Este ha sido, sin duda, el año de Tamara Falcó. Disfruta de un momento único, tanto en el aspecto profesional como en el personal; logrando todos los objetivos que se propone, es protagonista de su propio documental y con su arrolladora personalidad, espontánea y natural, nunca deja a nadie indiferente en sus intervenciones en televisión. Embajadora de varias marcas y con un estilo cada vez más sofisticado, muchos ven en la marquesa de Griñón a la digna sucesora de su madre, Isabel Preysler, como ‘reina de corazones’. Hoy cumple cuarenta años y, aunque todos creen conocerla, hay algunos aspectos sorprendentes de la aristócrata que la mayoría desconoce.
Monitora de campamento
Tamara se graduó de Bachillerato en una reconocida escuela de Greenfield (Massachusetts), en 1999. Un verano que regresó de estudiar en Estados Unidos, tal y como ella misma ha desvelado, no paraba de salir y su padre decidió enviarla a Layos (Toledo) a trabajar como monitora de un campamento infantil. Le pagaban 20.000 pesetas (lo que hoy serían 120 euros) al mes.
Becaria en ¡HOLA!
Afirma que ¡HOLA! siempre ha formado parte de su vida y, tanto es así, que tras licenciarse en Comunicación en el Lake Forest College de Illinois, Tamara quiso conocer de primera mano el funcionamiento de una empresa periodística por dentro. Tras pasar por varios departamentos, la hija de Isabel Preysler realizó un período de prácticas en la redacción de nuestra revista, donde se encargó de intentar contactar con personalidades, editar textos y hacer alguna que otra entrevista.
Su verdadera vocación
Hubo un tiempo, y no muy lejano, en que se pensó que se metería a monja, pero no, no es esa su verdadera vocación, sino la moda. Después de sus prácticas en ¡HOLA!, la marquesa de Griñón estuvo trabajando en Inditex, en La Coruña y ahí fue cuando se dio cuenta de que lo suyo era el diseño. Pasó por Zara Hombre, Zara Mujer, Massimo Dutti, Bershka y Pull&Bear, al principio doblando camisetas en tienda, después en diferentes departamentos de la sede central de Arteixo, donde, admite, aprendió mucho y tuvo la oportunidad de conocer a Amancio Ortega.
Fundadora de The 2nd Skin
Tras su etapa en Inditex, estudió moda en el Instituto Marangoni de Milán y después hizo un máster en el ISEM Fashion Business School. Antes de lanzar su propia firma de moda, TFP, Tamara estuvo en la génesis de la marca The 2nd Skin. Coincidió con Antonio Burillo en Marangoni, después, él le presentó a Juan Carlos Fernández y juntos comenzaron el proyecto. Aunque en ese momento se encargaba más de labores de comunicación que del aspecto creativo, Tamara participó en los inicios de la marca. Después hizo una pequeña colección para Barbour y más adelante creó su propia marca.
La llamada
Mucho se ha hablado de la conversión de Tamara, que comenzó cuando buscaba una lectura de verano en La Casa del Libro y se topó con uno que estaba especialmente iluminada: ‘La Biblia didáctica’. “Tenía una palmera en la portada y mi nombre en hebreo significa palmera”, ha explicado la aristócrata. Se encerraba a leer en su cuarto, en casa de su padre, y, dicho por ella misma, se sentía tan bien “que llegué a plantearme mi vocación”. Lo que quizá no sea tan conocido es que Los Javis se inspiraron en parte en la historia de la conversión de Tamara para su musical y posterior película ‘La llamada’, protagonizada por Macarena García. “Siempre me dicen que me quieren mucho”, cuenta la chef sobre el tándem creativo.
Misa diaria
Para Tamara la religión es muy importante. Además, siempre ha manifestado su espiritualidad y su fe. En una entrevista a Alfa y Omega reconoció que “Dios es tan importante para mí que lo que diga el resto del mundo me da igual”. Además de contar con un asesor espiritual, la diseñadora y chef acude a misa a diario.
Soltera de oro
Su primer amor, que se sepa, fue Alberto Comenge Barreiros, el hijo del arquitecto Alberto Comenge y Mari Luz Barreiros. Después ha mantenido noviazgos con Bartolomé Fierro March, bisnieto de la saga de banqueros; con el francés Marco Noyer, con el italiano Tommaso Musini, con el hijo de Carmen Tello y Miguel Ángel Solís, Enrique Solís; se la llegó a relacionar con Luis Medina y salió con Iván Miranda Álvarez-Pickman. Sin embargo, desde que Íñigo Onieva llegó a su vida –están juntos desde hace algo más de un año–, Tamara no puede estar más feliz y puede que su boda esté más cerca de lo que todo el mundo piensa.
Historias demoledoras
Entre las múltiples facetas de Tamara Falcó está su cara solidaria. Realiza donaciones -como la del premio como ganadora de ‘MasterChef Celebrity’ que destinó a Mensajeros de la Paz-, acude a hospitales, a ongs y el pasado verano visitó la asociación APRAMP, “que lucha para que las mujeres recuperen su libertad y dignidad tras el sufrimiento que hay detrás de la trata de personas”, explicó. “Pude escuchar historias demoledoras, pero a su vez de superación, fortaleza y resiliencia”, añadió la marquesa.
Al rescate
Durante la borrasca Filomena, que recorrió España a primeros de año, muchas personas quedaron atrapadas por la nieve y tuvieron que ser rescatadas por los servicios de emergencia y por otros ciudadanos que colaboraron en las operaciones de rescate. Tamara y su novio, Iñigo Onieva, estuvieron ayudando de manera voluntaria a auxiliar a todos aquellos que se habían quedado atrapados en sus coches por el temporal de nieve, y llevándoles al hospital.
Entre Le Cordon Bleu y ‘el chino’ de su barrio
La marquesa de Griñón prepara exquisitos manjares desde que obtuvo el título oficial de chef de la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu. Acostumbrada a la cocina de mercado, Tamara también frecuenta, como todo hijo de vecino, ‘el chino’ más cercano a su piso de un céntrico barrio de Madrid, cuando necesita hacer una compra de última hora.