Hacía mas de dos años que Jennifer Lawrence no pisaba un alfombra roja. La última ocasión fue con motivo del estreno de X-Men: Fénix oscura, en junio de 2019. Estos días ha reaparecido en Nueva York para presentar No mires arriba, la película de Netflix que reúne a un reparto de lujo, con estrellas como Meryl Streep, Cate Blanchett, Leonardo DiCaprio y Timothée Chalamet. Y fue una reaparición estelar y muy especial, a punto de convertirse en madre. Era, además, la primera vez que mostraba en público su embarazo. Lo hizo vestida con un diseño de Dior, con flecos de paillettes y mangas plisadas con efecto capa.
Celosa de su intimidad, la actriz no quiso hablar de la llegada de su hijo, pero sí lo hizo en una reciente entrevista en Vanity Fair: “Todos mis instintos quieren proteger su privacidad durante el resto de su vida tanto como me sea posible. No quiero que nadie se sienta bienvenido a ser parte de su existencia. Y siento que eso empieza con no incluirlo en esta parte de mi trabajo”, dijo, dejando claro que desea seguir manteniendo su esfera personal a un lado aparte de la profesional. Desde que, en octubre de 2019, se casó con Cooke Maroney, un conocido galerista neoyorquino, la intérprete se ha tomado su tiempo para disfrutar de su matrimonio y de los últimos meses de la espera de su primer hijo, aunque tiene varios proyectos en preparación, como Bad Blood, White and Water y Mob Girl.