Alba Santana atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Seis meses después del fallecimiento de su madre, la recordada Mila Ximénez, afronta ahora la pérdida de su padre, Manolo Santana. Tras varios meses de rumores acerca de su delicado estado de salud, el extenista falleció, a los 83 años, el pasado fin de semana en el que se había convertido en su hogar todos estos años, Marbella.
Santa pasará a la historia como una de las grandes figuras del tenis tanto a nivel nacional como internacional, y la mejor prueba de ello es que, tras su marcha, algunos de nuestros tenistas más destacados (como Rafa Nadal o Feliciano López) han querido dedicarle unas emotivas palabras.
La Caja Mágica de Madrid acogió ayer la capilla ardiente, que contó con la asistencia del rey Felipe VI, de su viuda, Claudia Rodríguez, y de sus hijos, entre los que se encontraba la única hija que el recordado deportista tuvo con su segunda esposa, Mila Ximénez.
- ¿Cómo te encuentras?
- Bien, gracias. Me voy a casa y ya está.
- Imagino que orgullosos de la asistencia de Su Majestad El Rey en el tanatorio de tu padre
- Yo sé que mi padre le hubiese gustado mucho. Estoy segura que desde arriba lo estaba viendo porque le tenía muchísimo cariño a la Familia Real y fue un detalle que apreciamos todos muchísimo.
- ¿Cómo fue el encuentro con tus hermanos?
- Pues el encuentro con mis hermanos, lo que quieres en ese momento: estar arropada de la gente que quieres y lo agradecí.
“Mi viaje fue para despedirme de mi padre, que es lo que he hecho. Y ya está”
- Esta Navidad va a ser complicada, ¿no? ¿Cómo la vas a pasar?
- Ponte en mi lugar. Me quedo sin los dos. Pero bueno, la vida es así, hay que seguir adelante. Agradezco como siempre vuestra atención conmigo y no tengo nada más que decir.
- ¿Tus hijos saben algo?
- A mí me da mucha pena por ellos, porque se pierden a dos abuelos magníficos, pero los llevan en su recuerdo. Yo es que estoy convencida que desde arriba me van a acompañar.
- Dos ángeles muy importantes desde arriba.
- Sí, así es.
- ¿No te saludaste con Claudia?
- No, no. Yo ayer fui por mi padre. Mi viaje fue para despedirme de mi padre, que es lo que he hecho. Y ya está.
- Una pena que incluso en estos momentos ella no se haya acercado a saludarte.
- Me quedo con lo bueno. Mi padre tenía ilusión de casarse con ella y eso hay que respetarlo. Yo quería estar ahí para mi padre y que estuviese orgulloso de mí y supiese que estuve ahí. Yo sé que desde arriba él se alegró mucho de que yo estuviese.
- ¿Como lo llevan tus hermanos?
- Pues cada uno lo lleva a su manera. Yo creo que cada uno lo lleva lo mejor que puede.
- ¿Tú crees que se podrían solucionar los problemas familiares?
- De momento estoy intentando pasar el duelo poquito a poco.
- ¿Qué deseas para este año?
- Que pase ya y que el que viene venga mejor.