Elena Tablada ha terminado el 2021 de una forma un tanto accidentada. Después de asistir a la fiesta de Möet&Chandon, donde tuvimos la oportunidad de hablar con ella y su marido, el empresario Javier Ungría, la diseñadora viajó a Panamá para asistir a la boda de unos amigos. Allí, Elena sufrió un percance mientras jugaba con unas lámparas de cristal: una de ellas estalló y le provocó una brecha en su tabique nasal.
Pese a todo, nada le está empañando las Navidades a Elena, que las está disfrutando al máximo ahora que la pequeña Camila tiene viente meses. Por supuesto, son unas fiestas que también las está compartiendo con su hija Ella, fruto de su relación con el cantante David Bisbal, que cumplirá doce años el próximo mes de febrero. De cómo están creciendo sus dos niñas ha hablado Elena con ¡HOLA!, además de revelarnos sus planes familiares para las Navidades.
-Antes de nada, ¿cómo te encuentras después de tu pequeño accidente?
-El pasado miércoles me quitaron los puntos. Ha sido un poco desastre, la verdad. Pero, dentro de lo malo, he tenido suerte.
-Ahora toca seguir disfrutando de las Navidades.
-Bueno, es que yo soy fan, amante de las Navidades. Este año he puesto el árbol el día 1 de noviembre. ¡Ha sido mi récord! (ríe).
-Vamos, que lo amortizas bien.
-Luego, no lo quito tan tarde: después del día de Reyes. Pero me gusta ponerlo antes, porque así lo cojo con ganas.
-La pequeña Camila ya será consciente de todo lo que significan estas fiestas y las disfrutaréis más en casa.
-Sí, sí. Le tenemos un Santa [Claus] que dice “Jo-jo-jo”, además de un reno que le habla. Está muy emocionada.
-¿Qué es lo que más te gusta de las Navidades?
-Sobre todo, la magia que tiene y la ilusión que hace. Seguramente, será el último año que Ella vaya a creer en todo… Entonces, quiero aprovechar este año y disfrutar las fiestas de verdad.
-¿Cómo estáis pasando las Navidades?
-Hemos alquilado una casa en Valdecañas (Cáceres), para estar con mi madre, mi hermana, Javi… La familia más unida. Luego, Fin de Año lo pasaremos en Madrid.
-¿Qué ha sido lo mejor de este 2021 que termina?
-Poder acabarlo en familia.
-¿Y algún momento personal de todo el año, con el que te quedes?
-No podría decirte ninguno, porque arrastro la pérdida de mi abuela del año pasado… Lo mejor que tengo es mi familia, mis hijas… También el poder habernos ido de viaje a Estados Unidos los cuatro y estar juntos.
-Una de las cosas buenas que te ha dado este año ha sido volver a tener una buena relación con el padre de tu hija mayor.
-Bueno, sí.
-¿Cómo se consigue esa relación?
-Con tiempo… Es una relación como la que tiene que ser. Ni buena, ni mala.
-Cordial por el bien de vuestra hija, ¿verdad?
-Exacto.
-El año pasado también contrajiste el coronavirus y arrastrabas secuelas. ¿Cómo te encuentras?
-Sigo, más o menos, igual. Me han dicho que el gusto y el olfato tiene que ir volviendo, pero que lleva su proceso…
-¿Y hueles más que hace unos meses?
-Sí, pero diferente… Todo con olor muy a químico.
-¿Cómo es la relación de tu hija mayor con la pequeña?
-Es muy protectora, pero no está muy en plan mamá... Pero Ella está en la preadolescencia y no le corresponde cuidar a su hermana. Ahora Ella está a sus bailes, su música, su ropa chula, como dice…
-¿Y estás llevando bien esta nueva etapa preadolescente de tu hija mayor?
-Hay que respirar y hacer un trabajo profundo, porque vienen curvas de verdad.
-¿Estás preparada como madre?
-Sí, sí que lo estoy. Yo era peor que Ella. A su edad, era algo más contestona y bastante más rebelde (ríe).
-Con casi doce años, ¿se le va notando su vena artística a Ella?
-Siempre ha sido muy artista. Ella es muy creativa y le gusta la decoración… Me gusta que sea así, porque Ella no está encaminada en maripositas, ¿sabes? Pero la pequeña es todavía más artista.
-¿Tienes algún propósito para el nuevo año?
-Poder desarrollar los proyectos, viajar mucho, estar con la familia… Crear…
-¿Te ves siendo madre otra vez?
-¡No! Por ahora, no. Desde luego (ríe).
-¿Es porque te ha costado recuperar la línea después de dar a luz a Camila?
-Todavía ni he vuelto a mi físico. Pero es que, con 41 años, ya no planeas más. A ver si me van a salir gemelos, ¡como a Ana Rosa! (ríe).
-Has dado visibilidad a un problema que sufren muchas mujeres después de ser madre: que el cuerpo tarda en volver a su estado original tras un embarazo. ¿Cuál es la respuesta que has recibido?
-Muy buena. Sin darme cuenta, he empatizado con tantas mujeres… Ha sido increíble. Gusta mucho que alguien que salga en revistas le dé naturalidad a la maternidad.
-¿Te lo dicen tus seguidoras?
-Sí, sí. También me dan consejos y me recomiendan cremas. La recuperación está siendo lenta, pero va.