Karlos Arguiñano, uno de los chefs más populares de nuestro país gracias a su talento, su carisma y simpatía ante las cámaras, ha querido aclarar cuál es el estado de salud de su mujer después de unas declaraciones que realizó hace unos meses en el programa Dos parejas y un destino se sacaran de contexto. En cierto modo sus palabras sobre cómo habían afrontado la pandemia él y su esposa llegaron a preocupar a sus fans. "Luisi, mi esposa, no sale de casa por la pena", declaró. "Mi mujer ha estado meses sin salir de casa. La suerte es que no vivimos en un piso, sino en el campo y ha podido pasear porque tenemos huelga, gallinero, animales", añadió sin saber que esas declaraciones irían más allá.
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El prestigioso cocinero ha querido ahora aclarar sus palabras en una reciente entrevista con el diario Abc en la que asegura que su esposa se encuentra "en perfecto estado de salud" y ha querido desmentir las noticias que han informado sobre el tema. A la esposa de Arguiñano le afectó la pandemia de coronavirus como a otras muchas personas, pero su marido ha manifestado que no padece ningún tipo de enfermedad como se pudo dar a entender semanas atrás.
Karlos Arguiñano es una persona muy familiar y junto a su esposa, Luisi Ameztoy, con quién contrajo matrimonio hace 47 años, forman un matrimonio muy consolidado. El cocinero vasco compagina su trabajo con su papel de marido, padre de siete hijos y abuelo de doce nietos porque su familia siempre ha sido lo más importante para él. El autor de libros como Cocina día a día, 100 recetas de oro o En familia con Karlos Arguiñano vive un excelente momento a nivel personal después de años en los tuvieron que hacer frente él y su esposa a momentos muy duros.
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Arguiñano compartió hace un año un doloroso y duro episodio que vivió con Luisi, su mujer, poco tiempo después de contraer matrimonio. "Con siete meses se nos murieron los dos niños. Nacieron muertos. Y mi mujer lloraba y lloraba, con razón claro. Y yo animándola 'tranquila, que tienes un pedazo de marido y esto lo vamos a volver a intentar las veces que haga falta"", contaba el cocinero en una entrevista en El Homiguero. Pero la historia de Arguiñano y Luisi tenía un final feliz. "Luego vinieron otros seis. Y una que tengo adoptada, pues somos siete. Todos emparejados, todos con hijos menos mi hija, que tiene pareja pero no tiene niños. Y ahora me toca aprender los nombres", bromeaba poniendo una nota dulce a una de las historias más complicadas por las que ha tenido que atravesar. Del mismo modo, meses después contaba en el programa Liarla Pardo cuál había sido el "peor momento" de su vida: estuvo al borde de la bancarrota por una deuda con un proveedor de pescado al que debía 30 millones de las antiguas pesetas (180.000 euros). Y gracias a la televisión, y a su programa con el que acercó la cocina a los hogares españoles, pudo convertirse en lo que es hoy: un cocinero de prestigio, presentador de televisión, escritor, actor y empresario.