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Entramos en el fastuoso bautizo del príncipe Joaquín Napoleón Murat, descendiente de Bonaparte, en Los Inválidos de París

El hijo de los príncipes Joaquín y Yasmine Murat-Bonaparte recibió el sacramento rodeado de ‘royals’, en el templo donde descansan los restos del emperador francés

28 de diciembre de 2021 - 8:02 CET28 dic 2021 - 8:02 CET

Joaquín Murat lleva con orgullo el nombre y apellido de su antepasado más ilustre: el mariscal de Francia que se casó con Carolina Bonaparte, hermana del emperador, y se convirtió en rey de Nápoles entre 1808 y 1815. Ex exmilitar que sirvió en Kosovo y ejecutivo en varias multinacionales, Joaquín es actualmente el noveno príncipe de la dinastía Murat-Bonaparte y ya tiene un heredero. A comienzos de este año, se casó con la escritora argelina Yasmine Lorraine Briki, descendiente de una familia noble yemení. En agosto, la pareja tuvo su primer hijo, al que han llamado Joaquín Jorge Lorenzo Napoleón.

Joaquín Murat y su esposa, Yasmine Lorraine Briki, en el bautizo de su hijo, Joaquín Jorge Lorenzo Napoleón.

Los príncipes de Pontecorvo acaban de celebrar el bautizo de su bebé en la Catedral San Luis de los Inválidos, en París, donde está enterrado el emperador Napoleón I y su, hijo Napoleón II. “Es el lugar más simbólico para nuestra familia”, explica el descendiente de Bonaparte en conversación con ¡HOLA!. “Joaquín se quedó tranquilo y sonriente durante toda la ceremonia. En el momento del bautizo, no lloró para nada. Para sorpresa de todos, tenía incluso una bonita sonrisa cuando el sacerdote le vertió agua en la frente”, nos revela el príncipe, de 48 años.

Numerosos miembros de la realeza asistieron al bautizo en Los Inválidos. El gran duque Jorge de Rusia, la princesa Noal de Egipto, el barón von Pfetten y el conde Pastré ejercieron de padrinos. El padre del niño se emocionó al visitar la tumba de Napoleón, al que admira y recuerda siempre. Su antepasado, el mariscal Murat, era conocido como “el sable de Bonaparte” y lideró las fuerzas napoleónicas contra el Levantamiento del 2 de mayo en Madrid. La historia de la familia del príncipe de Pontecorvo y la historia de Europa y España están íntimamente ligadas.

“En el momento del bautizo, no lloró para nada”, nos cuenta Joaquín. Abajo, a la derecha, Yasmine Lorraine Briki, con su pequeño en brazos. Arriba, los príncipes de Pontecorvo.

-Príncipe Joaquín, se casó durante la pandemia y su bebé nació en pandemia. ¿Qué balance hace de este año?

-A pesar de las condiciones, que han sido difíciles para absolutamente todo el mundo, la vida sigue y puede estar llena de bonitas sorpresas y de felicidad.

-Llamó a su bebé Joaquín Jorge Lorenzo Napoleón. ¿Qué historia hay detrás de todos estos nombres?

-Se trata de los nombres de dos de sus padrinos, que son amigos muy cercanos: el gran duque Jorge de Rusia y Laurent Dassault. Y por supuesto todos los príncipes Murat llevan Napoleón entre sus nombres.

-Usted ha sido soldado y ha servido en Kosovo. ¿Le gustaría que su hijo siguiera sus pasos?

-Efectivamente es importante para un futuro príncipe Murat servir a su país y me gustaría que mi hijo sirva en algún momento de su vida en el Ejército francés.

El gran duque Jorge de Rusia fue uno de los padrinos. En la imagen, junto a los felices padres y su esposa, Rebecca Bettarini (arriba y abajo, a la izquierda).

-Princesa Yasmine, ¿cómo está viviendo estos primeros meses de maternidad? ¿Qué es lo más difícil?

-Es una gran alegría ser madre. Ni mayor felicidad es ver a mi hijo sonreírme cada vez que despierta. Lo más difícil es la gestión del tiempo y el cansancio de los primeros meses.

-¿Su marido cambia pañales?

-Sí, totalmente. Mi marido me ayuda a cuidar de nuestro bebé, cambia los pañales, juega con él, le da el baño, los biberones y ocurre también que se levante por la noche cuando nuestro hijo llora.

-¿Les gustaría tener más hijos en el futuro? ¿Quizás una princesita?

-De momento me dedico totalmente a hijo, pero si la vida nos ofrece otro regalo, niño o niña, le recibiremos con gran alegría.

El bautizo se celebró en un lugar con gran significado para la familia: la Catedral San Luis de los Inválidos, en París.

-Príncipe, su su antepasado, el mariscal Murat, fue gobernador de Madrid durante el Imperio napoleónico. ¿Usted sigue teniendo conexiones con España?

-Sí. Tengo una hija de 21 años, Elisa, cuya madre es española, originaria de Valencia. Y tengo numerosos amigos en España.

-El mariscal Murat pudo haber sido rey de España. ¿Cómo se recuerda la anécdota en su familia?

-Napoleón, muy mal aconsejado por Talleyrand, tomó la decisión de sustituir al rey Borbón por su hermano José. Fue un error porque los Borbones desde 1795 eran los aliados de Francia y no había ningún motivo para sustituirlos. Esto provocó las revueltas del 2 de mayo que Murat tuvo que contener. Incluso si la dureza de la represión fue muy exagerada por los historiadores del siglo XIX para ensuciar la memoria del imperio napoleónico, esto sigue siendo un episodio oscuro en la vida de Murat.

-El mariscal tuvo una relación difícil con Bonaparte. ¿Cómo se recuerda al emperador en su familia?

-Las relaciones entre Murat y Napoleón se volvieron efectivamente muy complicadas a partir de 1808, cuando Talleyrand y Fouché pensaron en Murat para sustituir a Napoleón si éste moría en una emboscada o un atentado. Murat, él, no estaba al tanto de esta decisión de Talleyrand y Fouché, pero esto enturbió mucho su relación con Napoleón. La relación no paró de deteriorarse después de la retirada de Rusia. La imagen del emperador en mi familia es la del más grande soberano de la Historia de Francia y del genio que modernizó Francia, Europa y 70 países en el mundo al exportar el principio de la igualdad ante la ley.