Recién cumplidos los cuarenta años, Tamara Falcó disfrutó de un emocionante día de tenis, en Madrid. Concretamente, no se perdió el partido que disputó Feliciano López contra el ruso Andrey Rublev, dentro del torneo de la Copa Davis, patrocinado por Rolex. A esta cita, la marquesa de Griñón no solo acudió con Íñigo Onieva , sino, además, con su hermana Ana Boyer y el marido de esta, el también tenista Fernando Verdasco , que, en esta ocasión, acudía como director de la competición.
Todos ellos vivieron el encuentro con especial emoción, animando desde la grada. Tamara también utilizó su teléfono para brindar su apoyo en las redes: “Vamos, España. Vamos, Feli”, escribió la aristócrata. Todo ese calor procedente del público dio fuerzas al tenista manchego para conseguir un día glorioso, ya que venció a Rublev, quien ocupa el quinto puesto del ranking de la ATP en la actualidad.
Durante uno de los momentos que Tamara alzó el móvil para fotografiar el partido, la marquesa de Griñón desveló un curioso detalle: lleva una fotografía de Íñigo en la funda de su dispositivo móvil. Es solo una prueba de lo enamorados que ambos se encuentran, después de un año de relación. De hecho, Tamara e Íñigo no pararon de protagonizar románticos momentos durante toda la cita. Igualmente, el novio de la aristócrata mostró una gran complicidad con Fernando Verdasco, algo que constata lo integrado que Íñigo está en la familia Preysler.