Tras un año repleto de sus éxitos profesionales, Beatriz Luengo y Yotuel Romero han vuelto a casarse por sorpresa, como ya hicieron en 2007. De nuevo, los cantantes —que se enamoraron hace dos décadas, durante las grabaciones de Un paso adelante— se han jurado amor eterno en Las Vegas y lo han hecho el pasado 16, dos días antes de asistir a la entrega de los Grammy latinos. La ceremonia ha sido tan íntima que no han estado ni los dos hijos de la pareja, D’Angelo y la pequeña Zoë —nacida en abril—.
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Lo que no se imaginaban Beatriz y Yotuel es que, tras esta celebración, iban a triunfar en la entrega de premios con Patria y vida . El tema, interpretado por el cubano y coescrito con su mujer, ha sido doblemente galardonado, como ‘Canción del año’ y ‘Mejor canción urbana’. “Para mí es impresionante. Sobre todo, porque somos un equipo de creación para la industria en Estados Unidos. De hecho, hay gente que no sabe que somos pareja de verdad y nos llama a las sesiones de composición por separado”, nos dice Beatriz, muy emocionada, desde Estados Unidos. “Es nuestra consagración como pareja creativa”, añade la cantante. Y también los mejores regalos de boda.
- ¡Beatriz, otra vez casada!
- ¡Qué feliz estoy! Me he casado con mucha más conciencia de lo que significa el “tú para mí”, nuestro amor. Esta vez ha sido diferente. La primera vez lo viví más como un evento divertido, un lanzarme a la piscina. Esto lo he vivido como la celebración de nuestra relación. Ha sido más bonita.
- Ya os casasteis en Las Vegas hace catorce años.
- En el 2007, vine la primera vez a Estados Unidos, a unos Grammy, porque estaba nominada y como músico. Imagínate… Era mi primer disco y acababa de empezar mi carrera. Los Latin Grammy eran el gran sueño de mi vida. Pues Yotuel ganó dos premios y, al salir de la gala, me preguntó: ‘¿Nos casamos?’ Yo le dije que sí (ríe). Fue todo como muy loco, muy raro, porque llevaba el mismo vestido de la noche y ni siquiera era blanco.
- Vamos, la típica boda en Las Vegas.
- Sí, de locura. La gran anécdota de esa noche fue que nos bendijo la boda Juan Luis Guerra, que fue premiada como La Persona del Año en esa edición y Yotuel cantó para él en la gala. Al salir del hotel, nos lo encontramos con su mujer y Yotuel le dijo que le había encantado cantar para él y que nos íbamos a casar. Nos santiguó a los dos y nos deseó que fuésemos tan felices como él con su mujer. Todo el mundo en la industria sabe que el matrimonio de Juan Luis Guerra es un referente, porque su mujer y él trabajan juntos y se cuidan mucho. Al salir de la boda, estaba todo cerrado y eso que eran las 10 de la noche. Por eso, volvimos al hotel con la limusina. Ahí nos encontramos a Pau Donés, que descanse en paz. También estaba nominado en esa edición. No sólo le conocimos en persona, sino que nos fuimos con él esa noche. Una de las cosas más bonitas de ese día fue conocer a Pau, que era una persona espectacularmente positiva y espiritual.
- ¿Cómo surgió la idea de casaros este año?
- Da la casualidad que este año nos nominaron a los dos por Patria y vida, a ‘Canción del año’ y ‘Mejor canción urbana’. Entonces nos dimos cuenta de que coincidía estos Latin Grammy con el día de nuestra boda y el 16 que estuviéramos en Las Vegas. Se alinearon los planetas. Nosotros ya queríamos casarnos otra vez, como una celebración de nuestro amor y de lo bien que salió la primera vez, pese a lo improvisado que fue todo. Entonces, lo medio organizamos.
- ¿La idea de casaros fue tuya?
- No, de Yotu, porque yo quería hacer algo con los niños. Pero ya haremos otra fiesta en España con la familia. Al día siguiente de esta boda, lloré mucho porque extrañaba mucho a los niños. Pero, por otro lado, cuando están mis niños, no puedo evitar estar pendiente de ellos… La vida ha querido que estuviésemos nosotros dos.
- Háblanos del vestido y de tu look.
- Me busqué un vestido de Yolancris, que quería casarme con marca española y me encanta. Por lo menos, tenía un vestido de boda, que la otra vez no tenía ni eso (ríe). Por lo demás, ha sido igual de improvisado. Fui con unas trenzas largas, porque me hicieron unas fotos el día antes para la revista Billboard. Como mi peluquera no pudo llegar a tiempo de Miami, me tuve que casar con las trenzas, que no tenían que ver con el look del vestido. Luego, al cura, que iba vestido de Elvis Presley, se le despegaron las patillas… Y mi ramo de flores naturales se puso pocho con el calor del hotel… Pero lo bonito es que ha sido improvisado, igual que la otra boda. A pesar de todo, ha salido tan bonita…
- ¿Qué se te pasó por la cabeza cuando dijiste otra vez ‘sí, quiero’?
- Dos cosas. Primero, que le quiero más que antes, porque ahora le conozco. Segundo, que la primera vez le juré la eternidad inconsciente, pero ahora se la prometido con todo mi corazón porque quiero pasar el resto de mi vida con él. Las palabras que le dije fueron: ‘Lo único que te pido es que estemos juntos, no porque lo diga un papel, ni siquiera porque tengamos dos hijos preciosos. Que sigamos juntos porque, cada vez que nos miremos, nos riamos de timidez y de emoción. Cuando me miras fijamente, yo me pongo nerviosa. Bajo la mirada y me pregunto y si estaré lo suficientemente maquillada para sus ojos…’. Me hago preguntas que pueden ser absurdas para algunas personas, pero que para mí significan mucho. Quiero la mejor versión de mí para él y es lo que merece la pena de casarnos. Quiero que la manera de mirarnos y de querernos sea lo que nos mantenga unidos. Fue mucho más emocionante esta vez.
- Entonces, llorarías.
- Lloramos un montón. Y todos nuestros invitados también. El cura nos dijo que repitiésemos sus palabras, pero nos saltamos los votos y le dije que, para mí, cualquier situación de la vida, aunque fuese imperfecta, ya era perfecta estando con él. Y eso es lo bonito. La vida siempre me da esa lección: lo tenía todo preparado, como mi peluquera, mi vestido y mi ramo, pero la vida me ha vuelto a sorprender y me ha hecho ver que lo importante es Yotu.
- ¿Alguna anécdota curiosa?
- A la salida del hotel, vestida de novia, me encontré a La Húngara, que yo la admiro muchísimo y me muero por ella. No nos conocíamos en persona, aunque nos habíamos escrito en las redes. Nos abrazamos y me cantó Me dejaste de querer –el éxito de C.Tangana en el que colabora La Húngara–. Me morí. Juan Luis Guerra me dio suerte para los primeros catorce años y ahora me los ha dado La Húngara para otros catorce más (ríe).
- ¿Qué canción sonó en la ceremonia?
- All My Life, de K-Ci & JoJo. La letra es preciosa. Luego nos hemos salido bailando reguetón. Los de la capilla no se lo podían creer, porque siempre ponen música de Elvis (ríe). El cura iba vestido de Elvis y entró sonando la canción Viva Las Vegas.
- Pero pronto cambiasteis el tono y dijisteis: “Viva lo latino”, ¿verdad?
- Y viva España. La primera canción que pusimos fue Rakata, que es nuestra canción última y estamos superorgullosos.
- ¿Cómo lo han vivido los pequeños?
- No estaban en Las Vegas. Se quedaron en Miami con mis padres.
- ¿Y cómo ha reaccionado el mayor cuando se ha enterado de esta boda?
- Didi me ha visto preparar el vestido y le preguntaba, pero no lo entendía. En realidad, la boda es un trámite, aunque, con el concepto del trámite, se pierde la parte espiritual. Esta era una celebración de nuestro amor. Con esta boda he disfrutado más que con la otra porque he entendido lo que significa Yotu para mí.
- ¿Quienes estuvieron en tu boda?
- Muy poquita gente. Solamente diez personas, porque la capilla muy pequeñita. Fue nuestro equipo de trabajo, porque es nuestra familia: son personas que nos ayudan, nos cuidan… En Las Vegas había un montón de artistas y amigos, pero, si venían, hubiésemos tenido que quitar a gente de nuestro equipo, que es quien batalla por nuestra carrera todo el año. No imaginaba otro momento tan importante en nuestras vidas para agradecerles todo. Por eso, decidimos que sólo estuviera la gente de nuestro equipo.
- Vaya momento para vuestro equipo
- Ellos no sabían nada. Les mandamos una invitación a todos para que estuvieran a las seis en el hotel y de ahí ir todos en limusina a un lugar secreto. ¡Pensaban que era una actuación! (ríe). Lo único que les dijimos fue que se pusieran guapos. Fue muy divertido, porque unos venían con traje maravilloso y otros superrelajados. Luego, ya en la limusina, nos pusimos música para bailar. Fue como una discoteca.
- Menuda forma de acabar el año, que ha sido maravilloso para vosotros a todos los niveles.
- Dios mío, de verdad. No me puedo creer el año.
- El nacimiento de Zoe, el trabajo, los reconocimientos musicales…
- ¡Todo! Con lo difícil que ha sido este año para la música, luego ha sido el mejor para nosotros: la canción de la Eurocopa, el éxito de Rakata… Por último, Patria y vida, que ha levantado al pueblo de Cuba… No dejan de pasarnos cosas con la canción: el encuentro con Joe Biden, el Papa Francisco… Luego lo que significa para la gente Patria y vida. En Miami, se baja la gente de los taxis para abrazar a Yotuel y agradecerle la la canción. Encima, que hayamos ido Yotu y yo juntos a los Grammy.