ania iglesias© Javier de Miguel

La desoladora reflexión de Ania Iglesias sobre la muerte de Verónica Forqué

‘Me produce mucha tristeza e impotencia saber que muchas personas están pasando por un calvario horrible’


3 de enero de 2022 - 12:39 CET

La muerte de Veronica Forqué ha supuesto un duro golpe para familiares, amigos y también compañeros de profesión, que han dedicado numerosos mensajes de cariño a la actriz en redes sociales. Sin embargo, su suicidio también ha puesto sobre la mesa un tema hasta ahora casi invisible: la importancia de la salud mental. Muchas personas han reflexionado sobre esta cuestión tras la muerte de la actriz, y en los últimos días, destaca la rotunda reflexión y desolador testimonio que ha querido ofrecernos la actriz y presentadora,  Ania Iglesias , finalista de la primera edición de Gran Hermano, que pone de manifiesto la poca sensibilidad social que, en pleno siglo XXI, hay respecto a las enfermedades y trastornos mentales.

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© Javier de Miguel

“Puedes decir que tienes cáncer, y entonces eres casi un héroe, sobre todo si sales adelante, pero no puedes decir tan libremente que tienes una esquizofrenia, un trastorno de la personalidad o una depresión. Lo mental te estigmatiza y, frente a los demás, pareces débil e incapaz”.

-¿Tú, que has padecido un trastorno de la conducta de la alimentación, sentiste miedo que pudiera contigo?

-Mucho. Es más, le tengo más respeto a las enfermedades mentales o neurológicas que a las enfermedades que llamamos comúnmente biológicas. En una conducta de la alimentación, es tan importante la comida como las ganas de la persona de salir adelante. Y te aseguro que muy duro. Aún recuerdo, cuando estaba en el hospital, la primera vez que me llegó la bandeja de comida con un cocido. Se me caían las lágrimas, porque había que comérselo y yo no podía. Meses después, cuando ya me iba recuperando y me lo pude comer entero, seguía llorando, pero por la emoción de haber avanzado tanto.

-¿Te sentías sola y aislada?

-Cuando se tiene un trastorno o una enfermedad mental, se oculta por miedo a lo que piensen los demás y eso hace que una se sienta sola y aislada. Por otro lado, la mayoría de la gente no te entiende, aunque no hay nada que entender porque para eso están los médicos. Lo que hay que hacer es respetar y acompañar, no juzgar.

-¿A ti qué fue lo que te ocurrió?

-Yo recibía muchas frases muy criticas, de que estaba así porque yo quería y que era una superficial por jugarme la vida por estar delgada. Vaya por delante que ninguna enfermedad mental es un capricho y, sobre todo, que una conducta de la alimentación va más lejos de eso y que es más complejo que simplemente el deseo de estar delgada.

© GTres

“Le tengo más respeto a las enfermedades mentales o neurológicas que a las enfermedad que llamamos comúnmente biológicas”, afirma Ania.

-¿Crees que la sociedad está preparada para entender y comprender a las personas que padecen enfermedades mentales?

-En absoluto. Y me parece mentira porque gran parte de la población padecerá quizás, en algún momento de su vida, ansiedad, angustia, depresión, conductas de la alimentación…Yo engo la sensación de que las enfermedades mentales aún están muy mal vistas. Puedes decir que tienes cáncer, y entonces eres casi un héroe, sobre todo si sales adelante, pero no puedes decir tan libremente que tienes una esquizofrenia, un trastorno de la personalidad o una depresión. Lo mental te estigmatiza y, frente a los demás, pareces débil e incapaz.

-¿Y no es así?

-Al contrario, son tremendamente fuertes. Además de tener que luchar como el resto con el día a día de la vida, que ya es bien difícil, tienen que luchar con ese monstruo que se apodera de su mente y que ocupa un gran espacio. Imagínate cómo tenía que estar una mujer aparentemente de gran éxito como Verónica Forqué para querer irse de este mundo, una mujer que parecía tenerlo todo. Me produce mucha tristeza e impotencia saber que muchas personas están pasando por un calvario horrible y creo que los personajes populares y los medios tenemos la obligación moral de sensibilizar a la población sobre un tema que, como te decía, todavía permanece oculto.

-Y que te invalida, en ocasiones, para trabajar.

-En mi caso, no. Es más, yo tengo un carácter algo hiperactivo y, cuando padecí la anorexia, lo era aún más. Nunca dejé de trabajar. Es una de las características de esta enfermedad, que es muy difícil parar de trabajar, estudiar o tomarse tiempo de ocio. Lo que sí hice, más que nada porque quería ser invisible, fue evitar lo máximo posible la notoriedad pública.Conozco personalmente a Raquel Mosquera, y, salvo picos muy puntuales, está al pie del cañón en su trabajo todos los días. Como te decía antes, vivir con una enfermedad mental te hace muy fuerte, pese a que parezca lo contrario.

© Javier de Miguel

“En las redes sociales y todavía en alguna ocasión la gente me llama flaca y dice que mi cuerpo da asco”, confiesa Ania, que, en la imagen, luce, en el hotel Villamadrid, un diseño de Vertize Gala, un peinado y maquillaje de Dina Cerezo.

-¿Tu recibiste insultos cuando padeciste tu enfermedad?

-Muchísimos. En las redes sociales y todavía en alguna ocasión la gente me llama flaca y me dice que mi cuerpo da asco, entre otras burradas. Curiosamente, sobre todo de mujeres. Sería importantísimo que hubiera unos límites. La gente es muy agresiva cuando se escuda tras un móvil, pero la persona que recibe esos insultos a lo mejor esta pasando una época difícil y no sabemos como lo va a encajar.

-Ha sido muy criticado el programa MasterChef por permitir que Verónica participase en el programa sabiendo como se encontraba. ¿En tu época se cuidaban esos detalles en los casting?

-En mi caso, sí se cuidaba. De hecho, el psicólogo, que a mí me llevaba, me advirtió que como me veía tan ilusionada con entrar en Gran Hermano y que me lo merecía, que por eso no iba a decir nada de mi conducta alimentaria pero que a la primera cosita que hiciera en la casa como no comer o cualquier otra cosa… que me sacaba. Me tranquilizó saber que no buscaban este tipo de espectáculo. Ahora me parece que no se cuida nada. Es más, yo creo que, en algunos realities, hasta lo buscan. No digo que sea el caso de   MasterChef , pero creo que han expuesto demasiado la triste depresión y conducta de Verónica Forqué. Sólo deseo que su fallecimiento nos haga reflexionar a todos y empecemos a ser más humanos frente al sufrimiento ajeno, sin emitir juicios e insultos.

-¿Cómo estás pasando estas fiestas navideñas?

-Pues con mi preciosa madre, con mi chico, Javier (Fandiño) y con su madre en Benidorm. Quiero aprovechar todo el tiempo posible con mi novio, ya que la vida me ha dado ese regalo maravilloso tras tantos años de oscuridad.

© Javier de Miguel

“Quiero aprovechar todo el tiempo posible con mi novio, ya que la vida me ha dado ese regalo maravilloso tras tantos años de oscuridad”.