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El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha protagonizado unas simpáticas imágenes en los alrededores de su casa de vacaciones de Rehoboth Beach, en Delaware. El demócrata ha sido fotografiado junto a su mujer, Jill Biden, y la nueva mascota de la familia, Commander, un cachorro de pastor alemán. Biden, con mascarilla, jugó en la orilla de la playa con el perro. Tiró varias veces una pelota de color verde a Commander y el cachorro demostró que, a pesar de ser todavía muy pequeño, ya ha aprendido a sentarse cuando se lo indican.
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Commander nació el pasado 1 de septiembre, pero llegó a la Casa Blanca unos meses más tarde, el pasado 21 de diciembre. Joe Biden, a través de sus redes sociales, dio la bienvenida al nuevo miembro de la familia. "Bienvenido a la Casa Blanca, Commander", publicó junto a una imagen del cachorro jugando con una pelota. También compartieron un vídeo en el que se veía al perro jugando con el presidente de los Estados Unidos, corriendo en busca de una pelota y paseando con el matrimonio Biden.
Commander es un regalo del hermano del presidente, James Biden, y su cuñada Sara Biden, y se instaló en la Casa Blanca tras la muerte de Champ, el pastor alemán de la familia que falleció el pasado mes de junio a los 13 años. Champ fue adquirido por el presidente y la primera dama después de la elección presidencial de 2008 en la que el exsenador de Delaware se convirtió en vicepresidente del Gobierno de Barack Obama (2009-2017). Su muerte fue un duro golpe para el matrimonio. "En nuestros momentos más alegres y en nuestros días más dolorosos, estuvo allí con nosotros, sensible a todos nuestros sentimientos y emociones tácitos”, escribió Biden. “Dondequiera que estuviéramos, él quería estar, y todo mejoró instantáneamente cuando estaba a nuestro lado”, agregó el presidente en el comunicado de despedida.
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Además de Commander, los Biden también tienen otro pastor alemán, Major, de tres años. El animal fue adoptado en 2018 por recomendación de un veterinario para animar la vida de Champ. Sin embargo, tras morder al personal de la Casa Blanca en varios ocasiones, tuvo que abandonar la residencia presidencial y ahora vive con unos amigos de la familia en Delaware.
Los Biden han retomado la tradición de otros presidentes de tener mascotas en la Casa Blanca. Barack Obama tuvo dos perros de agua portugués, Bo y Sunny, y su antecesor, George W. Bush, contó con la compañía de tres perros y una gata. Donald Trump, en cambio, prefirió no tener animales durante su estancia en el 1600 de la Avenida Pensilvania en Washington.