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Rafael y Luis de Medina están de enhorabuena. El duque de Feria y su hermano celebran que, el pasado viernes 10 de diciembre, el Juzgado de Primera Instancia número 12 de Sevilla les dio la razón en su lucha por recibir la parte legítima de la herencia de su abuela paterna, Victoria Eugenia ‘Mimi’ Fernández de Córdoba, duquesa de Medinaceli, fallecida en 2013.
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Durante los últimos ocho años, los hijos de Naty Abascal han intentado llegar a un acuerdo privado con su tío Ignacio Medina, duque de Segorbe y presidente vitalicio de la Fundación Casa Ducal Medinaceli, el ente que agrupa los palacios, tierras y obras de arte de la familia, una de las más antiguas de España, ya que descienden del Rey Alfonso X el Sabio. No fue posible. Por ello, con el objetivo de que se procediera a la ejecución de las últimas voluntades de su abuela, decidieron llevar el asunto a los tribunales. No estaban solos, los acompañaban sus primas hermanas Victoria Medina Conradi, duquesa de Santisteban, y Casilda Medina Conradi, marquesa de Solera, así como la actual duquesa de Medinaceli, Victoria Hohenlohe, y su hermano, Alexander, marqués de Navahermosa, bisnietos de Mimi.
Un legado millonario
El pasado 22 de noviembre, en una audiencia previa, el juez decidió no celebrar el juicio y dejó visto para sentencia un caso que llevaba mucho tiempo encallado. El fallo reconoce que cada uno de los demandantes tiene derecho a recibir una cuota de la legítima. En el caso de Rafael, Luis, Victoria y Casilda, es del 12,5 por ciento. Es decir, cada uno de ellos tendrá que percibir 4.119.095 euros.
En el caso de los bisnietos de Mimi, la cuota es del 4,17 por ciento, lo que se traduce en 1.373.031 euros para cada uno. En total, cerca de veinte millones de euros a repartir entre estos herederos. Esta sentencia admite recurso y es probable que, durante los próximos días hábiles, Ignacio Medina y la Fundación Casa Ducal Medinaceli procedan a ello ante la Audiencia Provincial.
El conflicto no termina ahí. A principios de 2021, ante las pretensiones judiciales de los demandantes, el duque de Segorbe los expulsó del patronato de la fundación. Incluso a Victoria, duquesa de Medinaceli, la hoy máxima representante institucional de la familia.
Una duquesa única
Victoria Eugenia Fernández de Córdoba fue una de las últimas aristócratas del siglo XX. Vivió hasta el final de sus días en su palacio Casa de Pilatos, en el centro de Sevilla. Ahijada de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, se casó con Rafael Medina y Vilallonga, exalcalde de Sevilla, con el que tuvo cuatro hijos. Hoy en día solo vive Ignacio Medina, el otro protagonista de la batalla por la herencia de Mimi.