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La despedida de 2020 fue especialmente dura para Ana García Obregón, debido a que fueron las primeras Navidades sin su hijo. Desgraciadamente, su dolor se ha multiplicado este año al haber fallecido su madre el pasado mes de mayo. Por ello, la presentadora no se siente con ánimos para celebrar estas fiestas en el ámbito privado. Sin embargo, en acto de profesionalidad, Ana volverá a estar con su querido público estas Navidades, en TVE. No sólo será la maestra de ceremonias del emblemático Telepasión, que emite la cadena pública en Nochebuena, donde estará acompañada por Boris Izaguirre, sino que también dará las Campanadas junto a Anne Igartiburu.
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Ambas ya demostraron su grandísima química la pasada Nochevieja, cuando Ana García Obregón reapareció en televisión tras la pérdida de su hijo. De hecho, lograron reunir a 6,1 millones de espectadores –un 29,3 por ciento de cuota de pantalla– con su compañera, gracias a su sensibilidad y experiencia. Casi un año después, Ana no sólo recuerda ante ¡HOLA! cómo vivió esos momentos –sin duda, de los más difíciles de su dilatada carrera–. Tras realizar un excepcional posado junto a profesionales que encabezan la programación navideña de la cadena pública, confiesa sus sentimientos y nos adelanta cómo va a pasar estas próximas fiestas.
-Con tu presencia en el especial de Nochebuena y en las Campanadas, ayudas a arropar a quienes no atraviesan unas fechas fáciles. ¿Lo sientes así?
-Soy consciente de que muchas personas atraviesan un momento difícil, ya sea por pérdidas de seres queridos, falta de trabajo… Todo causado por la pandemia. Por eso, sé que muchas personas se identifican conmigo. Quizás viéndome dejar el luto por unos minutos para actuar, bailar y cantar en Telepasión puede ser, y ojalá sea, un empujón de ánimo para salir adelante. Eso sin olvidar las Campanadas, en las que haré una retransmisión de mi alma.
-¿Cómo recuerdas las Campanadas del año pasado?
-Del año pasado solo recuerdo que salí de seis meses de estar en retiro en mi casa a subirme a un balcón y despedir el año delante de toda España. Habló mi corazón. Y recibí un inmenso cariño y amor de todo el mundo. Estoy enormemente agradecida por ello.
-¿Cómo esperas vivirlas este año?
-Serán prácticamente iguales, ya que solo he salido de casa para trabajar o cuidar a mi padre. Quizás este año sea un poco más difícil porque la realidad durante el duelo empieza a disiparse.
-¿Llevarás algún amuleto o seguirás algún ritual para que te dé suerte?
-Creo que he retransmitido las Campanadas siete u ocho veces, porque también las he dado en Antena 3. Jamás he llevado un amuleto ni nada, pero hago una meditación de dos horas antes de llegar a la Puerta del Sol. Luego dejo que me guíen el corazón y el ejemplo de lucha de mi hijo.
-Anne Igartiburu destaca de ti tu “resiliencia, simpatía, serenidad, fortaleza, amor por la familia, consideración, profesionalidad y sabiduría”. ¿Qué destacas tú de ella y qué crees que te aporta en un momento tan importante como es despedir y arrancar el año en televisión?
-Anne es la compañera perfecta para retransmitir las Campanadas en el momento actual que estoy viviendo, por su profesionalidad, pero, sobre todo, por su generosidad, empatía y solidaridad.
-Los presentadores que dan las uvas –tal y como les llamamos comúnmente– suelen llevarse a parte de la familia al set de la cadena para poder cenar juntos. ¿Quién te acompañará a ti esa noche?
-Desgraciadamente, yo no llevaré a nadie porque las dos personas que más quiero en el mundo no están aquí.
-Al margen de las Campanadas, ¿cómo piensas pasar estas Navidades?
-No celebraré las Navidades, al igual que el año pasado tampoco lo hice. Nunca más celebraré las Navidades. Buscaré un sitio para hacer un retiro y abrazar el silencio para que pase rápido.
-Pero, ¿estarás con tu padre en estas fechas tan señaladas? ¿Cómo se encuentra él?
-Cuando no trabajo, estoy todo el tiempo que puedo con mi padre, cuidándole y animándole. En esas fechas estarán mis hermanos, yo no tengo fuerzas para ello.
-¿Qué esperas del 2022 en el plano personal? ¿Algún deseo?
-No tengo ningún deseo para el 2022. Mis deseos no se van a cumplir. Lo que me gustaría es que mi padre se quedara un poco más aquí conmigo.