La expectación por descubrir el vestido que lleva Cristina Pedroche en las campanadas de Nochevieja es casi tanta como la de saber si finalmente este año seremos capaces de comernos las doce uvas. Nunca defrauda atreviéndose con diseños muy originales y, en ocasiones, casi imposibles, y en este 2021 tampoco lo ha hecho. Faltaban minutos para que sonaran los cuartos en el reloj de la Puerta del Sol de Madrid -el año pasado se le echó el tiempo encima y desveló su diseño justo cuando comenzaban a repicar- cuando la presentadora se quitó el abrigo que ocultaba su secreto mejor guardado. Cristina ha brillado con luz propia gracias a un rompedor concepto, ideado de nuevo por el polifacético estilista, Josie, que tiene algo muy diferente a los anteriores, puesto que, por primera vez, luce una pieza de museo de hace 30 años, un vestido perteneciente a la colección primavera-verano 1991 del español Manuel Piña. Acompañada del chef Alberto Chicote, la presentadora ha expresado muchos deseos para este 2022, entre los que ha destacado sin duda el más repetido por todos: "Que vuelvan los abrazos". Ha recordado además que este 2021 ha sido un año en el que la resiliencia y el cuidar a las personas ha sido lo más importante.
Josie, estilista de Cristina Pedroche, nos desvela todos los secretos de su lookazo
Ha comenzado además Cristina con una broma, el primer chiste del 2022 que ha estado dedicado a su marido, el reconocido chef David Muñoz. La broma señalaba que cuando a un cocinero no le salía bien el plato que había preparado hacía "pucheros", un cómico comentario que ha provocado las risas de su compañero y con el que ha hecho un guiño a la profesión del chef de Diverxo. La colaboradora de Zapeando ha repasado el significado de su vestido, que está inspirado en la metamorfósis de los reptiles y el renacer de estos tras abandonar su propia piel, un mensaje que bien podría trasladarse a lo que mucha gente espera en este 2022: volver a la vida que antes teníamos. Cuando se quitó el casco, parecía que se había rapado el pelo, lo que completaba a la perfección su look "de luciérnaga".
Ocho años sorprendiendo
Ocho años son ya los que Cristina ha despedido desde uno de los privilegiados balcones madrileños que se convierten en escenario de una gran fiesta ante las cámaras. El diseño negro de Charo Ruiz que llevó en 2014, con el que se estrenó, se viralizó y desde entonces la presentadora ha reivindicado siempre su derecho a ponerse lo que le apetece, optando por conjuntos que siempre han estado acompañados de una cierta polémica y sobre todo mucho misterio. Las transparencias y los brillos, un vestido-escultura y el del año pasado, inspirado en la mascarilla que se ha convertido en un elemento imprescindible de nuestro día a día, han caracterizado sus propuestas.
Su imagen es casi tan esperada, por la exclamación de estupor que siempre produce, como la de su marido David Muñoz que se ha unido a ella en este juego de provocación y cada diciembre viste el modelo que su mujer se puso el año anterior. La pareja, natural, espontánea y divertida, despide así un 2021 con muchas cosas que celebrar en todos los sentidos: seis años de feliz matrimonio en lo personal y más reconocimientos a nivel profesional para Cristina pero también para David, un éxito compartido en el que caminan de la mano. Fue así como se les vio por ejemplo el pasado septiembre en The Best Chef Awards 2021, galardones que recogen anualmente lo más destacado del panorama gastronómico a nivel mundial y en los que el chef fue nombrado el mejor del año. Arrancan ahora 365 días en los que hacer un borrón y cuenta nueva con alegría y, sobre todo, esperanza.