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Blanca Suelves y Ioannes Osorio han iniciado los trámites de separación, después de veinticinco años de matrimonio. Todavía no han firmado nada, pero la decisión, que ha sido de mutuo acuerdo, está tomada. Lo han intentado, han luchado por seguir compartiendo el día a día y la ilusión de los buenos tiempos, pero no ha sido posible. Más allá de la familia y del mundo que han construido juntos, siguen teniendo muchísimo en común y hay mucha admiración y respeto entre ellos, pero ya no ven la vida de la misma manera.
© HolaDespués de treinta años de convivencia y dos hijos en común, Blanca y Luis , los duques de Alburquerque seguirán estando unidos, pero emprenderán caminos diferentes. La decisión ha sido muy difícil, son semanas muy tristes para el matrimonio —hasta ahora, una de las parejas españolas más sólidas— e irán paso a paso, porque el proceso será largo. De hecho, y hasta el momento, no ha habido ningún cambio significativo en sus vidas. Blanca continúa residiendo en su casa y ocupándose de la gestión de ‘Soto Mozanaque’, un palacete señorial del siglo XVIII, que pertenece a su marido, ubicado en una finca a las afueras de Madrid y que se alquila para grandes eventos.
Creían profundamente en su matrimonio, en compartir vida y en esforzarse por la convivencia, pero el sueño que emprendieron juntos, cuando corría el año 1992, yéndose a vivir juntos, se ha roto.
Se casaron por lo civil, en el verano de 1996, en el castillo de Altafulla (Tarragona), y en diciembre de 1997 celebraron su boda eclesiástica, en la capilla de su finca, pero nunca lo hicieron público
“A Ioannes lo conozco desde que era una niña, pero hasta hace cuatro años no me di cuenta de que era el hombre de mi vida… Es diez años mayor que yo; las dos familias son muy amigas; después, yo me hice íntima de su hermana María, casada, posteriormente, con mi hermano Juan José… Era lo último que se me podía pasar por la cabeza, porque Ioannes era alguien a quien he tenido siempre muy cerca toda mi vida…”, contaba Blanca a ¡HOLA!, en el inicio de su vida en común, meses después de su boda.
© GTres
© HolaDos bodas
Los duques de Alburquerque se casaron por lo civil, el 25 de julio de 1996, en el castillo de Altafulla, Tarragona, propiedad de los padres de la novia, los marqueses de Tamarit. Y por la Iglesia, en diciembre de 1997, aunque esta segunda boda, celebrada en la capilla de su finca ‘Soto Mozanaque’, en la más estricta intimidad, nunca se hizo pública.
La primera, de la que ¡HOLA! fue testigo, tuvo lugar un jueves, a las diez de la noche, en el salón principal del castillo. La joven Suelves tenía veintiocho años y Ioannes, treinta y ocho, y solo asistieron las familias de ambos y los amigos más cercanos. Blanca llevaba un vestido de gasa en rosa fucsia, firmado por Tony Benítez, y, como única joya, un corazón de oro y brillantes, de la época de Carlos IV, que fue un regalo de sus padres en un guiño a la historia de su madre.
© Archivo ¡HOLA!
© Cordon Press/ Marina PressLa hija pequeña de los marqueses de Tamarit estaba muy ligada a esta villa medieval de la Costa Dorada, donde veraneaba desde que era niña, y, de alguna forma, también seguía los pasos de sus hermanas mayores, que habían elegido el mismo enclave para sus bodas: los maravillosos jardines de la fortaleza del siglo XVII, conocida como castillo de los Montserrat, abrazados por el mar, la playa y los pinos mediterráneos.
Era una novia radiante, estaba embarazada de su primera hija y la esperaban para Navidad: “Es el regalo que jamás podría imaginarme”, dijo a ¡HOLA!. Blanca nació el 25 de diciembre —cumple veinticinco años esta semana— y Luis llegó a sus vidas el 22 de abril de 1998, cuatro meses después de la boda religiosa, una celebración maravillosa al calor de las chimeneas.
Hay mucha admiración y respeto entre ellos y siguen teniendo muchísimo en común, pero ya no ven la vida de la misma manera y han decidido separarse de mutuo acuerdo
Su hija mayor estudió Business Administration, en CUNEF (Colegio Universitario de Estudios Financieros, de Madrid) y se dedica a las finanzas. Al igual que sus padres, lleva una vida muy discreta y su última aparición pública fue la que hizo junto al duque en noviembre, en el Teatro Real, donde vieron el estreno de la ópera ‘Parténope’, de G. F. Händel, que estuvo presidido por los Reyes de España.
En cuanto al segundo hijo de la pareja, Luis, acaba de graduarse en la Universidad de San Diego, concluyendo los estudios de Business Administration que empezó en Madrid, en The College for International Studies (CIS). A sus veintitrés años, es un joven emprendedor y, como su familia, un deportista nato. Le encanta la hípica, el surf, esquiar y el golf, un deporte que también practican sus padres.
© HolaLa familia y la moda
Blanca Suelves nació en Lima, Perú (mayo de 1968), y es hija de José Suelves y Ponsich, marqués de Tamarit y vizconde de Montserrat, fallecido en 2004, y de Victoria Eugenia de Figueroa y Borbón, descendiente del Rey Carlos IV de España y una de las mujeres más elegantes de su época. Tiene cuatro hermanos: Juan José, actual marqués de Tamarit, casado con María Osorio, marquesa de Villahumbrosa; María, primera mujer de Francis Franco Martínez-Bordiú y divorciada de Claudio Montes, en 2018; Victoria, mujer de Antonio Sainz, hermano del piloto Carlos Sainz, y Cristina, casada con Honorio Maura. El quinto, Luis, falleció en 1991, a los veintiocho años, en un trágico accidente, cuando Blanca estaba estudiando en Nueva York.
Un alto que hizo en el camino durante su etapa como modelo e imagen de Don Algodón. El dueño, Pepe Barroso, era íntimo amigo de sus hermanos mayores, la eligió como musa de su firma… Y en un pispás, con las campañas publicitarias y las portadas de los catálogos inundado con sus fotos Madrid y media España, se convirtió en la chica de moda. Blanca tuvo a sus pies el mundo de la comunicación y la imagen y, con apenas veinte años, también se convertía en comentarista de los primeros programas de moda. Entre ellos, Canal estilo y Con T de tarde (Telemadrid)… Pero tenía otros sueños. Aquel no era su mundo y, con los años, tomó distancia.
© HolaEmpresaria pionera
No se sentía cómoda, aunque recuerda aquella época con mucho agradecimiento y cariño, y eligió otro camino. Quería estar detrás de los focos, vivir a su manera en el campo, libre... El antes y el después lo marcaron su matrimonio, sus hijos —ser madre, lo que más ilusión le hacía, era su prioridad— y el proyecto de empresa familiar al que ha dedicado su vida durante más de veinticinco años.
Son semanas muy tristes para el matrimonio, hasta ahora, una de las parejas españolas más sólidas, e irán paso a paso, porque el proceso será largo
Blanca fue una pionera en España al tomar la decisión de destinar ‘Soto Mozanaque’ a la celebración de bodas y eventos. La idea fue suya —la primera casa señorial del país abierta al público— tras morir su suegro, en 1994. Mantener la finca era muy complicado económicamente y su marido, Ioannes Osorio, la apoyó en todo. El mundo de la empresa la estaba esperando y puso todo su empeño en hacer realidad su idea, dirigiendo la reforma con la ayuda del interiorista Pascua Ortega. La casa señorial, edificada como pabellón de caza, en 1731 —la capilla consagrada se añadió casi un siglo más tarde—, fue impulsada hacia un nuevo cometido, preservándose la tradición. Desde entonces, entre la historia y el siglo XXI, Blanca ha estado al frente de todo organizando eventos y supervisando cada detalle como una anfitriona de lujo. Y siempre con la ayuda de su marido, Juan Miguel Osorio y Bertrán de Lis, empresario, jinete, uno de los caballistas amateur más destacados de España cuando era joven y entrenador de caballos de carreras siguiendo la tradición (la yeguada de la noble familia fue la primera dedicada a las carreras, en España).
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© Archivo ¡HOLA!/ GtresUn final triste
El duque de Alburquerque nació en Madrid (1958) y es hijo de Beltrán Alfonso Osorio y de su primera esposa, María Teresa, hija de los marqueses de Bondad Real, quien falleció en un trágico accidente de coche cuando llevaba a sus hijos al colegio. Era Navidad, 17 de diciembre de 1969, y Ioannes acababa de cumplir once años. Cinco años después, en 1974, el duque volvía a casarse con María Cristina Malcampo y San Miguel, llegando a la familia dos hijos más: Cristina, duquesa de San Lorenzo de Vallehermoso, y Rosa, duquesa del Parque y marquesa de San Rafael.
Tras la muerte de su padre (1994), Ioannes heredó el título de duque de Alburquerque —distinción concedida a sus antepasados, en 1464, por Enrique IV de Castilla— y de Algete y se convirtió en tres veces Grande de España —llevando, además, cinco marquesados y seis condados— y en presidente de la Fundación de la Casa Ducal de Alburquerque, que tiene su sede en el castillo de Cuéllar, en Segovia.
Blanca continúa residiendo en su casa y ocupándose de la gestión de ‘Soto Mozanaque’, el palacete familiar que remodeló para poder celebrar bodas y grandes eventos
Antes de su matrimonio con Blanca, Ioannes Osorio estuvo casado y tuvo otros dos hijos: Beatriz (1988), que es fotógrafa y contrajo matrimonio, este verano, con el financiero Borja Alonso-Allende, en la finca familiar, ‘Soto de Mozanaque’, y Nicolás (1989).
A lo largo de estas dos últimas décadas, el matrimonio ha llevado una vida muy discreta y, en este momento de cambio, aspiran a seguir manteniendo su privacidad, dicen a ¡HOLA! las personas de su círculo con las que hemos hablado.
El año termina con un final triste para los duques de Alburquerque. Una noticia inesperada, después de tantos años enraizando su matrimonio, pero 2022 se abrirá con un nuevo horizonte. No pudo ser, difícilmente habrá un milagro de Navidad y tendrán que escribir otro final feliz.
© Cecilia Renard para Hola Living
