A principios de noviembre, Paris Hilton sorprendió al mundo con una boda de tres días con su prometido, el empresario Carter Reum, celebrada en la mansión de su abuelo el magnate y filántropo Barron Hilton, en Bel-Air, Los Ángeles. Unos fastos en los que la rica heredera lució hasta seis vestidos y donde actuaron artistas de la talla de Demi Lovato.
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Naturalmente, la luna de miel del flamante matrimonio no podía ser menos. Tras el enlace, Paris y Carter pusieron rumbo a Bora Bora, en la Polinesia Francesa. La pequeña isla, ubicada al noroeste de Tahití, es uno de los destinos más lujosos del mundo y es conocida por sus aguas cristalinas y espectaculares hoteles. Allí se han instalado en una villa privada de la isla de Motu To’opua, en un establecimiento bautizado con el nombre de Conrad, como se llamaba el bisabuelo de Paris y fundador de la saga hotelera.
La empresaria, de cuarenta años, ha mantenido al día a sus 17 millones de seguidores a través de “Mi luna de miel de ensueño”, su serie de YouTube, donde han podido ver a la pareja haciendo esnórquel, disfrutando de increíbles jornadas en el océano Índico o descansando en la popa de un barco. Paris y Carter se desplazaron hasta este paradisíaco rincón a bordo de su jet privado y, al parecer, su luna de miel no termina aquí.