La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín han vuelto a sonreír en el lugar donde alguna vez fueron muy felices. Los exduques de Palma han pasado la semana de Navidad en Baqueira Beret, en el Pirineo catalán, junto a sus cuatro hijos: Juan Valentín, Pablo Nicolás, Irene y Miguel. Es la primera vez en cinco años que la hermana del Rey y su marido se muestran juntos en esta exclusiva estación de esquí. La última vez fue en el invierno de 2016, poco antes de que el exjugador de balonmano fuera a condenado a seis años y tres meses de prisión por su papel en el caso Nóos (luego, la justicia rebajó su condena cinco meses, dejándola en cinco años y diez meses de cárcel).
Doña Cristina y Urdangarín se han mostrado muy unidos y felices en estas vacaciones blancas en Baqueira, un sitio que la infanta suele visitar en estas fechas desde su infancia. Arropados por sus cuatro hijos, los exduques de Palma han disfrutado de varios días de esquí como en los viejos tiempos: todos juntos, en familia, sin preocupaciones.
En enero de 2021, Urdangarín recibió el tercer grado penitenciario y, poco después, se mudó a Vitoria, donde viven su madre y hermanos. Por su parte, doña Cristina sigue trabajando en Ginebra, Suiza. Sin embargo, el matrimonio sigue tan unido como siempre y, desde hace unos meses, se muestra en público. En octubre, por ejemplo, acudieron juntos al debut deportivo de su hijo Pablo en el primer equipo del Barça de balonmano. Con ese motivo, Urdangarín concedió su primera entrevista desde que estalló el caso Nóos. En ella, manifestó que el parecido más grande con su hijo es que los dos son zurdos. “A su edad tiene más talento que yo cuando jugaba”, admitió.
La última vez que vimos a los exduques de Palma en la estación de esquí fue en 2016, poco antes de que Urdangarín fuera condenado a prisión
Estas vacaciones familiares en Baqueira son una prueba más del amor que une a doña Cristina e Iñaki Urdangarín, un amor que ha pasado por muchas pruebas. En 2010, la justicia inició la investigación sobre las actividades económicas del entonces duque de Palma, que concluyó con una condena en 2017. Durante estos años, la pareja pasó por momentos difíciles, como la pérdida de su título o el ingreso a prisión del exjugador de balonmano. Ahora, vuelven a sonreír en el lugar donde fueron felices.