El 20 de noviembre se cumplen siete años de la muerte de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, XVIII duquesa de Alba de Tormes. Curiosamente, los seis hijos de la legendaria aristócrata, que falleció en 2014, nunca han celebrado todos juntos una misa pública en memoria de su madre. La última vez que coincidieron los hermanos Alba en un homenaje a su progenitora fue en el propio funeral de doña Cayetana, celebrado pocos días después de su muerte en la catedral de Sevilla. Desde entonces, Cayetano Martínez de Irujo, el pequeño de la familia, es el único que organiza cada año una misa abierta en el Santuario de los Gitanos de Sevilla, donde están enterradas la mitad de las cenizas de la duquesa, que fue hermana y camarera de la Virgen de las Angustias.
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Este año, como todos los años, Cayetano tenía la ilusión de estar acompañado por sus hermanos en la tradicional misa en Sevilla. Este año, como en los anteriores, el duque de Arjona y conde de Salvatierra estará solo. “No va a venir ninguno de mis hermanos”, confirma en conversación con ¡HOLA!. “Este año, por lo menos, he tenido el apoyo de Eugenia y Fernando, que han participado económicamente en la esquela, la misa y las flores. Es una buena forma de no sentirme tan solo. Los dos me han dicho que ese día van a estar de viaje en el extranjero y sienten no poder venir”, explica.
“Hago esta misa por mí y para mi madre. Es una misa a título personal, yo no la hago para que venga nadie. Aviso a todos, porque entiendo que es lo correcto. Quien quiera venir, que venga”, aclara el jinete, de cincuenta y ocho años. “También he avisado a los dos médicos de mi madre, a Curro Romero y Carmen Tello y a Alfonso Díez . A nadie más”, añade el aristócrata, que siente cierta pena por la ausencia de sus hermanos en una fecha tan importante.
El sábado 20 de noviembre, día en que se cumplan siete años de la muerte de doña Cayetana, Cayetano publicará una esquela. Como ese día estará en Madrid compitiendo en un torneo ecuestre, la misa se hará el domingo, a las ocho de la tarde. Ignacio Sánchez Dalp, confesor de la duquesa de Alba, será quien oficie la ceremonia. El año pasado, el duque de Arjona estuvo acompañado por su pareja, Bárbara Mirjan, y su hija, Amina Martínez de Irujo . Su hermano mayor, el duque de Alba, asistió a una misa privada en el Palacio de Liria, en Madrid.
Fue Cayetana de Alba en persona quien eligió el Santuario de los Gitanos de Sevilla como su morada final. Este edificio, muy cerca del Palacio de Las Dueñas, histórico hogar de los Alba en la capital hispalense, fue rehabilitado con su apoyo económico. Las obras finalizaron en febrero de 1999. La duquesa acudió un día al templo y decidió que quería que sus cenizas estuvieran allí y escogió su columbario. La relación de la aristócrata con la Hermandad de Los Gitanos fue muy estrecha hasta su muerte. En la actualidad, sus hijos y nietos siguen manteniendo ese vínculo.
Para Cayetano, la misa en recuerdo de su madre es el punto final a un año difícil. En mayo, tuvo que ser ingresado en la Clínica de la Luz de Madrid, donde fue nuevamente intervenido de una obstrucción intestinal. “Fue muy duro, sobre todo psicológicamente. He pasado por ocho operaciones por culpa del mismo problema y fue duro volver a pasar por todo de nuevo”, explicó el duque a ¡HOLA! hace solo unos meses. Su hospitalización volvió a reunir a todos los hermanos Alba. Carlos Fitz-James Stuart, jefe de la familia Alba, visitó a Cayetano en la clínica, al igual que Eugenia y Fernando. Alfonso también lo llamó y estuvo pendiente de él. “Lo positivo de esta etapa tan dura ha sido recuperar a mi hermana, Eugenia”, confesó Cayetano a ¡HOLA!.