Roberto Leal se encuentra en una nube después de conocer que es el Premio Ondas 2021 a mejor presentador por el programa Pasapalabra(Antena 3 TV), que recogerá este martes, 16 de noviembre, en el Teatro Coliseum de Barcelona. “Quién me iba a decir esto de pequeño cuando quería ser astronauta. Aunque algo parecido debe sentirse con los pies en el suelo, cuando llevo todo el día en volandas. No sé qué decir, solo... ¡Gracias!”, confesaba en su perfil de Instagram. Días después de salir a la luz pública la noticia, el andaluz asistía, como embajador del proyecto solidario, al acto de presentación de los resultados de la carrera internacional Global Energy Race, puesta en marcha por el Grupo Bimbo, y a la donación de las cerca de 360.000 rebanadas de pan a la Federación Española de Banco de Alimentos (FESBAL): “Para mí ésta es una cita anual muy importante que tengo marcada en mi calendario. Es el tercer año en el que estoy implicado porque me parece importantísimo que las empresas pongan en marcha este tipo de acciones que, por otra parte, también ayudan a luchar contra el sedentarismo. Los últimos datos de este verano dicen que somos el cuarto país con más sedentarismo y esta es una manera de animarnos a movernos más porque es beneficioso para la salud.
-El bienestar corporal lo manejas bien gracias al deporte, ¿cómo cuidas tu salud mental para gestionar la fama?
-Yo he vivido un gran crecimiento en cuanto a exposición respecto a cuando empecé en la tele hace veinte años. Y estos cuatro últimos años ha sido mayor todavía. Pero siempre he tratado de relativizar todo.
-¿Nunca has tenido que acudir a terapia?
-Nunca. Pero si tuviera que hacerlo, no tendría ningún problema. De hecho, el otro día ví una viñeta en un periódico que me encantó. En ella, una persona decía “estoy yendo a terapia” y el otro le preguntaba: “¿Estás mal?”. “¡No! Precisamente estoy bien”, le respondía el primero. Yo creo que tenemos que eliminar ese tabú de los psicólogos. De todos modos, como te decía antes, lo que yo hago es relativizar todo y procuro disfrutar de tiempo de calidad con mi familia y con la gente que me conoce de toda la vida.
-Por cierto, no quiero perder la oportunidad de darte la enhorabuena por tu premio.
-Muchas gracias. La verdad es que estoy contento y feliz. Atravieso un momento muy bueno en lo personal con mis niños, Lola y Leo, creciendo. Y en lo profesional…¡ imagínate! Ha sido un año fantástico. Esta última etapa, desde mi llegada a Antena 3, ha sido maravillosa. Y lo del premio Ondas y después el Iris ha sido totalmente inesperado, la verdad.
-Cuando uno recibe tantos reconocimientos seguidos, ¿qué siente?
-He de reconocer que me siento un poco abrumado, la verdad. Por una parte, se siente alegría, pero, por otra, piensas: “¡Madre mía! Qué cosas más grandes me están pasando”. No niego que soñaba con el Ondas, pero no esperaba recibirlo. Ahora lo que estoy deseando es disfrutar de la ceremonia de entrega.
-¿Has pensado ya dónde colocarás el Ondas?
-La verdad es que no. Estoy pensando más en disfrutarlo con la familia, con mi gente y con lo amigos. Quiero que sea una noche inolvidable porque nunca imaginé que iba a vivir un momento así.
-¿Cómo haces para mantener los pies en el suelo?
-Procuro rodearme de la gente de siempre. Eso va, además, con la persona. En mi caso, yo trato de seguir haciendo una vida normal, porque esto deja de ser un trabajo más. Lo único que cambia con respecto a otras profesiones es que la gente te ve y te puede parar por la calle. Cuando voy a mi pueblo, Alcalá de Guadaira, nadie me pregunta por nada de la tele. Y ahora, cuando vaya, igual me dicen. “¿Has ganado un premio? ¡Qué bien! Vamos a tomarnos algo”. ¡Y ya está! Lo que tengo muy claro es que este oficio es como una montaña rusa.
-¿Qué papel juega tu mujer, Sara (Rubio), en tu vida?
-Un papel fundamental. Mi mujer es mi otra mitad. Y no es un tópico, es la verdad. Ella conoce perfectamente mi mundo porque también pertenece a él y trabajamos juntos en nuestra productora. Todo eso hace quenos complementamos muy bien. Y encima, tenemos dos preciosos hijos en común.
-¿La llegada de Leo os ha alterado mucho el ritmo de vida?
-Lo que nos ha alterado han sido las noches, ja, ja, ja. Además, la logística nos ha cambiado mucho. Pero estamos felices. Leo ya tiene ocho meses, no es un bebé. Se sienta, se ríe mucho, hace alguna que otra monería y se lleva muy bien con su hermana. Me hace mucha gracia cuando los bañamos juntitos. Ése era el dibujo que nos habíamos hecho Sara y yo de familia.
-¿Os plantáis con la parejita?
- De momento, “la fábrica” se ha cogido días de asuntos propios (más risas).
-Roberto, se han cumplido veinte años de OT y tú presentaste una de las ediciones más vistas. ¿Qué sentimientos te despierta este aniversario tan especial?
-Es una sensación muy bonita, porque Operación Triunfo es una grandísima familia y todos los que hemos pasado por él nos sentimos parte de ella. Ojalá cumpla otros veinte, cuarenta o cincuenta más.
-¿Sigues teniendo relación con los concursantes?
-Con algunos casualmente y con otros más de tú a tú. Sobre todo con Roi, Cepeda, Nerea y Ricky, que son los que más coincido en Madrid.
-Estás muy delgado. Además de deporte ¿sigues haciendo ayuno intermitente?
-Lo hago de vez en cuando, pero ya no lo llamo ni ayuno intermitente. Simplemente consumo lo que tengo que comer durante el día y a veces no ceno por la noche. Lo hago simplemente para mantenerme un poco. También sigo haciendo deporte. Todo eso me ayuda a mantener en el peso, aunque soy como un acordeón y lo mismo puedo engordar que adelgazar rápidamente.