz.
-¿Cómo ha sido recibida por el pueblo búlgaro?
-Como siempre, muy bien. Los búlgaros son muy hospitalarios y simpáticos.
-¿Su hijo se ha adaptado bien a esta nueva vida?
-Divinamente, es un búlgaro más.
-Siempre ha sido una mujer aventurera. ¿Cuál será su próxima aventura?
-Estamos preparando una serie de televisión sobre el Patrimonio Cultural de Bulgaria declarados por la Unesco, para incluirlos en la serie Unidos por el Patrimonio. Voy a mostrarle este patrimonio de Bulgaria a Kitín, que es el director y conductor de la serie. Yo voy a poner la voz en búlgaro.También estamos colaborando con el profesor Crhistov Pimperev, director del Instituto Antártico de Bulgaria, preparando un viaje a la Antártida para filmar la ballena azul y la ballena jorobada, para una película documental de cine, WHALE NATION, cuyo director es el francés Jean Albert Lievre.
-Princesa, es una mujer deportista y atlética. ¿Cuáles son sus secretos para mantenerse en forma?
-No hay secretos, solo rutina de entrenamiento: constancia, trabajo y dieta equilibrada. El trabajo pesado con pesas es fundamental. También un entrenamiento cardiovascular moderado y, por supuesto, mucha equitación.