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El presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, ha viajado a España en compañía de su hija para su visita oficial de Estado. Desde que falleciese la esposa del mandatario italiano, Marisa Chiazzese, a consecuencia de un cáncer en 2012, su hija Laura Mattarella se convirtió en su máximo apoyo y no dudó en dejar su puesto de trabajo como abogada para ocupar el de consorte cuando su padre fue nombrado presidente en febrero de 2015. Desde entonces ha ejercido como primera dama italiana y es ella quien le acompaña en cada una de sus visitas de Estado, tanto en su país como en el extranjero.
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Casada con Cosimo Comella y madre de tres hijos, Laura Mattarella siempre ha estado muy unida a su padre y decidió dejar su cargo como jurista para acompañarle en su andadura como presidente de la República. La primera vez que ejerció como primera dama fue cuatro meses después del nombramiento de su padre en una recepción del Día de la República, que se celebró el 2 de junio en el Palacio del Quirinal, una de las tres residencias oficiales del presidente de la República Italiana. En sus primeras visitas al extranjero, que fueron a Vietnam o Camerún, no solo acompañó, a su padre, sino que también acudió a algunos actos en solitario y dio muestras de su carácter comprometido y solidario al recorrer algunos de los barrios y escuelas más desfavorecidos de respectivos países.
En su visita a España no se prevé que la hija del presidente protagonice ningun acto en solitario, simplemente se ha limitado a asistir junto a su padre a cada uno de los eventos previstos en la agenda durante los dos días que durará la visita a nuestro país, siendo la cena de gala el acto que más expectación despertará, ya que por segunda vez después de la pandemia se recuperará la pompa, el boato y los trajes de gala propios de un evento de estas características. La última vez que se celebró una cena de gala fue con motivo de la visita de Estado del presidente de la República de Corea, Moon Jae-in, y su esposa, Kim Jung-sook el pasado mes de junio a España.
Entre los actos previstos está también la visita el Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, le ha hecho entrega de la Llave de Oro de la Villa de Madrid, en lo que ha descrito como "un compromiso más" de la relación entre España e Italia así como "el símbolo de la amistad fraterna que vincula a Madrid con las capitales de Europa". Mañana viajarán a Málaga donde se celebra la XIV edición de la reunión sobre innovación COTEC-Europa bajo la presidencia de los jefes de Estado de España, Italia y Portugal. Y como broche de oro a su visita de Estado, la hija de Sergio Mattarella recibirá la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, mientras que su padre recibirá como reconocimiento el Collar de la Orden de Isabel la Católica, como muestra de aprecio de los reyes Felipe y Leizia hacia el presidente de Italia y su hija, la primera dama.
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Laura Matarella es la mediana de los tres hijos del presidente y la única mujer de todos ellos, ya que los otros dos son varones, Bernardo y Francesco. Pertenece a una familia muy ligada a la política. Además de ser hija del presidente de la República, su abuelo paterno, Bernardo, ejerció como ministro y su tío, Piersanti Mattarella fue presidente de la región siciliana. Aquellos que la conocen destacan de Laura su discreción, su compromiso al frente de las instituciones y su inquietud por las causas humanitarias y la salud. En 2019 inauguró en Roma la Carrera por la cura para prevenir el cáncer de mama junto a la alcaldesa Virginia Raggi. A lo largo de los más de cinco años que dura ya su andadura política siempre ha sabido que su puesto de consorte se trataba de algo de carácter temporal, ya que el mando de su padre expirará en 2022 y será entonces cuando trate de recuperar su profesión como jurista y pueda dedicar más tiempo a su papel como madre y esposa. No es la primera vez que en el Palacio del Quirinal una hija ejerce como primera dama, ya lo hicieron Ernestina Saragat, hija de Giuseppe Saragat, en 1964 y Marianna Scalfaro, hija de Oscar Luigi Scalfaro, en 1992, quienes desempeñaron el mismo papel que Laura Mattarella en los siete años que duró el mandato de sus padres tras haberse quedado viudos.