El juicio contra su hijo por la herencia familiar fue aplazado, en Alemania, hasta marzo, pero el amor continúa en Madrid. Desde que conoció a Claudia Stilianopoulos, la vida de Ernst de Hannover ha cambiado radicalmente. La hija artista de Pitita Ridruejo le ha robado el corazón y está escribiendo el cuento al revés: ella rescata al príncipe. Al menos, eso parece.
El jefe de la casa güelfa vuelve a sonreír, aunque tiene mucho en juego: libra una guerra por la herencia que le dio en vida a su heredero, Ernst Augusto, entre 2004 y 2007.
Estaba previsto que el jueves 25 de noviembre se vieran por primera vez las caras, pero la audiencia en el Tribunal Regional de Hannover en la que debían comparecer fue cancelada. El motivo es que el abogado de Ernst Augusto (hijo) renunció a su mandato “con poca antelación” y su sucesor solicitó un aplazamiento para poder preparar el caso.
El príncipe acusa a su primogénito de “ingratitud” por desatenderle y negarle ayuda, de apropiarse de arte y antigüedades y exigiría cinco millones de euros por “violar gravemente sus derechos e intereses legales”. También, la devolución de las propiedades. Entre ellas, los castillos de Marienburg y Calenberg y el palacio del príncipe Herrenhausen, donde reside su heredero con su mujer, Ekaterina Malysheva y sus tres hijos.
Frente a este escenario, Ernst, Jr., ahijado del Rey Felipe VI, dice que “todos los argumentos han sido invalidados extrajudicialmente en el pasado… Estamos tranquilos ante la disputa legal”, que ahora ha quedado en suspenso.
La primera vista oral para resolver el conflicto ha sido fijada para el 24 de marzo del 2022, y, con cuatro meses por delante, parece que el príncipe se ‘olvida’ en Madrid de la guerra junto a Claudia , celebrando, además, una buena noticia. Ha logrado una primera victoria en los tribunales de Linz (Austria), que le levantaron las instrucciones impuestas, después de ser condenado a diez meses de prisión en régimen de libertad condicional, tras ser detenido por sus altercados con la Policía. No se presentó en persona, pero mandó una carta explicando que quería evitar «otro espectáculo mediático»… Y su abogado, Otto Dietrich, añadió que “su salud ha mejorado mucho. Quiere tener paz y tranquilidad y dedicarse a su recuperación”.