Tan solo seis días después del fallecimiento de su padre, Alejandro Fernández se ha vuelto a reencontrar con el público que tanto le está apoyando en esta complicada etapa. El artista mexicano ha retomado sus compromisos profesionales en el Auditorio Telmex de su Guadalajara natal, donde la noche del sábado ofrecía un concierto junto a su primogénito, Álex, en el que el recuerdo de Vicente Fernández ha tenido un papel fundamental. "Ayer fue el primer show desde uno de los momentos más determinantes de mi vida", ha dicho el artista, que no pudo contener las lágrimas y la emoción durante esta actuación que estuvo repleta de homenajes a su progenitor, con el que curiosamente cantó por última vez en este mismo escenario.
El cantante no comenzó el concierto entonando uno de sus temas sino pidiendo un gran aplauso para Vicente Fernández. Además, dijo que estaba seguro de que su progenitor estaba siguiendo la actuación desde el cielo “para cantarle a los angelitos”. En la parte trasera del escenario había unas pantallas gigantes en las que se proyectaron numerosas imágenes del rey de las rancheras, cuya voz se apagaba para siempre hace una semana. Pero más allá de todos los recuerdos que evocaban esas fotografías y vídeos, el momento más emotivo fue cuando padre e hijo unieron sus voces para interpretar El tiempo no perdona. Alejandro no pudo evitar las lágrimas mientras entonaba frases que ahora cobran un importante significado como "La gente que es buena debería ser eterna", "Con mis ahorros el tiempo poderte comprar para ser por siempre el niño de papá" o "Le dije a Dios que quería ser grande para ser como tú".
En este concierto tan complicado, el ganador de dos Grammy Latinos y seis Premios Billboard contó con el apoyo de su hijo sobre el escenario y de otros familiares que acudieron a la cita. Entre el público se encontraban algunos seres queridos como su hija Amérmica y su nuera Alexia Hernández. Esta última está embarazada de una niña que se llamará Mía y que, con toda seguridad, llenará de alegría a todos sus seres queridos tras el triste fallecimiento de Vicente Fernández a los 81 años. Además, Alejandro sintió más que nunca el respaldo de sus fans tal y como él mismo ha explicado: "Gracias a mi familia, a mi gente y a Dios por todas las bendiciones que, a pesar de las difíciles circunstancias en las que nos encontramos, siempre hacen llegar a mi vida. Soy el más afortunado por contar con ustedes".
Una emotiva despedida
En la despedida con todos los honores que recibió Vicente Fernández en el rancho Los Tres Potrillos donde le gustaba reunir a sus seres queridos, su hijo Alejandro, abrazado a su madre, doña Cuquita, cantó Amor de los dos y Volver, volver, ya que su padre quería que este último tema, uno de los más conocidos de su exitosa carrera, sonase en su funeral. Además de ejercer de portavoz familiar, dar las gracias por las muestras de cariño y aplaudir la labor de los médicos que cuidaron en los últimos meses de El Charro de Huentitán, también escribía un mensaje lleno de sentimiento: "Las luces nunca brillaron más en el cielo. Sin duda alguna, no pude haber pedido un mejor padre, amigo y maestro. Gracias por mostrarme el camino. Y aunque te extrañemos a diario, tu espíritu y voz vivirán por siempre en tu familia, en tu pueblo y en tu gente. Te amo pa". El artista falleció el 12 de diciembre en el hospital Country 2000 de Guadalajara, donde estaba ingresado desde agosto por una caída en su domicilio y problemas respiratorios.